Angola en busca de inversores extranjeros
Por FashionUnited
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“Nuestro objetivo es darla vuelta a esta situación”, añade este hombre de negocios que ha juntado a más de 30 estilistas africanos para la feria de moda organizada en diciembre en Luanda.
En Angola, el 87% de la población urbana vive en las favelas y pocos privilegiados se benefician de un poder adquisitivo exorbitante gracias al petróleo y se pueden permitir alquilar casas de 15.000 dólares mensuales cuando no son viviendas compradas.
El problema en Angola no es para adquirir un coche rutilante o alojarse, pero sí para vestirse. La capital angoleña alberga a 5 millones de habitantes pero cuenta con un único centro comercial: Bellas Shopping situado en las afueras residenciales de Luanda Sul. La minoría no tiene otra opción que comprar fuera del país. Alexandra Pinto de Andrade, empleada en una compañía petrolera consigue sus prendas “chic” gracias a una red de amigas que compran en las grandes ciudades europeas, en Brasil o en Asia. A veces, esta treintañera encuentra lo que busca en Londres dónde va cada año de vacaciones o en los Estados-Unidos cuando se desplaza por asuntos profesionales. “Lo más interesante para las mujeres fashionistas de Angola es ir una vez al año a Dubai para cargarse completamente de ropa”, reconoce Alexandra. Y para captar a esta clientela Angola intenta volver a lanzar el sector textil , muy desarrollado antes de la guerra civil (1975-2002).
El país había sido el primero en África en cultivar el algodón y el pasado mes de Julio el gobierno anunciaba que tres fábricas de algodón se volverían a abrir.
En paralelo, Angola intenta atraer a su territorio a las casas de costura extranjeras. “Nuestra meta es que los estilistas, los productores y los modelos de Angola interactúen con los extranjeros para aprender de ellos”, explica Matos Cardoso.
“Hay países de África dónde la moda representa una industria, especialmente en la confección, como en Senegal, Mali, Costa de Marfil. Nos gustaría hacer lo mismo.”, confiesa. El creador portugués, Nunno Baltazar podría ser el primer diseñador en invertir en el país. Disponiendo de una clientela angoleña en su taller de Lisboa, ha presentado recientemente en la Fashion Business Angola sus creaciones como vestidos de cocktail en tonos acidulados cuyos precios pueden alcanzar los 5.000 dólares por pieza.
Foto: Angola Fashion Week
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