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Reacción de la moda a denuncias en India “es insuficiente”

Por FashionUnited

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A pesar de las promesas de cambio e iniciativas con buenas intenciones de algunas empresas europeas y americanas de vestimenta, los trabajadores textiles en la región de Tamil Nadu, al sur de India siguen siendo explotados.

Así

se señala en el informe “Maid in India” dado a conocer ayer por el Centre for Research on Multinational Corporations -una organización independiente holandesa sin ánimo de lucro que escruta a las grandes multinacionales- y el India Committee of the Netherlands -una ONG del mismo país impulsora de la campaña Clean Clothes (Ropas Limpias) contra la explotación vinculada al comercio textil.

El informe hace un seguimiento a la situación denunciada con el reporte “Captured by Cotton” sobre las condiciones laborales de quienes trabajan para los proveedores de marcas como C&A, Diesel, American Eagle Outfitters, Primark, Decathlon, Philips van Heusen (Tommy Hilfiger) y Quicksilver, y las españolas Inditex, El Corte Inglés y Cortefiel.

En ese momento, las marcas de ropa “prometieron frenar los abusos, y en algunos casos incluso adoptaron pasos concretos”, dicen las ONGs, que destacan especialmente en este renglón a C&A y Primark. Los documentos de “Maid in India demuestran algunas mejoras bajo la presión de los compradores activos, pero describe cómo se siguen realizando grandes abusos”, agregan.

Los proveedores mencionados son Eastman Exports, KPR Mill, SSM India, y Bannari Amman, cuatro de los más grandes fabricantes de vestimenta en la región, que producen para marcas occidentales. La primera de las empresas es proveedora de El Corte Inglés, Cortefiel y Pull And Bear (Inditex), según el informe.

Estos proveedores, según el informe, recurren a lo que se llama el “esquema Sumangali”, mediante el cual los trabajadores -en su mayoría mujeres menores de 18 años de la casta más baja de la India- viven en un alojamiento de la fábrica sin posibilidades de contactar a sus familias, salir solas o afiliarse a sindicatos. Los trabajadores realizan largas jornadas, en algunos casos hasta de 24 horas, y son frecuentes los abusos físicos y verbales. Al final del período del contrato, pocas veces se paga lo pactado y si las trabajadoras quieren abandonar antes el trabajo, no reciben paga alguna.

Foto: Textiles en India

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