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Más cadenas de moda desembarcán en África

Por FashionUnited

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Celio, Guess, Mango…las marcas europeas de moda se instalan cada vez más en el Sur del Sahara con la ayuda de emprendedores locales. Su objetivo: encontrar las necesidades de una clase media creciente. Los fashionistas de la África

Subsahariana ya no necesitan viajar a las grandes ciudades europeas para conseguir lo último en moda. Por ejemplo la cadena de moda española Mango, presente en más de 100 países, ha afirmado sus ambiciones africanas el año pasado, desarrollando una red (o a punto de hacerlo) en Costa de Marfil, Senegal, Nigeria, Benín, Camerún, Botsuana, Angola y en Uganda. “No son sistemáticamente los mercados de masa, pero tenemos un mercado por asaltar”, explica Isak Halfon, responsable de la expansión internacional del grupo. Y Laurence Poulaillon de la cadena de moda Celio Francia declara: “estimamos que el potencial de desarrollo en África del Oeste es la implantación de unas veinte tiendas”.

En
general, las marcas internacionales de textil que asaltan la África subsahariana disponen de una red en los países del Maghreb desde hace alrededor de una década. “Celio está implantado en Túnez desde 1997 dónde posee un parque de diez tiendas, en Marruecos desde 2002 con doce tiendas y Libia desde 2006 con dos locales”, indica Laurence Poullaillon.

Para implantarse eficazmente en el continente, la mayoría de las marcas eligen a los franquiciados con ciertas garantías y sobre todo financieras. Mango, Etam y Wrangler, son representados en Abidjan, Dakar y Douala por Amoudé­ Fakhry, heredero de una rica familia de origen libanesa, que presenta un histórico en la industria textil algo nefasto por las importaciones asiáticas.

Si las marcas internacionales de textil deciden implantarse en la África Subsahariana, es porque sienten que el mercado es maduro. “He descubierto Mango durante un viaje en Europa. Me alegró saber poco tiempo después que la cadena de moda abría una tienda en Abidjan dónde trabajo y luego en Douala dónde vivo” , testifica Mireille, una joven publicista de 29 años.

“La llegada de las franquicias internacionales ha permitido aumentar el consumo de la clase media”, declara Isak Halfon de Mango. Africa (y otros países en desarrollo) siempre han tenido acceso a antiguas colecciones vendidas a precios irracionales. Ahora la oferta parece ser más adaptada y con precios accesibles.

Fotos: Tiendas Mango en Dakar (Senegal) y Benetton en Casablanca (Marruecos)

Mango
Sub Sahara