Roberto Botticelli, el propietario de la empresa Roberto Botticelli, entra en acción contra las empresas que venden productos de marca falsificados. Para hablar sobre este tema, ha visitado la tienda flagshipstore en Ámsterdam.“Mira,” dice el italiano mientras con un par de zapatos de la línea limited sports en sus manos. “Lo han falsificado todo. La forma del zapato, la suela, los accesorios y todos los detalles. Nuestra marca tiene el mismo tipo de letra. Incluso se ha copiado completamente la caja. Hasta aparece la dirección de la fábrica.” Roberto Botticelli indica las diferencias entre la copia y el zapato verdadero. Esa diferencia se encuentra especialmente en el material que se ha utilizado - piel de menos calidad e incluso plástico- y en los aspectos técnicos: el acabado del zapato falso no es tan bueno y es menos fuerte que el verdadero.
En agosto, Roberto Boticelli recibió un aviso de la aduana holandesa notificándole que a través del puerto de Róterdam se había introducido en el país una partida de copias ilegales de la marca procedentes de China. Se trata de 30.000 zapatos y 10.000 camisetas. No todos los productos falsificados se recuperan; por lo tanto, una gran parte sale a la venta en el mercado europeo.
La empresa calcula que estas copias producirán un perjuicio de 80.000 euros. Para Roberto Botticelli eso no es lo peor, así lo dice: “Indirectamente es perjudicial para nuestra marca. Simplemente por el hecho de que las personas que compren esos zapatos falsificados pensarán que nuestro calzado es de muy mala calidad.”
Motivo suficiente para luchar contra las copias. Lo primero que ha hecho la empresa es contratar a una agencia de investigación que va a investigar cómo se distribuyen los zapatos. A continuación, un jurista llevará ante los tribunales a aquellos que venden las copias.
