Guía rápida para entender la nueva normativa medioambiental
cargando...
La Comisión Europea presentó la semana pasada la última de entre las propuestas normativas para tratar de hacer frente al ejercicio de greenwashing que, con el aumento de la preocupación de los consumidores en materia de sostenibilidad y sus consiguientes demandas, estaba tiñendo las etiquetas de muchas prendas de poco fiables tonalidades de verde.
Aunque existen productos de dudosa sostenibilidad en todas las categorías de producto, la moda es un sector especialmente afectado por el asunto.
Tras un primer paquete de medidas centrado en la necesidad de desarrollar una economía circular, adoptado en marzo de 2022, en el mes de noviembre del mismo año, la conversación se centraría en los envases de plástico y el CO2.
La principal motivación de esta última propuesta, es un estudio realizado por la Comisión Europea en el año 2020, que sorprendía anunciando que el 53,3 por ciento de las afirmaciones sobre sostenibilidad que se hacían en la UE eran vagas, engañosas o infundadas, y que el 40 por ciento directamente carecían completamente de ningún fundamento.
¿Cuáles son los objetivos principales de esta nueva normativa medioambiental?
- Asentar unos criterios comunes
- Proteger a los consumidores
- Acabar con las declaraciones medioambientales “engañosas”
- Reconocer los avances en sostenibilidad reales
- Evitar la proliferación de nuevas etiquetas “verdes”
¿Cuál es el problema de las etiquetas “verdes”?
Existen más de 230 etiquetas ecológicas en el mercado, lo que dificulta la toma de decisiones del consumidor. Conseguir una etiqueta que estandarice el nivel de sostenibilidad de todos los objetos de consumo es el objetivo de la UE.
Para evitar la proliferación de más etiquetas:
- Se prohíbe la creación de nuevas etiquetas públicas: las instituciones tendrán que colaborar con la UE para reformar las existentes
- Los organismos privados tendrán que demostrar aportar algo nuevo para crearlas.
Según la nueva norma, estará prohibido:
- Usar cualquier etiqueta que no esté basada en un sistema de certificación o no haya sido establecida por las autoridades públicas.
- Hacer declaraciones generales: Se deberá contar con una verificación independiente y pruebas científicas que determinen impacto y definan cualquier compensación
- Afirmar que un producto es sostenible cuando solo pueda decirse de alguno de los aspectos del mismo.
- Promocionar un producto como si los requisitos impuestos por la UE fueran una cualidad positiva y no una obligación
¿Cuáles serán las consecuencias de no acatar?
- Las empresas infractoras estarán sujetas a sanciones que van desde multas a la confiscación de ingresos, pasando por la exclusión temporal de los procesos de contratación pública y la financiación pública
- Las sanciones serán aplicadas por las autoridades nacionales, que deberán controlar periódicamente las alegaciones ecológicas, hacer públicos sus resultados y multar a las empresas que engañen a los consumidores
Las microempresas, empresas con menos de 10 empleados o un volumen de negocio inferior a 2 millones de euros, estarán exentas.