Singularu abre su primera tienda en Mallorca: “Nuestra expansión física y digital va de la mano de la comunidad”
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La firma de joyería valenciana Singularu refuerza su presencia en el mercado nacional con la apertura de su primera tienda en Mallorca. Ubicado en el número 14 de la Avenida de Jaume III, uno de los ejes comerciales más transitados de Palma, el nuevo establecimiento se suma a una red física en crecimiento que complementa su consolidado canal digital.
La inauguración, acompañada de un fin de semana con actividades, descuentos y propuestas para su comunidad de clientas, responde a la estrategia de expansión de la compañía, que ya cuenta con 64 puntos de venta en todo el país.
Para profundizar en la evolución del negocio, su enfoque omnicanal y los desafíos que enfrenta la producción local en la industria de la joyería, hablamos con Cristina Aristoy, cofundadora y directora ejecutiva de la marca.
Singularu ha logrado consolidarse como una marca líder en joyería en España. ¿Cuáles dirías que han sido los principales factores detrás de este crecimiento sostenido?
Te diría que la clave para este crecimiento sostenible ha sido que siempre hemos estado muy atentas a las tendencias y a lo que realmente quieren nuestras clientas. Nos encanta innovar y ofrecer diseños que sean actuales, personalizables pero lo hacemos siempre desde el análisis de qué quieren nuestras clientas.
Después, considero también que una pieza clave de nuestro crecimiento ha sido que, aunque empezamos como marca digital, desde el principio tuvimos claro que la combinación de online y tiendas físicas era el camino a seguir. Nuestra primera tienda fue un experimento en nuestra oficina de Valencia, y funcionó tan bien que decidimos apostar fuerte por este modelo.
La tienda física nos ha permitido acercarnos más a nuestras clientas y darles una experiencia de compra mucho más completa. Es como que la parte offline y la online se complementan y se ayudan para que la experiencia general sea mucho más potente.
¿Cuál es la clienta Singularu?
Me encanta esta pregunta porque nos la hacemos todo el rato. Creemos que la clienta Singularu puede ser cualquiera. Cualquier persona que quiera brillar y le apasione el mundo de las joyas y la moda.
Si nos ponemos más técnicas y con todo el análisis que hemos hecho, nuestra clienta, es una mujer joven —millenial o Gen Z— que apuesta por la calidad y la personalización sin la necesidad de gastarse una fortuna. Valora la cercanía, la naturalidad y le encanta estrenar.
Singularu nació como una marca digital y ha sabido integrar con éxito el canal físico ¿cómo fue este proceso? y ¿por qué tomasteis esta decisión?
El crecimiento retail ha sido uno de nuestros grandes aciertos. Actualmente tenemos más 64 tiendas en España y no hemos parado de crecer. Tomamos esa decisión porque creemos que la experiencia retail es genial para esas clientas que quieran ver y probarse las joyas.
Además, nuestras tiendas nos permiten conectar de una manera mucho más cercana con nuestras clientas. Sabemos que la compra de una joya es algo especial, y poder ofrecerles un espacio donde puedan tocar, probarse y recibir asesoramiento hace que la experiencia sea mucho más completa.
Por otro lado, el retail nos ha ayudado a reforzar nuestra comunidad y a conocer mejor lo que realmente buscan nuestras clientas. Al verlas en tienda, entender sus preferencias y escuchar sus opiniones en directo, hemos podido adaptar nuestros diseños y mejorar la experiencia de compra en todos los canales.
La expansión retail ha sido un pilar clave en la estrategia de la marca. En el proceso de expansión, ¿qué indicadores internos les han servido para decidir cuándo abrir nuevas tiendas o apostar por ciertos mercados?
Nuestro crecimiento siempre ha sido estratégico y basado en datos. Analizamos muy bien dónde están nuestras clientas, qué zonas tienen mayor demanda y cuál es el potencial de cada ubicación antes de tomar una decisión.
Esto nos ha permitido crecer de manera sostenible y asegurarnos de que cada nueva apertura sea un éxito. Y aunque nuestra base sigue siendo digital, sabemos que la omnicanalidad –online y físico– es lo que nos ha llevado hasta aquí y lo que nos seguirá impulsando en el futuro.
¿Cuáles son los retos de mantener una producción local en un sector donde muchas marcas optan por externalizar?
Muchos de nuestros proveedores son locales y eso nos ayuda a estar más en contacto con el producto, reducir tiempos y contribuir al tejido nacional empresarial. Nos gusta tener una relación cercana con los proveedores porque entienden muy bien nuestras necesidades, nos aconsejan y hay un grado de personalización y cuidado del producto mayor. Así que aunque muchas veces sea a mayor coste, vale la pena.
La DANA de octubre fue un reto enorme. Nos afectó mucho, pero también nos dejó una lección muy bonita que es la solidaridad del equipo, de las clientas y de los proveedores. Ver cómo todo el equipo y la comunidad se unieron para salir adelante nos hizo sentirnos más fuertes que nunca.
También aprendimos mucho en el proceso, a cómo actuar de manera rápida, a ser reales y transparentes con nuestras clientas contándoles un poco la situación y la respuesta y el cariño que recibimos fue lo más.
Singularu tiene perspectivas de internacionalización para este año. ¿Cuáles son los mercados clave en los que están interesados y por qué?
La internacionalización es nuestro mayor reto de este año, tenemos ya presencia online en Alemania, Irlanda, Francia, Italia... y ahora estamos centrando nuestros esfuerzos en crear comunidad online en esos países y tener presencia digital para, más adelante, esperamos que pronto, podamos estar presentes de manera física. Nada nos haría más ilusión, por eso, este año seguiremos trabajando hacía esa dirección.