El calzado de la Comunidad Valenciana quiere renovarse
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El calzado de la Comunidad Valenciana busca conseguir fondos europeos que financien sus proyectos.
A través de Avecal y en colaboración con la Conselleria de Economia Sostenible, organizó ayer un seminario online para indicar a las empresas del sector del calzado hacia dónde deben destinar sus esfuerzos de I+D+i para poder recibir las ayudas europeas.
Y es que la Comisión Europea va a destinar una importante cantidad de recursos económicos para desarrollar proyectos basados en la investigación, las tecnologías, la sostenibilidad y en la creación de productos y servicios de alto valor añadido en la industria.
Volver a enfocar
En el encuentro, la project manager de “Re-Enfocar”, Alicia Olcina, explicó en qué consiste el proyecto, que nace con el objetivo de lograr que el sector del calzado “se active y se convierta en un sector más moderno, con productos más sostenibles y sea capaz de generar conocimiento para atraer talento entre las nuevas generaciones”.
Re-Enfocar busca así que la industria de calzado de la Comunidad Valenciana resista la actual situación de crisis, se recupere y se reconvierta. Para ello, este plan de actuación se estructura en cuatro bloques de acción que se centran en los fondos europeos, la cadena de valor, el consumidor y la sostenibilidad.
Olcina recordó a las empresas del sector que deben “conocer qué retos está sufriendo el calzado” para saber cómo deben adaptar sus estrategias y plantear proyectos, que estén alineados con los objetivos de la Comisión Europea.
La consultora enumeró como retos principales del sector la necesidad de disminuir la dependencia de materias primas, reducir los gastos energéticos, obtener un producto de mayor valor añadido, entender al nuevo consumidor y alinearse con los ODS para producir un zapato más sostenible.
Nuevos desafíos con vocación sostenible
En concreto, se habló de favorecer la implementación de técnicas de ecodiseño para reducir el impacto medioambiental del modelo de producción actual. Para ello, se planteó la posibilidad de reducir el número de materiales y componentes del zapato, seleccionar materiales más respetuosos medioambientalmente, establecer un proceso productivo que genere menos contaminación y sustituir los adhesivos con disolventes orgánicos por otros de base acuosa.
Otro de los desafíos fundamentales, en los que la industria del calzado debe trabajar, es la utilización de materias primas con propiedades sostenibles certificadas, la incorporación de materiales reciclados, la compra de materias a proveedores locales, la compra de materiales en cantidades adecuadas para reducir excedentes y la realización de un almacenamiento de materias óptimo para evitar su desaprovechamiento.
En materia de producción, el calzado también debe dar nuevos pasos. Sobre esta cuestión, Olcina apuntó que es conveniente reducir el consumo energético, el consumo de agua, establecer una adecuada gestión y etiquetado de los residuos generados, así como concienciar sobre la escasez de recursos ambientales a los agentes de la cadena de valor de la organización.
También se habló de los embalajes y la conveniencia de usar aquellos que estén fabricados con materiales sostenibles, y evitar el uso de los envases de plástico de primer uso. En cuanto a el área de transporte y distribución, Olcina insistió en que el sector debe intentar “utilizar sistemas de distribución compartidos o el transporte de materias o distribución del producto final mediante vehículos de modelo actualizado, EURO4”.
Además, se ha ahondado en la necesidad de trasmitir al consumidor los conceptos de fiabilidad y transparencia sobre las características del producto mediante certificaciones, así como de informarle sobre los beneficios de la compra sostenible.