Bernard Arnault (CEO de LVMH) invierte en su competidor Richemont
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Richemont y LVMH son rivales en la industria del lujo, compitiendo en varios segmentos del mercado y por la misma base de clientes de alto poder adquisitivo, así como en la expansión de su presencia global. Por tanto, no fue sorprendente que surgieran preocupaciones cuando Bernard Arnault, presidente y CEO de LVMH, adquirió acciones de Richemont.
En una entrevista con la cadena estadounidense CNBC, citada en FashionUnited.COM por mi compañero Don-Alvin Adegeest, Arnault enfatizó que su participación no está relacionada con la estrategia corporativa de LVMH, sino que se trata de una pequeña inversión personal.
Además, el directivo del grupo francés aseguró que mantiene una relación positiva con Johann Rupert, accionista mayoritario de Richemont, y afirmó que la inversión es parte de la cartera más amplia de su familia.
“Tenemos una buena relación y le aseguré que nunca haré nada en su contra”
“Conozco bien al propietario, el señor Johann Rupert de Richemont”, dijo Arnault. “Tenemos una buena relación y le aseguré que nunca haré nada en su contra. Si compré algunas acciones, es porque mi gestor de cartera las adquirió. Pero es una participación muy minoritaria y estoy muy content”, explicó ante el revuelo generado.
Según el diario financiero Nairametrics, el grupo suizo Richemont está bien protegido para mantener su independencia. Aunque su presidente Johann Rupert posee solo el 10.2 por ciento de las acciones de la compañía, Rupert controla el 51 por ciento de los derechos de voto.
Según el informe anual más reciente, ningún otro inversor importante posee el 3 por ciento o más de los derechos de voto de la empresa, consolidando aún más la posición de Rupert. “Quiere seguir siendo independiente. Y estoy completamente de acuerdo con eso”, confirmaba además a este respecto Bernard Arnault en sus declaraciones.
“Quiere seguir siendo independiente”
Aunque existen razones financieras y estratégicas que podrían hacer atractiva una inversión en Richemont, para el CEO de LVMH, los riesgos asociados, incluyendo conflictos de interés, regulaciones antimonopolio y percepciones de transparencia, hacen que el sector no termine de relajarse ante dicha inversión.
Una inversión personal es menos probable que desencadene problemas de competencia en comparación con una adquisición corporativa. Sin embargo, envía una señal clara sobre el interés de Arnault en Richemont, lo que podría influir en las percepciones del mercado y potencialmente en la estrategia de Richemont.
Richemont registró ingresos de 5,268 millones de euros para el periodo finalizado el 30 de junio de 2024, una disminución del -1 por ciento comparado con el mismo periodo del año anterior (5,322 millones de euros). A pesar de esta caída, los ingresos representan un crecimiento significativo del +40.85 por ciento sobre los niveles de 2019.