Adidas, demandada por “ocultar” los riesgos de su asociación con Kanye West
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Madrid – La multinacional europea Adidas, compañía líder y de referencia a escala global dentro del ámbito de la moda y del equipamiento deportivo, acaba de ser acusada por parte de sus mismos accionistas por un presunto fraude derivado del engaño y la ocultación de información que habrían practicado relacionada con su ya extinta asociación con Ye, el artista estadounidense antes conocido como Kanye West. Una alianza comercial para la que, sostienen los demandantes, Adidas y su anterior directiva, liderada por el ya exdirector ejecutivo de la compañía Kasper Rorsted y por su todavía director financiero Harm Ohlmeyer, no habrían llegado a informar debidamente ni a tomar las medidas necesarias para proteger los intereses de la compañía, ni los de sus accionistas, frente a la cada vez más errática manera de actuar del polifacético rapero, y todo ello a pesar de, alegan, ser un comportamiento que ya conocían y sabían que guardaba un peligroso potencial para las cuentas de la multinacional alemana, y para el valor de sus acciones.
Presentada el pasado 28 de abril ante al Tribunal Federal de Distrito para Oregón de los Estados Unidos por el fondo de inversiones HRSA-ILA, la demanda se dirige tanto contra Adidas como contra Kasper Rorsted y Harm Ohlmeyer, a los que se acusa de haber infringido la ley de mercado de capitales de los Estados Unidos, al “tergiversar” y “no revelar” hechos adversos relacionados con la compañía, en referencia a la supuesta ocultación que tanto la empresa como su directiva habría realizado sobre los riesgos asociados con su otrora lucrativa asociación comercial con la firma Yeezy, del rapero, diseñador y compositor estadounidense Kanye West, ahora conocido simplemente como Ye. Una alianza que emprendían en torno al año 2013, y sobre la que elevaban el perfil, a la vista de los buenos resultados, a mediados del ejercicio de 2016, y para la que finalmente desde Adidas se decidían a rescindir todos sus vínculos con West y con su marca Yeezy, “con efecto inmediato”, a finales de este pasado mes de octubre de 2022, después de tener que salir a dar respuesta a las cada vez más sonadas y polémicas declaraciones que venía concatenando públicamente, y a través de sus redes sociales, el artista estadounidense.
Tal y como se han encargado de anunciar desde entonces desde la multinacional alemana, esta rescisión de sus vínculos comerciales guarda el potencial de terminar generando unas pérdidas por valor de hasta 1.800 millones de dólares para la compañía, en una caída de su rentabilidad que ha pasado a verse ya reflejada sobre el valor de sus acciones. Unos títulos que, en su cotización en la Bolsa de Nueva York, han debido de hacer frente en menos de un año a una caída de su cotización de un -14,24 por ciento, pasando de los 102,21 dólares por acción a los que los títulos de la compañía alemana cotizaban hace ahora justamente un año, hasta sus actuales 87,66 dólares por título. Depreciación que se achaca en buena medida a las pérdidas generadas por la mala gestión llevada a cabo por Adidas y por su anterior ejecutiva en relación con la asociación de la compañía con Kanye West.
Ocultación deliberada del comportamiento y de los riesgos de la asociación con Kanye West
Partiendo de estos antecedentes, trazados en sus líneas más generales, en su escrito de demanda colectiva presentado ante el tribunal de Oregón, y a la que invitan a sumarse a todos aquellos accionistas que “compraron o adquirieron valores de Adidas en Bolsa entre el 3 de mayo de 2018 y el 21 de febrero de 2023”, desde HRSA-ILA exigen una indemnización económica por los daños ocasionados a sus inversiones, como consecuencia de la información “engañosa” que desde Adidas y su ejecutiva se estaba practicando, al no revelar de manera fidedigna los riesgos reales que suponía para la compañía su asociación con Kanye West.
