New Balance estudia el cierre de todas sus tiendas en España y Portugal: 1.500 puestos de trabajo en riesgo
cargando...
La firma estadounidense New Balance, compañía especializada en el diseño, fabricación y venta de prendas y calzado deportivo, estaría barajando el cierre de todas sus tiendas en España y Portugal. Cerca de algo más de una veintena de establecimientos repartidos por ciudades como Lisboa, Sevilla, Valencia, Barcelona o Madrid, que actualmente opera bajo las etiquetas tanto de New Balance Store como New Balance Factory Store.
Con su decisión la compañía con sede central en Boston, en el estado de Massachusetts, buscaría dar un giro a la política que actualmente mantiene para su negocio en la península ibérica, acometiendo el cierre de toda su red comercial física con objeto de centrar sus operaciones en el canal online. Ámbito exclusivo por el que pasaría a mantenerse presente en España y Portugal, de terminar adoptándose una decisión que diferentes medios económicos, como CincoDías, ya adelantan que la multinacional tendría programado acordar antes de que finalice el año, y que llegaría a suponer la pérdida de más de 1.500 puestos de trabajo entre directos e indirectos. Empleos de los cuales cerca de unos 500 responderían a los puestos que la compañía actualmente genera de manera directa, y el resto a los que da soporte a través de la contratación de los servicios de cerca de unas 30 empresas procedentes de sectores como logística, seguridad o asesoramiento.
Lejos de resultar una decisión aislada, fuentes cercanas a la compañía de moda deportiva estiman que esta determinación formaría parte de la nueva hoja de ruta que la compañía habría trazado para Europa. Mercado para el que estaría barajando optimizar sus estructuras con otras salidas estratégicas en otros mercados como el ibérico, con vistas a reforzarse en la venta directa al consumidor a través del canal online. Un giro con el que buscarían implementar soluciones más cercanas a las que tan buenos éxitos están generando para competidoras directas de New Balance como la igualmente multinacional estadounidense Nike, al tiempo que reducen gran parte de los costes operativos asociados a alquileres y sueldos, en unos mercados europeos que siguen viéndose muy afectados por esta pandemia por coronavirus y sus sucesivas “oleadas” de contagios. Unos tiempos así pues de incertidumbres, que ya han llevado a otras multinacionales estadounidenses, como Gap, a repensar sus modelos comerciales para Europa, del mismo modo que ahora estarían haciendo desde New Balance.
Centralización de todas las operaciones para Europa en los Países Bajos
Actualmente New Balance opera en España y Portugal a través de su histórica filial Alfico. Compañía con sede en la localidad pontevedresa de Redondela fundada por Anna Scheidgen y Ágel Álvares, que se encarga de la distribución de los productos de New Balance para el mercado ibérico desde el año 1981, y con cuyo control se hacía la propia firma estadounidense en el año 2016, dejando al frente de la empresa, en calidad de directora general, a la propia Scheidgen.
Como parte del mismo plan estratégico que desde New Balance estarían pensado comenzar a implementar sobre su negocio europeo, desde la compañía liderada por Joe Preston, actual director ejecutivo de la multinacional deportiva, también estarían barajando el terminar por centralizar completamente todas sus operaciones para Europa en los Países Bajos. Región que actualmente ya se desempeña en el papel de centro logístico para la distribución de todos sus productos, en un rol que la propia Scheidgen reconocía, a comienzos del pasado marzo de 2020, que había causado no pocos problemas en el funcionamiento de Alfico y en las relaciones comerciales de esta con sus socios comerciales.
“Hemos tenido que adaptarnos a un sistema logístico centralizado en Holanda y no nos ha beneficiado, porque nosotros servíamos en 24 o 48 horas y en Holanda no estaban preparados y hemos tenido muchos problemas”, explicaba Scheidgen entonces en declaraciones a La Voz de Galicia. Una entrevista en la que ya apuntaba a sus planes para ir cediendo las labores de dirección de Alfico en favor de su hija mayor, y en la que desvelaba que entre los términos del acuerdo para su venta a New Balance, estaba el mantenimiento de esos mismos puestos de trabajo que ahora estarían en riesgo.
“Una de las condiciones que puse para la venta era que se mantuviese la plantilla, que incluso creció algo; hay 56 personas fijas pero contando el retail, serán 80 empleados”, entraba a explicar entonces Scheidgen. “Y si sumamos el personal de las tiendas”, añadía, serían “en torno a 150 personas”.
Rescisión del acuerdo con su socio minorista para España y Portugal
Como primer antecedente de toda esta serie de cambios que la multinacional tiene pensados acometer en Europa, y de manera más inmediata en el mercado ibérico, New Balance mantiene actualmente abierta una dura batalla legal con Experience Store. Compañía con sede en Madrid con la que contaba con un acuerdo de exclusividad para la distribución de los artículos de New Balance en la Península Ibérica desde el año 2011, en virtud del cual la compañía, participada a partes iguales por la propia Scheidgen, por Nacho Puig, consejero delegado de Hawkers, y por un tercer socio empresarial, se había venido desempeñando como la responsable de gestionar las tiendas de New Balance para los mercados de España y Portugal.
Según defenderían desde la multinacional estadounidense, en base a unas informaciones adelantadas por el medio económico Expansión a finales del pasado mes de noviembre, el acuerdo contaba con una fecha de expiración que se situaría en este próximo 31 de diciembre de 2021. Una máxima que rechazan desde Experience Store, desde donde argumentan que desde New Balance en todo momento habían dado a entender que el acuerdo se prorrogaría hasta, como mínimo, 2025, y que por tanto estarían tratando de llevar a acabo una rescisión unilateral del acuerdo. Cancelación que además estarían planteando con tan poca antelación, que estarían poniendo en serio riesgo a la plantilla de cerca de 250 trabajadores que forman parte de la compañía.
Ante el grave perjuicio que, a su parecer, supondría esta respuesta unilateral dada por parte de la dirección de la multinacional norteamericana, Experience Store interponía una denuncia ante el Juzgado de Primera Instancia de Pontevedra. Demanda en la que solicitaban una serie de medidas cautelares, como la obligación de que New Balance siguiera suministrando sus productos y colecciones a las tiendas operadas por Experience. Exigencias que eran finalmente rechazadas por el Juzgado, según se encargaban de adelantar desde el mismo medio económico a mediados de este mes de abril, en lo que finalmente parece haber venido a allanar el camino para este “reseteo” que desde New Balance parecen decididos a llevar a cabo sobre sus estructuras en España. Un punto al que se habría llegado después de que Experience Store rechazase, según se habrían encargado de destacar, la oferta de compra no vinculante que les habían hecho llegar desde New Balance al considerarla como insuficiente.