Moda con ética: Elena García eco-couture

Afincada en Londres desde hace 20 años, la española Elena García es una precursora de la moda ética. Cuando los diseñadores empezaban a dar sus primeros pasos en esta dirección, ella lanzaba su colección de ropa ecológica para la

noche y dejaba claro que la responsabilidad social y el cuidado del medio ambiente no estaba reñida con el lujo y el diseño.

“Un

producto ético es un producto caro, y para atraer al consumidor, debe parecer caro”, explica la diseñadora que además de llevar sus marcas “Elena García EcoCouture” y “Sew Last Season” es una activa promotora de la moda sostenible y miembro del Ethical Fashion Forum, The Eco Designers Network, y Conscious Designers Collective entre otros.

¿Porqué te has decantado por la moda ética?
Porque odio el desperdicio y no puedo ignorar lo que estamos haciendo con el medio ambiente.

¿Tú que lo has vivido en primera persona, cuéntamos cómo ha sido la explosión de moda ética en Londres?
Pues no fue totalmente una explosión. Allá por el 2005, cuando yo estaba en la universidad estudiando moda fui a ver la exposición de moda ética “Estética” del British Fashion Council, había muy pocas marcas y se conocían todos. Poco a poco y con la ayuda de periodistas y famosos se empezaron a mover conceptos, empezaron a salir nuevas marcas que tenían buen diseño y las revistas de moda se dieron cuenta. Los productos del movimiento ecológico y ético se convirtieron en algo que sólo la clase media alta se podía permitir, formando parte de un estilo de vida, junto con la comida, el diseño de interiores y la tecnología híbrida, un lujo. Yo lancé mi primera marca en el 2006. No había nadie que hiciera ropa ecológica para la noche, sólo un par de marcas en Estados Unidos. En el 2009 surgió un nuevo grupo de marcas con ropa de élite. Ahora las marcas nuevas tienen la sostenibilidad en cuenta, porque es una herramienta de promoción muy fuerte para el negocio, pero todavía es algo lento.

¿A qué público mueve estas marcas?
La moda ética gusta mucho a la prensa, a los consumidores informados, a la gente con cultura que entiende cómo se hacen las cosas, gente con alto poder adquisitivo. Gracias a gente como Livia Firth y Lily Cole, la moda ética está en Vogue y Tatler, por ejemplo, pero todavía como moda ética, separada de la alta costura o el Pret A Porter de las pasarelas.

¿Cómo ves la moda ética o sostenible en España?
La veo muy bien. En España hay mucho entusiasmo y un grupo muy interesante de profesionales. Se pueden hacer cosas grandes.

Como consultora y miembro de varias organizaciones de moda ética, te pediría que hagas un poco de “futurología” y nos cuentes cómo ves al mercado de la moda en 15 años.
Las marcas de lujo deberán mostrar credenciales sostenibles, porque la sostenibilidad y la transparencia son ya un lujo y es lo que el consumidor espera. Dentro de 15 años será la norma. No nos queda otra.

¿Qué consejo darías a quien quiera encaminarse en el campo de la moda ética en España?
Que estudien bien el mercado de prendas que quieren vender y comparen precios con las marcas no éticas. Un producto ético es un producto caro, para poder atraer al consumidor, debe parecer caro, los detalles de buen diseño deben estar presentes de modo que justifique el precio visualmente ante el consumidor. Es muy difícil que el consumidor se gaste el dinero en una prenda que sea igual que otra no ética muchísimo más barata, el consumidor no sólo compra con el corazón, y sobre todo ahora, que nadie tiene dinero. El buen diseño debe estar presente en el producto, la ética debe ir por dentro.

(Entrevista: Daniela Santos Quartino)

Foto: Colección Elena Garcia eco-couture