Para sostener sus alegaciones, desde el fondo de inversiones se afirma, y se adjunta como documentación para apoyar su demanda, a la que han tenido acceso medios estadounidenses como la NBC, Abc News o The Fashion Law, el Informe Anual de 2018 de Adidas, publicado el 13 de marzo de 2019, en el que los demandados “ignoraron problemas graves que afectan a la asociación y el riesgo potencial resultante para los accionistas, al referirse en general a los riesgos que representaban las personas son las que Adidas se había asociado, en lugar de aclarar que la empresa en realidad había considerado terminar la asociación como resultado del comportamiento personal de West, o cómo la reputación de la empresa podría verse afectada si su comportamiento relacionado con la compañía se llegase a hacer público”. Recurriendo en contra a recoger una serie de consideraciones generales, relacionadas con los posibles “riesgos” que entrañaban para la empresa las “prácticas comerciales poco éticas por parte de los socios comerciales o el comportamiento inadecuado de atletas, influencers o socios de la industria del entretenimiento” y que “podrían tener un efecto indirecto negativo en la reputación de la empresa”. Un lenguaje que, sin citar a West, fue el mismo que terminó viéndose reflejado en los informes anuales de Adidas de 2019, 2020 y 2021, sostienen los demandantes, sin mencionar claramente “los riesgos relacionados con la asociación” con la marca Yeezy. Y todo ello a pesar de que, tal y como se encargó de recoger el Wall Street Journal en una publicación con fecha de noviembre de 2022, y que se ha incorporado como prueba de la acusación, hacía al menos 4 años que la directiva de Adidas había entrado a discutir “los riesgos de continuar una relación con Kanye West que temían que pudiera estallar en cualquier momento”.
Desde todo lo apuntado, desde HRSA-ILA infieren que Adidas y su ejecutiva en consecuencia “hicieron declaraciones falsas y/o engañosas y no revelaron que: (1) Ademas de otras conductas indebidas, Kanye West hizo comentarios antisemitas frente al personal de Adidas; (2) Adidas estaba al tanto de su comportamiento y no advirtió a los inversores que tenían conocimiento de ese comportamiento, y que habían estado considerando terminar la asociación como resultado; (3) Adidas no tomó las medidas de precaución debidas para limitar la exposición financiera negativa si la asociación terminaba como resultado del comportamiento de West; (4) Adidas exageró las medidas de mitigación de riesgos y se estaban tomando con respecto a los zapatos Yeezy en caso de que se rescindiera la asociación; (5), como resultado, las declaraciones públicas” de la compañía “fueron falsas y/o engañosas en todos los momentos críticos” relacionados con la asociación. De tal manera que, y partiendo de la base de que con sus difusas declaraciones en sus informes anuales “sabían o deliberadamente ignoraron” que estas resultaban, cuanto menos, “engaños”, sostienen los demandantes, desde HRSA-ILA se presenta una reclamación ante el Tribual atendiendo a la sección 10(b) de la Ley del Mercado de Valores de los Estados Unidos, desde la que se prohibe el uso de cualquier “servicio, esquema u artificio para defraudar”, imponiendo responsabilidades por cualquier declaración errónea u omisión de un hecho material relevante con respecto a un valor cotizado. Responsabilidades que ademas de a Adidas extienden, a título personal, a Rorsted y a Ohlmeyer, “debido a sus altos cargos” de responsabilidad al frente de la compañía, y en función de los cuales, aseguran los demandantes, “conocían la información no pública adversa sobre los estados financieros falsos de Adidas”.
“Tenían el deber de difundir información precisa y veraz con respecto a la situación financiera y los resultados de las operaciones de Adidas, así como de corregir de inmediato cualquier declaración pública emitida por Adidas que se hubiera vuelto materialmente falsa o engañosa”, sostienen los demandantes. Además, debido a que “ejercieron su poder y autoridad para hacer que Adidas participase en los actos ilícitos denunciados”, destacan sobre el papel jugado tanto por Rorsted como por Ohlmeyer, ellos mismos “participaron en la conducta ilícita” que “artificialmente infló el precio en el mercado de los títulos de Adidas”.
En respuesta a estas acusaciones, si bien, al menos por el momento, no ha trascendido ningún mensaje ni comunicado emitido por parte ni de Rorsted ni de Ohlmeyer, a título personal, desde la multinacional deportiva sí han querido salir al paso de la demanda interpuesta en su contra, remitiendo unas breves líneas a los ya citados medios de noticias estadounidenses. Unas declaraciones desde las que apuntan a cómo desde Adidas “rechazamos rotundamente estas afirmaciones infundadas y tomaremos todas las medidas necesarias para defendernos de ellas enérgicamente”.