Alta costura: la fábrica de sueños

Después de la moda masculina y de los salones profesionales, el primer mes del año ha terminado con éxito. Del 24 al 28 de enero, una veintena de pequeñas y grandes casas de costura se instalaron en la capital francesa durante las presentaciones

primavera-verano 2011. Esta actividad es una auténtica fábrica de sueños que permite dar rienda suelta a la creatividad de los diseñadores, pero para la mayoría de las marcas de moda, sigue siendo deficitaria.

Esta temporada, la casa Chanel ha encabezado el número de pases: Karl Lagerfeld ha desfilado 65 modelos, mientras que Elie Saab ha sacado 41 y Christian Dior, 32. El director artístico, que ha logrado relanzar la marca centenaria con una colección “rejuvenecedora”, se enorgullece de contar con una “nueva clientela procedente de nuevos continentes” que da vida a las 200 manos del taller de la calle Cambon.

«El desfile de costura es la estrella en lo alto del árbol de Navidad y, por supuesto, genera repercusiones comerciales y en el ámbito de la comunicación», asegura Claude Mialaud, Director de costura de Jean-Paul Gaultier, cuyo objetivo es mantener el “equilibrio financiero con respecto a la actividad de la alta costura”.

Por su parte, la casa Armani apunta hacia la luna. La marca italiana presentó una colección digna de Pierre Cardin el pasado 24 de enero en París y registró unas ventas con un incremento del 45% en 2010. La Alta costura no se apaga y aún le queda mucho camino por delante. Chanel, Jean Paul Gaultier y Christian Dior no han cometido ningún fallo y triunfan. Las tres casas apuestan de nuevo por un valor seguro: el refinamiento a la francesa. Para su última colección, bautizada Punk Cancan, el enfant terrible Gaultier recupera sus clásicos: el smoking, el corsé o el blusón marinero. Introduce humor y muchísimo chic en cada uno de sus modelos, especialmente aplaudidos por Catherine Deneuve y Pedro Almodovar.

Una de las estrellas es el vaquero, que apareció el pasado martes en los desfiles de Chanel en el Pabellón Cambon. En su versión costura, se presenta en tul, abotonado en los tobillos y conjuntado con una túnica de rejilla de cristal o de muselina plisada y bailarinas de satén negro. El efecto rejuvenecedor (tan deseado) está garantizado.

Gran admiradora del Museo Rodin, la casa Dior ha sabido crear una magnífica pasarela en la que se unen moda y arte. Esta colección se inspira en los años 50, siguiendo la tendencia "Mad Men", y para ello John Galliano se ha sumergido en la sofisticación de los dibujos de René Gruau, célebre ilustrador de la casa Dior que ha “mordido” la moda de la Postguerra y el New Look. La cosecha de esta temporada primavera-verano se compone de obras de arte textiles con hombreras ahuecadas y cinturas de avispa: faldas voluminosas de tul, plumas de avestruz, plisados voluminosos, claroscuros de rojo, azul, amarillo claro, efecto gouache y tinta China...

"La Alta costura es uno de los pilares de Dior y ofrece creatividad y emoción a la marca. Vamos a mantenerla durante mucho tiempo”, asegura Bernard Arnault, Presidente del grupo LVMH, a propósito de la longevidad de la actividad Alta costura Christian Dior.

Con un plazo de fabricación de 4 semanas a un mes, estas creaciones únicas cuestan de 40.000€ à 120.000€. En Maison Martin Margiela, cada modelo requiere un número de horas de trabajo necesarias para la fabricación. Anclada en la tradición de la Alta costura, Givenchy, quien encarna con audacia la elegancia parisina, desveló sus novedades en una presentación exclusiva y privada. Entre sus piezas clave, cabe destacar un vestido totalmente bordado con lentejuelas que necesitó más de 4.000 horas de trabajo… ¡Una costura increíble!

De nuestro corresponsal en París

Fotos de arriba a abajo: Elie Saab, Christian Dior, onauratoutvu