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CCOO carga contra Inditex y la acusa de buscar “reventar la huelga” en Cabanillas

Madrid – Continuando con las informaciones, en profundidad y en detalle, que ya ofrecíamos ayer desde FashionUnited sobre el incendiado clima de conflictividad laboral en el que se mantiene la plantilla del centro logístico Inditex Plataforma Cabanillas desde hace ya cerca de una semana, desde el sindicato Comisiones Obreras (CCOO) han salido a cargar nuevamente contra la multinacional de la moda española, por su falta de implicación en las negociaciones que puedan llevar a la resolución del conflicto. Una huelga que así por tanto se mantiene según lo previsto con la naturaleza de indefinida, a la espera de cualquier nueva decisión que se pueda tomar tras la reunión que el Comité de Empresa mantendrá con la dirección a las 16:00h de esta tarde, con el objetivo de “acercar posturas”.

Ofreciendo de este modo una última actualización sobre la situación que se vive en estos momentos en el centro logístico con el que Pull&Bear —una de las principales marcas de moda joven del Grupo Inditex— cuenta en la localidad castellanomanchega de Cabanillas del Campo, entre los detalles adelantados ya ayer por FashionUnited sobre la huelga que mantienen los trabajadores desde el pasado jueves 20 de noviembre, faltaba por saber cuál realmente había sido la respuesta que desde Inditex habían dado, ante ese ultimátum lanzado el sábado día 22 por el sindicato CCOO. Organización sindical que junto a Fetico y Co.Bas —y sumando entre las tres mayoría dentro del Comité de Empresa— se encargó de llamar a los trabajadores a secundar esta huelga indefinida, y desde la que invitaban así este pasado fin de semana nuevamente a Inditex a que se sentase a negociar las medidas que pudieran servir para avanzar hacia la resolución de este mismo conflicto laboral. Una mano tendida, que eso sí acompañaban desde CCOO de la advertencia de que, para el caso de “no recibir respuesta el lunes”, día 24, “antes de las 12:00h” del mediodía, “la cosa se pondrá más seria en el piquete y cambiaremos el rumbo que estamos teniendo” para la defensa de las demandas de los trabajadores.

Partiendo de este último estado de las negociaciones que, hasta ahora, contábamos como referencia para saber cómo sigue evolucionando esta huelga, ha sido ya esta misma mañana de miércoles, 26 de noviembre, cuando desde la delegación sindical de CCOO en Inditex Plataforma Cabanillas han informado de que la compañía no ha atendido a sus demandas, y de que desde Inditex siguen resistiéndose a abrir nuevas negociaciones con los representantes de los trabajadores. Unas posiciones firmes que denuncian desde CCOO que la multinacional de la moda española está mostrando, mientras adopta medidas de presión encaminadas no sino, y de manera consciente, a tratar de desactivar la huelga.

Presencia de la Guardia Civil y de trabajadores eventuales

Tras denunciar a este mismo respecto que la compañía, primero y con antelación, ya trató de presionar a los trabajadores mediante la celebración de “reuniones informativas”, organizadas por la empresa después de que la plantilla rechazase por amplia mayoría el preacuerdo para el IV Pacto Laboral de Plataforma Cabanillas; para desde ahí continuar empezando a tratar ya de desactivar la huelga y de desmovilizar a los trabajadores, sostienen desde CCOO, “recordándoles” que perderían 177 euros por cada día de paro —según los cálculos de la organización sindical en realidad serían 130 euros—, finalmente es como llegamos a lo sucedido durante el primer día de huelga, el pasado jueves 20 de noviembre. Una jornada que llegó marcada por el amplio seguimiento al paro que le dieron los trabajadores en plantilla de la plataforma logística de Pull&Bear, pero también por la presencia en las instalaciones de un amplio dispositivo de agentes de la Guardia Civil.

A la luz de lo acontecido durante aquella mañana, ya desde CCOO emitieron un amplio y duro comunicado desde el que denunciaban la existencia de cargas por parte de los agentes contra los trabajadores del centro logístico, al tiempo que acusaban a Inditex de haberse decidido a cruzar una “línea roja” con su postura de optar, antes que por la negociación, por silenciar “con golpes el derecho a la huelga de la plantilla de Cabanillas”. Unos hechos con los que la compañía logró mantener una cierta actividad dentro de la planta, gracias a la entrada, escoltados por los agentes, de trabajadores eventuales, pero que desde la sección sindical de CCOO en los centros logísticos de Inditex no dudaron sin embargo en tildar como un suceso “inaceptable” el “que, en pleno ejercicio del derecho fundamental a la huelga, la compañía haya recurrido a cargas policiales con porras para facilitar la entrada de personas trabajadoras temporales en las instalaciones”.

