Report: Paris haute coutureweek

Mientras que el asunto Galliano ensombrece la semana de los desfiles de alta costura de París, la casa Christian Dior no ha sido la única en intentar escribir una nueva página en su historia para el próximo invierno… Los diseñadores buscan

sus referencias. Para alcanzar el éxito en este periodo de transición, la búsqueda de nuevas estrategias es una prioridad.

Con el objetivo de superar las dificultades de financiación, el creador francés Franck Sorbier organizó su primer desfile abierto para todo el público y, como colofón, deleitó a los allí presentes con la cantante Shy'm. Mediante la venta de entradas (entre 31 y 8.000 euros), la casa espera conseguir suficiente dinero para llenar sus arcas.

La diseñadora neerlandesa Iris van Herpen controla a la perfección este enigmático arte: el leitmotiv de la nueva artesanía. Sus creaciones oníricas se inspiran en una nueva técnica basada en la imagen digital. Durante su desfile, seguido con atención por Manish Arora, Julien Fournié y Steffie Christaens, la joven diseñadora desveló un excelente trabajo con materiales revolucionarios: plásticos y fibras tecnológicas, provenientes de sectores tan variopintos como la arquitectura, la construcción naval o incluso la mecánica aplicada.

El reciclaje y el desarrollo sostenible son los protagonistas de la colección del brasileño Gustavolins. “Devolver la vida a pedazos de tela y crear belleza con casi nada” fue el principal objetivo de su segunda colección de alta costura: once modelos, íntegramente construidos a partir de telas en caída (gasas vaporosas, seda, georgette y piel), reorganizados en un mosaico.

Los diseñadores parisinos hacen alarde de un agudo sentido de este “nuevo lujo a medida”. La alta costura se vuelve menos ostentosa y más llevadera. Por ejemplo, una sencilla camiseta de algodón o de tul trenzado se combina con una falda recta entallada de plumas para Didit Hediprayseto o también con una falda de neopreno antracita lacada de asfalto para Christophe Josse.

Esta temporada, el calendario "ON" estuvo tan apretado como los seatings de las salas más concurridas de la capital, con 23 desfiles programados del 4 al 7 de julio, a un ritmo de unos ocho shows al día.

Este condensado de lujo "made in France", espolvoreado de shows "OFF", plantea el eterno dilema para las redactoras de moda: ¿privilegiar las grandes casas de costura o apoyar a los creadores menos conocidos como Yiqing Yin (ganadora del segundo Premio Andam 2011), con la esperanza de lograr un importante descubrimiento?

Para terminar, el gran regreso de Azzedine Alaïa, a sus 71 años o los 35 años de carrera de Jean Paul Gaultier coincidieron con la participación de recién llegados, como Giambattista Valli, Maxime Simoëns, Alexandre Vauthier o Julien Fournié, quienes "refuerzan aún más el calendario de la alta costura", observa Didier Grumbach, encantado con esta programación que demuestra la riqueza de la oferta parisina en materia de alta costura.

De nuestro corresponsal

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