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Adidas sacará a la venta sus productos de Kanye West (y donará los beneficios)

Por Jaime Martinez

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Photo Credits: Modelo Yeezy Boost 700 Mauve desarrollado por Adidas Originals en colaboración con Kanye West. Adidas, fotografía de archivo.

Madrid – Con el claro objetivo de poner fin a la sangría que viene causando sobre sus cuentas de resultados el millonario divorcio que vienen protagonizando junto a Kanye West, el artista ahora conocido como Ye, después de que se decidieran a finales del pasado mes de octubre de 2022 a rescindir “con efecto inmediato” la asociación que venían manteniendo desde 2016 con el exmarido de Kim Kardashian, desde Adidas se han decidido a sacar a la venta las existencias con las que todavía cuentan de productos fabricados bajo el paraguas de la línea Yeezy de Adidas, desarrollada junto al popular rapero y diseñador. Unos artículos con un valor de venta en el mercado de unos 1.200 millones de euros, cuyo coste la firma de moda deportiva tiene clara intención de recuperar, eso sí destinando los beneficios a diferentes organizaciones internacionales.

En una reunión mantenida esta jueves, 11 de mayo de 2023, entre la actual dirección de la compañía alemana y un grupo de sus principales inversores, ha sido el mismo Bjørn Gulden, director ejecutivo de Adidas desde comienzos de este mismo año, el que se ha encargado de explicar que la compañía alemana pasará a vender parte de las actuales existencias que todavía guarda almacenadas, fruto de su asociación con Kanye West. Una posibilidad por la que se ha terminado decantando la compañía, decidiéndose a destinar los beneficios de su venta a distintas organizaciones internacionales, representantes de algunos de los distintos colectivos que hubieran podido haberse sentido singularmente afectados por las declaraciones vertidas por el controvertido artista estadounidense a comienzos del pasado mes de octubre. Momento en el que Ye, nombre oficial del artista después de que decidiera a adoptarlo como propio en 2021, terminó copado no pocos titulares por las declaraciones tildadas de antisemitas y racistas que vertía a través de las redes sociales. Un comportamiento que le sirvió para ser baneado en las plataformas de Instagram y de Twitter, y que venía a sumarse al igualmente controvertido uso de una camiseta con el lema “White Lives Matter” de la que hacía uso para asistir a la presentación de la última colección de su firma Yeezy, organizada en el marco de la Semana de la Moda de París celebrada a comienzos de octubre de 2022. Mes que terminaba con la casa Balenciaga y el Grupo Kering negando públicamente cualquier colaboración en curso con el artista, y con Adidas sumándose al Grupo Gap decidiéndose a cortar y a rescindir “con efecto inmediato” su asociación comercial con el rapero y diseñador.

Tras esta decisión, que mantiene enfrentadas todavía ante los tribunales tanto a Adidas frente a Kanye West por haber roto sus obligaciones al violar las cláusulas de ejemplaridad de su asociación, como a Adidas frente a un grupo de inversores que la acusan de haber ocultado información sensible a los accionistas de los riesgos que entrañaban para sus acciones la asociación con el músico estadounidense, a la multinacional alemana se le presentaban tres únicos escenarios: sacar a la venta los excedentes que ya contaba producidos de la línea Yeezy de Adidas, destruir todas las existencias, o donar los artículos para cumplir su palabra de cancelar la distribución y la venta de todo producto relacionado con el músico. Alternativas frente a las que finalmente han optado por tirar por una vía intermedia, que permitirá a la compañía cubrir pérdidas, al tiempo que mantener el valor de su marca y colaborar con una amplia serie de organizaciones internacionales contribuyendo a financiar sus proyectos a favor de la inclusión o la sostenibilidad.

