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Boicot contra Zara desde el mundo árabe

Por Jaime Martinez

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Zara Atelier, colección cápsula “Collection 04”. Créditos: Tim Walker, para Zara.

Madrid – Siguen amplificándose los nocivos efectos del actual conflicto armado que vienen sosteniendo el estado de Israel y el grupo paramilitar palestino Hamás desde el pasado 7 de octubre, en lo que, como ya veníamos apuntando desde comienzos de este mismo mes de diciembre desde FashionUnited, ya ha llevado a un buen número de compañías occidentales a terminar situadas en el centro de lo polémica, acusadas de manera sistemática, y sin pruebas, de apoyar y/o de hasta financiar al Gobierno y al ejército israelí en la acción armada que están llevado a cabo sobre la Franja de Gaza, como respuesta a los centenares de secuestros perpetrados por Hamás al sur de Israel que sirvieron de inicio para la contienda. Unas acusaciones que han llevado a promover férreos y firmes boicots en su contra desde distintos y varios países del mundo árabe, al que ahora se acaba de sumar un nuevo boicot, en esta ocasión contra la firma de moda española Zara, principal cadena y buque insignia del Grupo español Inditex.

Practicando una breve recapitulación, como ya apuntábamos al comienzo de estas líneas, hace escasamente una semana desde FashionUnited ya descubríamos cómo desde distintos países árabes, y de manera destacada desde Marruecos, se venía sosteniendo un decidido boicot contra compañías internacionales como McDonald’s, KFC, Starbucks o H&M, acusadas, de manera injustificada, de apoyar y/o de financiar al Gobierno y al ejército israelí en su incursión sobre la Franja de Gaza. Acusaciones que habían terminado generando una fuerte contestación y rechazo por parte de la población local hacia esta suma de cadenas, y de sus productos, en lo que había terminado llevando a que desde el país alauí hasta distintos medios progubernamentales apuntasen directamente a que tanto Starbucks como H&M, golpeadas por los efectos del citado boicot, iban a terminar de dejar de operar en el país y a cerrar todos sus puntos de venta, para a partir de este mismo 15 de diciembre. Un extremo que se encargaban de desmentir desde la compañía kuwaití Alshaya Group, la socia franquiciada para la región de ambas compañías, para el caso además de H&M a través de unas declaraciones ofrecidas a FashionUnited desde las que abiertamente apuntaban a que “continuaremos operando tiendas de H&M en el país”. Aspecto que no obstante aseguraban con matices, abriendo la puerta a que, como parte de su compromiso con “nuestro negocio en Marruecos”, sí era “posible que se produzcan algunos cambios en nuestras tiendas”, que justificaban que se darían, no como consecuencia de ningún boicot, sino como parte de la sostenida estrategia que mantienen por tratar de “maximizar” el potencial de la marca entre la población local.

Zara Atelier, colección cápsula “Collection 04”. Créditos: Tim Walker, para Zara.

Partiendo así pues de esta serie de antecedentes, es como llegamos a este pasado jueves día 7 de diciembre, en el que desde Zara se decidían a terminar de “alegrar” su oferta para esta temporada Otoño/Invierno de 2023/2024, mediante el lanzamiento de la cuarta, y hasta ahora última, nueva colección de su serie “Atelier”. Una línea producida en edición limitada y que se destaca de manera singular entre la oferta de la cadena, tanto por la originalidad que tratan de desprender sus diseños como por la calidad de los materiales empleados para su fabricación, que celebraba su cuarta entrega mediante el lanzamiento de una última colección cápsula centrada en la revisitación de la chaqueta como prenda de indumentaria. Un propósito para el que desde el equipo creativo de Zara han diseñado un total de seis piezas, sobre las que ya entrábamos a tratar en profundizar desde FashionUnited el mismo día de su lanzamiento, y que desde la cadena presentaban a través de una serie de hermosas fotografías, protagonizadas por la modelo Kristen McMenamy y disparadas por el reconocidísimo fotógrafo británico Tim Walker. Una familia de instantáneas, que no obstante han terminado soliviantando el ánimo de un buen número de miembros de la comunidad de clientes de Zara, y el de otra buena parte del público general, procedente en su mayor parte de países árabes, hasta el punto de haber terminado de inundar durante todo este pasado fin de semana las redes sociales con llamamientos constantes al boicot contra la cadena de moda española.

