Trent aterriza en el canal físico: el futuro del lujo ya no es poseer, sino compartir

Aunque el modelo de alquiler de moda ya ha consolidado su rentabilidad en mercados maduros como el estadounidense o el británico, en España sigue posicionándose como una propuesta incipiente. Aun así, empieza a ganar tracción entre consumidores que priorizan la sostenibilidad y la flexibilidad, lo que abre nuevas oportunidades para las empresas del sector que buscan diversificar sus modelos de negocio y adaptarse a un perfil de cliente en transformación.

Fundada por Laia Cuscó y Alejandro Assens en 2022, la plataforma online Trent ya se había ganado un lugar en el radar de estilistas, pero su reciente desembarco con un establecimiento físico en el corazón de Barcelona marca un nuevo capítulo en su proyecto y el consumo de moda en nuestro país. Uno en el que el acceso sustituye a la propiedad, y el vestir bien deja de ser sinónimo de acumulación.

Con 470 metros cuadrados distribuidos en cuatro zonas y diseñado por el estudio p0, el espacio de Trent se presenta como algo más que una tienda: archivo, galería, showroom y hub cultural conviven en una propuesta editorializada y estética que busca educar, inspirar y transformar.

“Queremos educar a una nueva generación en cómo consumir moda de forma responsable, sin renunciar a la creatividad ni al estilo”, resume Alejandro Assens, cofundador y CEO de la firma. La apertura del espacio físico ha permitido a la marca ampliar su archivo, incorporar nuevas firmas y acercarse a una audiencia más amplia. La rotación de las prendas —que suelen tener una vida útil de entre seis meses y dos años— se acompaña de un meticuloso sistema de limpieza y mantenimiento para que “cada persona reciba una prenda en perfecto estado, como si fuera la primera vez que se usa”, indica Assens. Y en caso de desperfectos graves, el cliente debe adquirir la prenda.

El lujo se comparte

Los alquileres puntuales, así como con la posibilidad de adquirir las prendas una vez probadas conviven con un sistema de suscripción mensual desde los 145 euros que se pueden contratar presencialmente en la tienda y permite a los usuarios acceder de forma continua a piezas seleccionadas de su archivo, sin necesidad de comprarlas.

Se trata de una fórmula que busca fidelizar a una comunidad creativa, fomentar el uso recurrente y reducir el consumo impulsivo. “La suscripción mensual está abierta a todo el público. Nace con el objetivo de acercar el diseño de autor a más personas”, explica Assens. Lejos de limitarse a estilistas o insiders, la propuesta apunta a cualquier persona que busque una alternativa consciente y expresiva para su forma de vestir.

Liderada por Laia Cuscó, CPO de la marca la curaduría va del streetwear a la sastrería genderless o los accesorios que se eligen bajo criterios tanto estéticos como éticos. “Trabajamos con diseñadores que admiramos por su propuesta, su compromiso con la producción responsable o su narrativa”, señala Assens. En la tienda conviven marcas de culto con otras más desconocidas, abriendo el apetito estético de una clientela cada vez más dispuesta a explorar.

Diseñadores independientes, emergentes y de lujo, tanto nacionales como internacionales se dan cita de esta manera tanto en su nuevo espacio fisico como en la web “Queremos que nuestros clientes puedan acceder a prendas que no encontrarían en tiendas convencionales”.

La tienda está abierta para que cualquiera pueda descubrir el espacio, explorar el archivo y probarse libremente, aunque quienes busquen una experiencia más personalizada pueden reservar fitting rooms sin coste adicional. La propuesta se completa con activaciones culturales, charlas y desfiles que amplían la visión del vestir como experiencia.