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Chiara Ferragni pagará 2,2 millones de euros por los casos del “Pandoro Gate”

Por Jaime Martinez

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Chiara Ferragni en el interior de la “flagship store” de su firma de moda y “lifestyle” en la Via del Babuino de Roma (Italia). Credits: Chiara Ferragni.

Madrid – Punto y final a la grave herida, reputacional, profesional, íntima y sobre sus finanzas, que han ocasionado los casos vinculados al denominado como “Pandoro Gate” durante estos últimos tres años a Chiara Ferragni. Influencer que finalmente deberá hacer frente al pago de algo más de 2,2 millones de euros en sanciones, tras la última resolución acordada por el regulador italiano, la Autorità Garante Della Concorrenza e del Mercato (AGCM), sobre la última de las dos causas que permanecían bajo su investigación como entidad encargada de velar por la protección de la competencia y por los derechos de los consumidores en el mercado italiano.

Según se han encargado de concretar desde el mismo regulador, la AGCM ha terminado dando por concluida la investigación que abrieron el pasado mes de enero de 2024, centrada en este caso en la difusión de una serie de anuncios promocionales, con visos de haber contenido informaciones cuando menos erróneas, desde los que se publicitaron huevos de chocolate firmados por Ferragni durante las campañas de Pascua de los años 2021 y 2022. Unos productos elaborados y vendidos por la compañía italiana Cerealitalia Industrie Dolciarie, propietaria de la marca comercial “Dolci Preziosi”, en asociación con las compañías Fenice, TBS Crew y Sisterhood, vinculadas a Chiara Ferragni, encargada justamente de promocionar los citados huevos de chocolate, cuya venta se asoció a una iniciativa benéfica a favor de la organización social de trabajo por la promoción de la inclusión social “I Bambini delle Fate”.

Atendiendo a estos hechos, en el ánimo del regulador italiano estaba el, a través de esta investigación, terminar de dictaminar si las informaciones desde las que se promocionaron los huevos de chocolate, pudieron hacer creer a los consumidores que comprando estos huevos de la marca Ferragni contribuían a financiar directamente a la organización social. Entidad que durante los citados ejercicios alcanzó a recibir unas donaciones totales de 12 mil y de 24 mil euros, respectivamente, por parte de Dolci Preziosi, como resultado de esta acción con fines sociales, pero cantidades que en ningún caso llegaron a estipularse como resultado de un porcentaje de la evolución de las ventas de los huevos de chocolate. Unos artículos por los que de otro lado las empresas de Ferragni alcanzaron a recibir el pago de 500 mil y de 700 mil euros en 2021 y en 2022, por un total de 1,2 millones de euros, como contraprestación por sus servicios para el diseño y para la comercialización de los huevos de chocolate. Unas cantidades que sorprendían frente a las aportaciones concedidas a la organización social, para una acción que, aparentemente, se publicitó como benéfica.

Antes de que terminase por concluirse el análisis de los hechos, todas las empresas que estaban siendo objeto de la investigación han logrado cerrar un acuerdo con el regulador italiano tras la presentación de una propuesta que ha sido bien recibida por la AGCM, y desde la que, como principal compromiso, se comprometen a donar 1,3 millones de euros, a beneficio de “I Bambini delle Fate”. Organización social que terminará así por recibir el 5 por ciento de los beneficios atribuidos a la venta de los huevos, mediante la donación de 100 000 euros por parte de Cerealitalia, y de 1,2 millones de euros, a aportar durante un periodo máximo de tres años, por parte de las empresas Fenice y TBS Crew de Chiara Ferragni. Una decisión que desde la AGCM consideran justa, y con la que se logra acordar “una medida adecuada” ante todos “los consumidores que, con la compra de los productos, querían contribuir económicamente a financiar a ‘I Bambini delle Fate’”.

Lejos de quedar aquí, como parte del mismo acuerdo alcanzado con la AGCM, todas las empresas involucradas en la investigación se han comprometido a separar “de forma clara y permanente” las actividades que llevan a cabo con fines comerciales, de aquellas que lleven a cabo con fines benéficos, de manera que “se elimine cualquier riesgo de difusión de comunicaciones comerciales incorrectas sobre la posible contribución que los consumidores puedan aportar a iniciativas benéficas mediante la compra de productos o servicios”. Una serie de compromisos por parte de las empresas cuya correcta implementación desde la AGCM se encargarán de verificar, contemplando en el caso de incumplimiento la imposición de sanciones que podrán alcanzar hasta los 10 millones de euros, e inclusive el decreto de la suspensión a la actividad empresarial por un plazo no mayor a treinta días.