Llamamientos al boicot

De este modo, si incomprensibles y sin justificación ya resultaban los boicots lanzados y promovidos en contra de las compañías occidentales a las que se las sigue acusando, sin pruebas, de apoyar y financiar al estado y al ejército de Israel, todavía más carente de toda razón se nos muestra este ataque lanzado de manera completamente gratuita contra Zara. Ataque cuyo motivo viene alimentado, por si todavía no te habías terminado de percatar de ello, en el fondo y en la ambientación escogida para sostener las imágenes de la campaña fotografiada por Tim Walker. Una serie de fotografías que, en respuesta al carácter “artístico” y al propósito por querer “revolucionar” la chaqueta desde su percepción estereotipada como prenda de indumentaria tradicional, se han ambientado en la suerte de taller de un pretendido artista. Una estética que aquellos que así lo han querido ver no han dudado en hacer asimilar con la que se respiraría en la Franja de Gaza, acusando a la cadena en respuesta de apoyar la violencia contra la población civil palestina que se está derivando de los ataques perpetrados en la zona por el ejército israelí.

Zara Atelier, colección cápsula “Collection 04”. Créditos: Tim Walker, para Zara.

Siguiendo de este modo con la estética, real, de la propuesta para la campaña, dando paso a esta “nueva realidad” para la chaqueta como tipología de indumentaria que llega de la mano de esta última colección “Atelier” de Zara, en las fotografías disparadas por Tim Walker lo que podemos descubrir es a la supermodelo norteamericana Kristen McMenamy surgir cual Venus de entre los muros de una caja de madera, posando como modelo que se dispone a ser inmortalizada por este pretendido pintor o escultor desconocido, y rodeada del habitual polvo, de los restos de moldes y de cuadros que se amontonan a montones sobre las paredes de esta recreación de taller en aparente renovación. Una estética por la que como bien señalamos se vienen volcando durante todos estos tres últimos días duras acusaciones en contra de la cadena española desde las redes sociales, las más suaves y benévolas desde las que se tilda a Zara de “insensible” frente al sufrimiento de los palestinos, entre además encendidos llamamientos al boicot, y en lo que ya ha llevado a la cadena a retirar una de las fotografías de la campaña de su cuenta oficial en Instagram. En concreto, y como todavía puede descubrirse en la misma fotografía que sigue mostrando la cadena en su página online oficial, en la que puede verse a McMenamy portando al hombro una escultura envuelta en una especie de canvas o papel Kraft de embalar blanco. Una composición que no deja de sobresaltar ni de extrañar dentro de la temática y de la estética escogida para la campaña, pero que se ha pretendido asimilar con la de un cuerpo envuelto en un sudario blanco, como los que tristemente han venido protagonizando algunas de las imágenes de guerra que se han producido desde que estallase este conflicto que aún se libra entre Hamás y el ejército de Israel.

Sin que la retirada de esta concreta fotografía haya terminado de enfriar, ni mucho menos, los ánimos entre los seguidores de la cadena en las redes sociales, en las últimas horas han seguido produciéndose y sucediéndose los mensajes desde la cuenta oficial de Zara en Instagram desde los que se sigue llamando al boicot contra la cadena de la moda española como respuesta a esta última campaña. Arremetidas entre las que encontramos declaraciones tan áridas y violentas como las que señalan que “qué vergüenza, millones de personas en el mundo boicotean vuestros productos”; a que “espero que todas vuestras tiendas cierren”; “Zara será el próximo Starbucks”; “¡Qué vergüenza! ¡Están cancelados de por vida!”; “No pidáis que se disculpen, incluso si lo hicieran, ahora sabemos sus verdaderas intenciones y nuestro dinero no debería destinarse a ninguna empresa que apoye el genocidio!”; “¡Qué vergüenza Zara! Borrar la publicación anterior no cambia nada”; o simplemente apuntan la palabra “Boicot”. Comentarios todos ellos que suman, ya no cientos, sino miles y decenas de miles de “Me gusta” en la popular red social.

