PFW: una temporada prometedora
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“A menudo, salvo en el caso de las grandes casas de moda, no se trata de una historia de marca. Cada diseñador desarrolla su propio universo. En París, una colección aplaudida por todo el mundo, no es una buena colección. Una colección debe ser controvertida. Si todo el mundo está de acuerdo, no estamos ante una buena colección. En este caso, merece más la pena desfilar en Nueva York o en Milán", explica Jean-Paul Cauvin, redactor de moda de Fashion Daily News.
Tras un éxito fulgurante, la casa Balmain se centra en lo esencial. Desde la temporada pasada, Christophe Decarnin, su director artístico, consigue que los extranjeros fantaseen jugando con el espíritu néobourgeois de las parisinas. Ídem para el próximo invierno. La mujer Balmain se viste sexy y barroca; damascos de terciopelo y brocado negro o púrpura bordado con hilos dorados. El regreso del brillo en todo su esplendor se confirma con Balmain. La tendencia del terciopelo también, como en el caso del diseñador indio Manish Arora, Christian Wijnants o RM by Roland Mouret. La colección de este francés afincado en Londres mezcla el astracán, el terciopelo, el doble crespón y la seda, llevados en slim, faldas asimétricas, vestidos entallados y chaquetas drapeadas color carne, burdeos o gris aluminio. Carla Bruni-Sarkozy no estuvo presente en la primera fila del desfile, pero le regaló al diseñador lo mejor que podía ofrecerle. El martes 2 de marzo, enfundada en un vestido tubo azul petróleo, la primera dama francesa se atrevió con esta prenda “segunda piel”, firmada RM by Roland Mouret, en la cena de honor del presidente ruso Dmitri Medvedev, en París. “Un ceñido audaz”, tituló el Daily Mail". El vestido de Bruni (que llevó sin sujetador) escandalizó a la prensa anglosajona, pero al mismo tiempo sirvió de fantástico reclamo publicitario para el creador fetiche de las estrellas. El cuero o el símil cuero (Christian Dior, Gareth Pugh, Barbara Bui) y las pieles (Chapurin, Viktor & Rolf, Anne Demeulemeester) siguen imponiéndose entre los materiales icono de la temporada.
Interrogado por FashionUnited sobre la salud de la industria de la moda parisina, Didier Grumbach, Presidente de la Federación francesa de costura, prêt-à-porter y de los modistos, se mostró confiado: “En Paris, salvo en el caso de Christian Lacroix, las casas de moda han hecho gala de un buen instinto de supervivencia. Prueba de ello es que los creadores siguen siendo objetos de deseo para los apasionados de la moda en todo el mundo”. A cuatro días del cierre de la Fashion Week, Didier Grumbach recordó la regla de oro de la moda parisina: “El marketing por sí solo no funciona en París. El único modo para que los diseñadores se adapten al mundo, es innovar. La creación es la que marca la diferencia. El marketing sigue las tendencias, pero las tendencias no son creación”.
De nuestro corresponsal en ParísFoto 1: Balmain F/W 2010
Foto 2: RM by Roland Mouret F/W 2010
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