“Lo que estamos tratando de hacer ahora con el paso del tiempo, es vender parte de esta mercancía”, puesto que “quemar los artículos no sería una solución”, habría apuntado el mismo Gulden en la reunión frente a los accionistas de Adidas de este jueves 11 de mayo, tal y como se han encargado de recoger desde la agencia Reuters. Declaraciones que habría acompañado de ese apunta sobre la donación de los beneficios a distintas organizaciones internacionales, pero por ahora sin haber entrado a concretar, ni Gulden ni desde Adidas, a qué organizaciones concretas irán destinados esos beneficios, como tampoco cuándo tienen pensado empezar a sacar a la venta los artículos, ni si representarán el total o una pequeña parte, y qué parte, del stock que mantienen almacenado el que terminarán poniendo a la venta. Siendo estos unos artículos que, habría alcanzado a apuntar el director ejecutivo de Adidas, se han decidido por descartar su donación, para evitar que terminasen llegando al mercado de una manera no controlada a través de las plataformas de reventa, en lo que podría haber terminado alimentando las falsificaciones, como así tampoco su eliminación por cuestiones de naturaleza sostenible. No habiéndose igualmente entrado a concretar todavía desde Adidas sí, tal y como apuntan distintos medios, y desde la misma agencia Reuters, de ese beneficio destinado a la donación, quedaría excluido el 15 por ciento de la facturación de cada producto que, tal y como quedaría establecido en el acuerdo, Adidas debería abonar a Ye en concepto de comisión por la venta de los artículos de la línea Yeezy.

Resultados de la investigación interna

Para completar las últimas actualizaciones que, en el marco de la misma reunión, desde Adidas se habrían decidido a brindar sobre los efectos que está generando para la compañía todo lo relacionado con la liquidación de su asociación con Kanye West, del encuentro también habría terminado participando Harm Ohlmeyer; director financiero de Adidas, y precisamente uno de los demandados a título personal, junto a la compañía y a su anterior director ejecutivo, Kasper Rorsted, en Estados Unidos en una demanda colectiva desde la que se les acusa de ocultar de manera deliberada los riesgos para los inversores de la asociación de Adidas con Ye.

A este respecto, Ohlmeyer habría alcanzado a asegurar durante esta última reunión que la investigación abierta de manera interna para investigar las supuestas malas conductas de Ye en su relación con miembros de los equipos de Adidas, mediante reuniones en las que, supuestamente, habría llegado a mostrar fotografías de naturaleza pornográfica, verter comentarios antisemitas o a acosar a empleadas de la compañía, no había alcanzado a demostrar la veracidad de tales acusaciones y sospechas. Pero sí, el que el comportamiento del cantante llegó a generar un complicado ambiente de trabajo dentro de Adidas, en respuesta a lo cual desde la dirección de la multinacional alemana se encuentran en proceso de implementar nuevas medidas que traten de evitar problemas similares a futuro.

Un divorcio con nuevas pérdidas por valor de 400 millones de euros

En términos económicos, tras hundir sus beneficios un -70,44 por ciento al cierre de su último ejercicio fiscal, Adidas ha abierto el nuevo ejercicio de 2023 firmando un primer trimestre durante el que la compañía se ha mantenido en unos niveles de facturación relativamente planos, pero recogiendo unas pérdidas netas por valor de -30 millones de euros. Primer resultado en negativo que la compañía llega a registrar en los últimos 31 años, y que habría sido precisamente consecuencia directa de la pérdida de ingresos por valor de hasta 400 millones de euros que habría llegado a representar la no venta de productos de la línea Yeezy de Adidas, durante solamente este primer trimestre del año.

De no corregirse esta situación y de no darse finalmente salida al stock que atesora Adidas de los artículos producidos bajo esta línea, tal y como su director ejecutivo ya ha anunciado que la compañía sí va a pasar a hacer, donando los beneficios, desde Adidas contemplaban que la compañía dejase de ingresar hasta 1.200 millones de dólares este año, que se sumarían a los 600 millones de euros que la compañía dejo de ingresar por su venta, en 2022. Una caída de sus niveles de facturación que finalmente, y ante la falta de previsión inicial de lograr compensar los gastos de producción, esperaban que se terminase por reflejar en unas pérdidas sobre su beneficio operativo de 500 millones de euros, para este año de 2023.

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