Un aire dalinesco para la campaña de Sisley
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La nueva campaña Sisley primavera-verano 2009 abandona la rigurosa formalidad de un estudio fotográfico para entrar en el
espacio ilimitado del desierto sudafricano.La tercera campaña firmada por Camilla Akrans apuesta por pocos elementos tangibles: los cuerpos, un marco dorado, la arena. Todo el resto es inmaterial y mutable: la luz, el cielo, el espacio. El centro lo ocupa el protagonista: la ropa Sisley.
El conjunto narra una forma de vestir impalpable y ligera; un vestir formado por sedas fluidas, movidas por una brisa imaginaria, por siluetas delicadas e inconstantes como los médanos de arena, de colores neutros y naturales como las nubes.
Y cuando las prendas se hacen masculinas, la sobriedad y la elegancia refinada entran en sintonía con la esencialidad y el rigor del desierto.
La ambientación es vagamente irreal —imposible no pensar a un cuadro de Dalí— un desierto, un marco vacío, listo para acoger lo real y confundirlo con el retrato.
La campaña será lanzada en todo el mundo con pósteres, letreros, páginas de revistas y materiales en los puntos de venta. A principios de febrero de 2009