Zara Atelier, colección cápsula “Collection 04”. Créditos: Tim Walker, para Zara.

Al margen incluso de las redes sociales, medios como el tunecino “Business News” han llevado a sus plataformas digitales las imágenes de la campaña, apuntando a cómo en respuesta una ola de “indignación” viene proclamando un llamamiento al boicot contra la firma de moda, tanto en Túnez como desde el resto de los países islámicos y del mundo árabe. Un llamamiento que lejos de frenar parecen salir a instigar desde el mismo medio, apuntando incluso a cómo usuarios de las redes sociales consideran que la campaña se ha inspirado en los “crímenes sionistas cometidos en Palestina” y a modo de una suerte de alabanza al “genocidio en Gaza”, hablando de un “entorno en ruinas con modelos envueltas en mortajas”, y a renglón seguido de que “las fotos más explícitas habían sido eliminadas por la marca” en las redes sociales. Acusaciones todas ellas frente a las que, si bien no de manera oficial, pero sí oficiosa, desde Zara y desde Inditex habrían empezado ya a responder a través de sus socios franquiciados en cada país, negando naturalmente el que la campaña se encuentre inspirada en la crisis que se vive en la Franja de Gaza, al igual que en nada que se sitúe más allá del ámbito de lo artístico y de la moda, desde unas fotografías que se habrían tomado a mediados del mes de septiembre, mucho antes de que ni siquiera se vislumbrara el que podría terminar teniendo lugar una crisis como la que terminó abriéndose el pasado 7 de octubre entre Israel y Hamás.

Segunda polémica en dos años a raíz del enfrentamiento entre israelíes y palestinos

Más allá de esta última polémica y de este último boicot promovido desde el mundo árabe en contra de la cadena española, esta no resulta la primera ocasión en la que Zara se ve envuelta en la permanente pugna entre israelíes y palestinos. Contando como el más inmediatamente anterior antecedente a este boicot, en el boicot que trató de alzarse contra la cadena española hace justamente cerca de un año, a comienzos del pasado mes de noviembre de 2022, en aquella ocasión derivado del apoyo que Joey Schwebel, socio franquiciado para el mercado israelí de Inditex, y propietario a través de la compañía Trimera Brands de todos los derechos de explotación de su diversificado portafolio de marcas comerciales para el país, había brindado al controvertido político israelí Itamar Ben-Gvir, líder del partido de extrema derecha Otzma Yehudit (Fuerza Judía).

Zara Atelier, colección cápsula “Collection 04”. Créditos: Tim Walker, para Zara.

En respuesta a ese apoyo, cuestionado por las incendiadas declaraciones del político contra los Derechos Humanos, a partir de mensajes homófobos y a favor de la expulsión de los ciudadanos árabes de Israel, la población palestina terminaba decretando un firme boicot, cuyo foco ponían ya entonces, no únicamente en los negocios operados por el mismo Schwebel en Israel, estado desde el que también actúa como socio comercial franquiciado de otras compañías como Nike o Gap, sino en todo el negocio de estas empresas, a nivel global. Una acción de protesta que terminaba escalando a niveles hasta entonces sin precedentes, después de que Mahmoud Habbash asesor para los asuntos religiosos e islámicos del presidente del estado de Palestina, Mahmoud Abás, y el principal juez de los tribunales de la Sharía de la Autoridad Palestina, terminase por emitir una “fatua”, o edicto religioso, llamando a boicotear todos los productos de Zara, la principal cadena de moda de Inditex, en todo el mundo, hasta que la compañía cancelase su contrato de asociación con Trimera Brands. Un extremo que desconocemos si terminó de darse, pero frente al que desde Inditex sí salieron a responder anunciando que se tomarían “las medidas apropiadas” y que en ningún caso las posiciones mostradas entonces por su socio “representan ni reflejan la política y la opinión de la empresa”.

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