Acompañando esas palabras de una exigencia mediante la que desde CCOO reclamaban a Inditex “el cese inmediato de cualquier actuación coercitiva, policial o interna, que pretenda desactivar la huelga”, la realidad sin embargo ha llevado a que esos mismos hechos denunciados por la organización sindical, hayan terminado por imponerse como la auténtica realidad bajo la que ha pasado a operar desde el pasado 20 de noviembre la planta logística de Pull&Bear de Cabanillas del Campo. Un centro logístico que desde CCOO denuncian que sigue manteniendo parte de su actividad, gracias a los trabajadores eventuales que a cada nuevo turno de trabajo agentes de la Guardia Civil se encargan de escoltar al interior de las instalaciones, metiendo presión y contribuyendo a la desactivación efectiva de la huelga. Una práctica completamente ilegal, tal y como queda contemplado en el Artículo 6.5 del Real Decreto-ley 17/1977, de 4 de marzo, sobre relaciones de trabajo, en el que se establece que “en tanto dure la huelga, el empresario no podrá sustituir a los huelguistas por trabajadores que no estuviesen vinculados a la empresa al tiempo de ser comunicada la misma, salvo caso de incumplimiento” de los servicios mínimos, si los hubiera. Punto de la norma que del mismo modo deja claro el subterfugio legal que le estaría valiendo a Inditex para incorporar a esos trabajadores eventuales, que se fijan en torno a unos 100 los que de manera habitual forman parte de la plantilla de la planta, junto a los 378 trabajadores fijos, y a los que se habrían podido llegar a incorporar aquellos contratados como refuerzo para estas fechas del Black Friday, y por tanto de manera independiente y previa a la convocatoria de esta huelga por parte de CCOO, Fetico y Co.Bas.

Aún así y no obstante, “llevamos siete días viendo la misma escena”, en la que “mientras casi toda la plantilla fija mantiene una huelga legítima, la empresa obliga a los trabajadores eventuales a entrar, haciéndoles atravesar el piquete escoltados por la Guardia Civil”, denuncian desde CCOO. Una dinámica que viene a demostrar cómo, añaden, “en lugar de asumir responsabilidades, escuchar a su gente y sentarse a negociar”, desde Inditex “prefieren forzar, intimidar y dividir”. Y no es que sea “solo una falta de respeto” hacia los trabajadores en huelga, tratan de poner en un mayor contexto desde el sindicato, sino que además es una “forma de presión intolerable sobre quienes tienen contratos más precarios”.

“Siete días así ya no es una situación puntual”, advierten desde CCOO, “es una estrategia consciente para reventar la huelga”. Un paro para el que, tal y como señalaba Raúl Casado, presidente del Comité de Empresa, al comienzo del mismo, “si no se ha alcanzado el 100 por cien del seguimiento es porque los trabajadores y trabajadoras eventuales”, que “renuevan su contrato en pocos días”, indicaba, “han recibido presiones por parte de Recursos Humanos para que acudieran al centro”. Una denuncia que lanzaba Casado, al tiempo ya entonces en el que informaba de que se requeriría una Inspección de Trabajo para que comprobase que no se estaba vulnerando la legalidad, después de haber advertido de que en el interior de la planta “jefes de equipo y gestores”, apuntaban desde CCOO, estaban “haciendo tareas que no hacen habitualmente como puede ser cargar camiones o preparar pedidos y mercancías”.

En lucha por la equiparación salarial

Como foco de sus reclamaciones, las organizaciones convocantes siguen reclamando una sustancial mejora sobre los términos contemplados en ese preacuerdo para el IV Pacto Laboral de Plataforma Cabanillas, que fue rechazado por el 64,83 por ciento de los trabajadores del centro logístico el pasado mes de octubre. Unas mejoras que, en sus líneas generales, demandan que deberán ir dirigidas a garantizar una plena equiparación salarial real con el resto de las plataformas logísticas de Inditex, y en particular con la otra plataforma con la que cuenta la marca Pull&Bear en el municipio coruñés de Narón.

“No es comprensible que nuestros salarios estén tan alejados de los de la plataforma hermana de Pull&Bear, cuando nuestra plataforma asume el 85 por ciento de la producción y nuestro volumen de trabajo es muy superior”, sostiene Casado. En respuesta, y como principal base de sus reclamaciones, se mantiene, precisan desde CCOO, la reclamación para un “aumento de los salarios para asimilarlos a los de la plantilla de la otra Plataforma de Pull&Bear, con la que hay una diferencia anual de 5 000 euros al año por hacer el mismo trabajo”; así como también acordar “más beneficios sociales” y medidas que lleven a “aumentar la contratación” y el refuerzo de los equipos. Una serie de demandas para las que, como ultimísima hora, el Comité de Empresa y la dirección del centro logístico se reunirán esta tarde de miércoles, 26 de noviembre, a las 16:00h de la tarde para tratar de “acercar posturas”.

En resumen
  • La huelga indefinida en el centro logístico de Inditex en Cabanillas (Pull&Bear) continúa sin avances reales en las negociaciones, a la espera de lo que pueda terminar de ocurrir en el encuentro que las partes mantendrán a las 16:00h de este miércoles, 26 de noviembre.
  • Como última actualización antes de esa reunión, Inditex ha sido acusada por CCOO de emplear tácticas de presión para desactivar la huelga, incluyendo la presencia de la Guardia Civil, el uso de trabajadores eventuales y la realización de tareas no asignadas por parte de jefes de equipo y gestores, lo que CCOO considera ilegal.
  • Los trabajadores exigen una equiparación salarial con otras plataformas logísticas de Inditex, especialmente la de Pull&Bear en Narón, con la que existe una diferencia anual de 5.000 euros entre los trabajadores por el mismo trabajo, así como también mejoras en beneficios sociales y contratación.
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