Allanamiento ante el fallo por la causa de los pandoros de Balocco

De manera paralela a este acuerdo alcanzado con la AGCM sobre la causa de los huevos de chocolate, para lo que respecta a la principal causa que ha terminado por dar pie a toda esta serie de polémicas que han terminado por empañar la imagen y la trayectoria de Ferragni, la de los pandoros comercializados durante la campaña de las navidades de 2022 junto a la compañía italiana de repostería Balocco, las empresas objeto de esa causa abierta por la AGCM habrían ya acordado no seguir adelante con la apelación sobre la sentencia, dictaminada por el regulador a finales del pasado mes de diciembre de 2023. Una resolución con la que concluían la investigación abierta en su contra en el verano de 2022, por, con idénticos motivos que los que llevaban a la posterior investigación sobre los huevos de chocolate, haber inducido a los consumidores a creer que con la adquisición de los dulces estaban contribuyendo directamente a financiar una acción social, en este caso a beneficio del hospital Regina Margherita de Turín.

Como resultado de la investigación realizada por entonces por la AGCM, y cuyo fallo es el que terminó por destapar el denominado como “Pandoro Gate”, el regulador italiano llegó a la conclusión de que tanto las empresas de Ferragni como Balocco incurrieron en una práctica de competencia desleal en el mercado, haciendo creer a los consumidores que con la compra de los pandoros “Pandoro Pink Christmas” de Balocco y Ferragni, estaban contribuyendo a financiar el hospital Regina Margherita de Turín, participando de una donación que realmente fue aportada por Balocco, en solitario, en el mes de mayo de 2022, muchos meses antes de que se pusiera en marcha la iniciativa en noviembre de 2022. Cuestión a la que además sumaron, como resultado de la investigación, el comprobar que en cada pandoro se había incluido información que llevaba a la conclusión —errónea— de que con su compra se contribuía a esa donación; misma sensación que se terminaba por generar desde los distintos posts y publicaciones en las redes sociales hechas por Ferragni, quien además daba la impresión de participar directamente de la donación, hecho que resultó “falso”, sentenciaban desde el regulador, a pesar de que a través de sus empresas alcanzó a recibir más de 1 millones de euros como resultado de esta acción. Hechos todos ellos a los que se sumaba el que además el precio de venta de los pandoros “rosa” de Ferragni se situaba en prácticamente el doble que los “clásicos” de Balocco, reforzando así la idea ante el consumidor de que el elevado precio respondía a sus fines sociales.

En consecuencia, y como fallo, la autoridad reguladora italiana imponía una sanción a Balocco de 420 mil euros, y a las empresas de Ferragni, Fenice y TBS Crew, unas sanciones respectivamente de 400 y de 675 mil euros. Unas cargas frente a las que, independientemente de haberse comprometido públicamente a responder ante cualquier error en la comunicación con una donación personal a beneficio del hospital, Ferragni y su equipo legal habían anunciado su derecho a interponer un recurso. Un derecho del que finalmente, y según se han encargado de adelantar distintos medios italianos como la Gazzetta, Ferragni ha desistido, y por el que deberá en respuesta hacer frente a la sanción de 1,075 millones de euros. Cantidad que sumada a la de esa “donación” de 1,2 millones de euros acordada para cerrar la investigación sobre los huevos de chocolate, termina por elevar hasta los 2,275 millones de euros el coste al que deberá terminar finalmente de hacer frente Ferragni para poder cerrar este turbio capítulo, faltará por ver ahora si antes de haber llegado a suponer un golpe definitivo y certero a su brillante carrera como influencer.

Golpe tras golpe… ¿hasta el cierre de la “flagship store” de Milán?

En relación a esta cuestión, cierto es que la influencer italiana ha debido de hacer frente durante los últimos meses, justamente a raíz de la primera sentencia de la AGCM que terminaba por destapar las causas del “Pandoro Gate”, a no pocos episodios que están terminando por conducirla a una nueva etapa, tanto personal como profesional. Capítulos desde los que se entrecruzan su vida íntima y pública, en un impúdico relato sobre los peligros de la vida del influencer, de entre los que han sido especialmente sonados las cancelaciones de acuerdos comerciales con compañías como Coca Cola, la separación de su pareja el rapero italiano Fedez, o la reciente salida de Fabio Maria Damato, director ejecutivo de sus compañías Fenice y TBS Crew, y carente de toda responsabilidad sobre las mismas desde el pasado 16 de junio.

Una salida y un cese que desde las compañías de Ferragni han enmarcado bajo el paraguas de un estratégico proceso de “renovación” corporativo, para el que según el semanario Milano Today la influencer está igualmente apunto de experimentar un último golpe en contra, con el cierre de su “flagship store” en la vía Vincenzo Capelli de Milán. Establecimiento icónico de la firma de moda de Ferragni, que abría sus puertas al público el 26 de julio de 2017 como la primera “boutique” monomarca de la firma de la influencer, y establecimiento que, según el citado medio, está previsto que termine cerrando sus puertas al público este próximo mes de agosto, como resultado de la caída de las ventas y de la pérdida de “aspiracionalidad” que habría experimentado la firma de la influencer tras el estallido de las causas del “Pandoro Gate”.

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