Ferragamo: reina de la industria, desoída por el consumidor
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Madrid – Desde la multinacional italiana del lujo el Grupo Salvatore Ferragamo, acaban de presentar las cuentas del primer trimestre de su nuevo ejercicio fiscal de 2024. Periodo de tres meses finalizado a fecha del pasado 31 de marzo, que, a pesar del constatado éxito y la elevada relevancia —e influencia— que han venido despertando sus colecciones entre el público y la prensa especializada, la compañía cerró nuevamente a la bajada, con una caída en ventas del -18,3 por ciento.
Según se han encargado a este respecto de informar desde la dirección de la multinacional italiana, Ferragamo cerró el primer trimestre de su nuevo ejercicio fiscal registrando unos ingresos totales por valor de 226,96 millones de euros. Cifra que supone una caída de un -18,3 por ciento frente a los 277,95 millones de euros facturados durante el mismo periodo de hace un año, en lo que deja a la compañía un -28,4 por ciento por debajo de los 317 millones de euros que alcanzaba a ingresar durante el mismo periodo de 2019; último ejercicio que llegó a completarse al margen de la pandemia por coronavirus. Un desempeño marcadamente negativo el que el grupo ha venido experimentando desde entonces y hasta ahora, sin haber podido aprovechar el terreno abonado para el crecimiento de las firmas de lujo que terminó trayendo consigo la irrupción de la pandemia, en su caso a razón de las propias dificultades que venía arrastrando el Grupo italiano, y en lo que terminó provocando la salida de Paul Andrew de su dirección creativa, en abril de 2021. Momento en el que desde la dirección de Ferragamo empezaron a allanar el terreno para la apertura de una nueva etapa de crecimiento y de expansión, que la junta terminaba decidiéndose a dejar en manos del italiano Marco Gobbetti, nombrado nuevo director ejecutivo de Ferragamo en junio de 2028, tras el éxito que había venido cosechando como máximo responsable ejecutivo al frente del reposicionamiento de Burberry.
Unas tareas estas para las que Gobbetti terminaba dejando en manos de un desconocido Maximilian Davis la dirección creativa de Ferragamo, cargo en el que el diseñador británico debutaba con la presentación de una primera colección para Primavera/Verano 2023, durante la Semana de la Moda de Milán de septiembre de 2022. Una propuesta a la que le han seguido desde entonces hasta un total de otras tres colecciones de temporada, todas ellas muestras de una constatada y notable brillantez. Un valor el de sus propuestas que ha llevado a esta nueva Ferragamo a destacar como una de las principales y más influyentes firmas del sector, pero, a la vista de estas cifras, más de puertas para adentro y para la propia industria y sus profesionales, que para el exterior y a ojos de unos consumidores que, al menos por el momento, parecen resistirse a los encantos de sus fluidos patrones y delicados acabados. Cuestión que ya se dibuja como una de las principales cuestiones que se han marcado atajar desde la dirección de la compañía, en una ambición que no les resultará se antoja que nada sencilla, con un sector que sigue avanzando hacia la “normalización”, y en el que empiezan a ser pocas las firmas que logran dar muestras de una notable resiliencia como para seguir manteniéndose al alza y en crecimiento. Circunstancias que no deberían surtir en desánimo entre las filas de Ferragamo, que sigue contando como principal valor el de la excelsa calidad de sus extraordinarias colecciones. Ahora ya solo les queda saber hacerlas llegar y el saber ponerlas en valor frente a los consumidores del lujo, parece ser que todavía reticentes a desviar parte de un consumo en moda que ya es más percibido como una inversión que como un gasto, hacia una etiqueta como Ferragamo cuya revalorización cuestionarían, haciendo del precio de sus colecciones quizás una barrera demasiado elevada frente a las ofertas de otras casas de lujo.
