Minimalismo orgánico: nos adentramos en el nuevo showroom de zapatos Wonders
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Madrid- La firma alicantina de calzados Wonders acaba de inaugurar su nuevo showroom en sus oficinas centrales de Elche. Un espacio diseñado por el estudio de arquitectura de Tomás Amat y Pablo Belda, dominado por la luz y por líneas fluidas de inspiración orgánica. Una vanguardista combinación, que genera como respuesta una atmósfera futurista tan bien conseguida que sus fotografías —reales— parecen haber sido generadas de manera digital.
El objetivo del proyecto “no ha sido otro que renovar por completo la imagen de la firma a través de la creación de un showroom más amplio, que fuera capaz de transmitir la esencia de la elaboración artesana de calzado”, explicaba a través de un comunicado Tomás Amat, uno de los socios fundadores del estudio. Autor de un espacio que busca en todo momento dar “al producto el máximo protagonismo, pero sin renunciar por ello a la creación de una imagen de vanguardia”.
Espacio fluido de líneas orgánicas
La renovación de la antigua sala de muestras ha dado como resultado un nuevo espacio de aproximadamente 110 metros cuadrados, con él que los arquitectos buscaban adaptar este rincón, tan importante para compradores y clientes, a la propia evolución de la compañía. Creando en contraposición una estancia mucho más amplia que el original, a cuenta de la anexión de una pequeña oficina anexa.
“El programa de actuación ha resultado sencillo, con la única diferencia frente a la sala de muestras anterior, de que debíamos encajar también dentro de él un corner específico que sirviese de modelo para adaptarlo a futuras tiendas”, indicaba por su parte Pablo Belda, el otro socio fundador del estudio de arquitectura.
Como resultado, un llamativo y vanguardista diseño generado a partir de líneas fluidas y dinámicas de carácter orgánico, encargadas de dotar al espacio de una impronta única al tiempo que generan los diferentes rincones para la exposición del producto. Todo ello con el objetivo de lograr, en palabras de Amat, “la máxima superficie expositiva posible, sin sobrecargar el perímetro ni la parte central de la sala”, dónde aparecen dos pilares exentos “que distorsionan la visión continua” que se buscaba, pero que “hemos abrazado”, logrando “integrarlos en el espacio diáfano haciendo retroceder el contorno de las baldas de exposición”. Baldas que junto con el falso techo, modelado en base a las mismas curvas generadoras del proyecto, se convierten en las grandes protagonistas de la nueva sala.
El suelo, anteriormente de hormigón visto, se ha revestido con Tecnocemento blanco. Tono que también se ha introducido en el resto de los elementos del espacio, con la finalidad de unificar y homogeneizar la atmósfera del showroom, al tiempo que desmaterializar la estancia, con el único objetivo de resaltar las piezas de calzado, “el único elemento que debe destacar en este showroom”.
Una “falla” valenciana
Para la generación de las curvas y de los diferentes elementos del mobiliario expositivo, fabricado a medida, los arquitectos han recurrido a técnicas y modos de ejecución provenientes del mundo de las fallas.
Elementos fabricados a partir de módulos de porexpan, que han servido para confeccionar un espacio organizado a partir de tres niveles de baldas continuas de fondo variable, que van adaptándose al recorrido sinuosos del propio proyecto. Completado por unas piezas exentas de las mismas características y por una mesa central. Mientras que la zona del corner, aunque integrada, se ha diseñado de manera separada y con un lenguaje algo diferente, para que pueda adaptarse a las futuras necesidades de la empresa.
“Aplicar en este proyecto las técnicas artesanales de construcción de las fallas, las fiestas por excelencia de la comunidad valenciana”, apunta Amat, “ha sido toda una inspiración con la que hemos querido cargar de simbolismo, aún más, este trabajo”. Para el que los arquitectos han empleado “módulos de porexpan revestidos de poliéster, que nos han permitido jugar con esas formas orgánicas de las que venimos hablando”, además de proporcionar “la resistencia necesaria para la exposición del producto”. “Siempre resulta estimulante aprender de otros oficios”, añadía Pablo Belda.
Photo Credits: Cortesía de Tomás Amat Estudio de Arquitectura.