“Durante los últimos trimestres, hemos seguido implementando nuestra estrategia” dirigida a impulsar “una renovación de Ferragamo, una nueva oferta de productos, un modelo de comunicación centrado en crear conciencia sobre la renovación de la marca, una rediseñada y más eficiente experiencia de compra a través de la optimización de las relaciones con los clientes, y un nuevo concepto de tienda”, ha querido salir a poner en contexto Marco Gobbetti, director ejecutivo y director general de Ferragamo, a lo largo de unas declaraciones hechas públicas desde la misma dirección de la multinacional italiana. Como resultado, “estas activaciones han aumentado el atractivo de la marca”, al tiempo en el que además, “a medida que vamos lanzado la nueva oferta de productos, estos han venido obteniendo un buen reconocimiento por parte de todos los medios y de la industria”, analiza Gobbetti. Una acogida que no obstante, pasa ya a concretar, no impidió que durante el trimestre el desempeño de la compañía se viera “afectado por la continua volatilidad en el mercado chino, así como por una persistente debilidad en el comercio mayorista y minorista en el canal del ‘travel retail’, agravada aún más por una comparativa desfavorable”.
Caída generalizada de los ingresos, por categorías, canales y mercados
Analizando, brevemente, su desempeño en este primer trimestre de 2024, por categorías de producto, todas las líneas de Ferragamo se mantuvieron a la baja, con unas ventas en calzado que cayeron hasta los 101,92 millones de euros (-18,3 por ciento); en complementos de piel hasta los 87,77 millones de euros (-18,5 por ciento); en ropa hasta los 13,47 millones de euros (-30,5 por ciento); y en sedas y otras líneas de productos, hasta los 16,53 millones de euros (-17,7 por ciento).
En cuanto a su desempeño, por canales de venta, como único dato positivo está el que las ventas en el canal de venta directa al cliente final (DTC) de Ferragamo lograron mostrar una mayor firmeza que las generadas en el canal mayorista, aún así cayendo hasta los 169,75 millones de euros (-11,1 por ciento). Un importe que se terminó de completar con las ventas ya en el canal mayorista, que han llegado a hundirse hasta los 49,94 millones de euros (-38,3 por ciento).
Mientras tanto, y por mercados, la caída es igualmente generalizada, llegando además liderada por una Europa que termina en respuesta pasando desde el segundo al tercer puesto como principal mercado para Ferragamo, por volumen de negocio, tras hundir la firma sus ventas en la región hasta los 49,74 millones de euros (-30,8 por ciento). Facturación a la que se suma las ventas en Asia-Pacífico, por 73,29 millones de euros (-19,3 por ciento); en Norteamérica, por 60 millones de euros (-10,9 por ciento); en Japón, por 19,95 millones de euros (-15,7 por ciento); y en América del Sur y Central, por 16,68 millones de euros (-8,6 por ciento).
Confianza en el corto y medio plazo
De cara ya a lo que resta de ejercicio, desde la dirección de Ferragamo, como viene siendo la norma entre las compañías del sector de la moda-lujo, no han ofrecido ninguna clase de previsión o estimación ni trimestral ni anual. Limitándose a este respecto a señalar su director ejecutivo el que, frente a las tensiones hacia la “normalización”, la directiva sigue enfrentándose al futuro de la compañía con optimismo, “alentados” por la solidez de sus operaciones en el canal DTC.
“A medida que el sector en general continúa normalizándose, nos sentimos alentados por las tasas de salida que estamos viendo en nuestro desempeño en el canal DTC, sobre todo en Europa, EEUU y Japón, mientras buscamos impulsar, aún más, nuestros ingresos totales, a través de un mayor enfoque tanto hacia el ‘engagement’ del cliente como hacia las activaciones de comunicación”, todo “entorno hacia nuestros actualizados canales DTC”, adelanta Gobbetti. Así pues, y con la misma mirada dirigida hacia el corto y medio plazo, “continuaremos invirtiendo en nuestras prioridades estratégicas, mientras protegemos la rentabilidad a través de una atención continua hacia la calidad de nuestras ventas y hacia nuestra capacidad operativa”.