¿Volverá YSL a sus inicios para renovarse?

La semana pasada Yves Saint Laurent borró su historial de Instagram, una narrativa de cuatro años de imágenes cargadas bajo la rigurosa supervision de su antiguo Director Creativo, Hedi Slimane. El camino fue despejado para dar paso a su sucesor Anthony Vaccarello, pero al hacerlo, había un mensaje: Que una casa de lujo permanece firmemente arraigada a su existencia y su negocio no puede ser definido únicamente por el Director Creativo a cargo. Hemos entrado en una nueva era en la Moda donde el cambio de Diseñadores es parte del ciclo "normal" de vida en el lujo moderno.

Para un diseñador, pasar cuatro años en una casa de moda, que equivalen a ocho estaciones, es solo un bache en el tiempo, en comparación con la cantidad de tiempo que los fundadores han dedicado para desarrollar sus marcas. por ejemplo, Giorgio Armani (41 años y sigue firme), Valentino (48 años) o incluso la Asesora creativa de H&M Margareta van den Bosch, quien ha formado parte de la marca casi 30 años.

Compañías de bienes de lujo requieren inversión de los consumidores

Los consumidores identifican a las marcas a través de sus mensajes publicitarios, ya que desarrollar una firma lleva tiempo. Las compañías de bienes de lujo requieren que el consumidor invierta en sus productos, que son comprados ya que creen que les dará valor con el tiempo. El mensaje de que las empresas pueden cortar y cambiar los diseñadores es sin duda un asunto de poder y dinero, pero también uno de los paisajes cambiantes de la industria.

Los rigurosos cambios de Slimane al paisaje visual de YSL, sus colecciones y tiendas, tomaron un buen año para que los consumidores pudiesen entenderlos. Cuando una marca amada y respetada internacionalmente sufre un cambio de imagen en su nombre y logo prácticamente de un día para otro, se necesita tiempo para captar la nueva visión y querer subir a bordo. Ahora, el mundo parece adorar la mercadería de Slimane, y sus looks dominan las calles más importantes desde Londres a Tokio, un éxito solo igualado por Gucci desde el nombramiento de Alessandro Michele. En retail, las colecciones de Slimane son una fuente de ingresos estelares, destacado por el hecho de que los padres de YSL, el Grupo Kering, vio aumentos impresionantes en los ingresos y registró ventas anuales de casi 1 billón de euros en el último año fiscal. Slimane ha plantado firmemente la estética de Yves Saint Laurent en el espíritu de la época actual, y ha aumentado su valor haciéndolo.

Y así, cuatro años más tarde, después de toda la inversión en la transformación de la marca y comunicar su visión a los consumidores, los costos astronómicos y el tiempo asociado con la remodelación de tiendas insignias en todo el mundo para completar la nueva estética parece ahora obsoleto. ¿Volverá YSL hacia atrás para hacer un regreso completo? A juzgar por su cuenta de Instagram, si.

Tal vez Kering esperaba la partida de Slimane. En retrospectiva, era un secreto mal guardado acompañado de una pequeña sorpresa cuando se anunció el 1 de abril. Si las negociaciones fracasaron debido a las exigencias del diseñador o no, lo que es relevante es que el puesto creativo en la casa de moda es ahora una posición a corto plazo. Mientras podemos ser más propensos a culpar a la empresa por este "Cortoplacismo", la verdad es que los diseñadores tampoco quieren firmar contratos de 5 años, y mucho menos de 8 o 10. De hecho, un compromiso de 3 o 4 años es lo máximo que un diseñador va a firmar.

Por supuesto, esto tiene mucho sentido. Los diseñadores ya no están produciendo algunas colecciones al año, se espera que presenten múltiples colecciones, desde indumentaria para hombre y mujer a pre-colecciones, líneas principales, Resort, accesorios y todo tipo de colecciones específicas de mercado. La cinta de correr nunca deja de girar en el estudio creativo de las casas de lujo y los diseñadores son contratados para estar a bordo a plena velocidad o están fuera. Todo se mide por el rendimiento.

Raf Simons dejó Dior porque no tenía tiempo de pensar entre colecciones y dejar que las semillas de la nueva temporada se desarrollen con tiempo. Alexander Wang dejó Balenciaga porque no podía concentrarse en su propio sello, mientras estuviese comprometido con la casa con sede en París. Tiempo, parece ser el último lujo, y las empresas de moda corporativas tienen beneficios que ganar, tiendas que operar y carriles que llenar. Nosotros, como consumidores, necesitamos estimulación constante, incluso los seis meses que se necesitan para ver las colecciones en las pasarelas nos dan fatiga de moda.

Por lo tanto, una solución inminente parece casi imposible dentro de una industria tan compleja. Afortunadamente la moda siempre ha adoptado lo nuevo, así que por más terribles que sean las tareas del Sr. Vaccarello luego del legado de Hedi Slimane, ciertamente será una buena oportunidad. Sin duda, no podremos perdernos el Show de primavera 2017 el próximo octubre en París.

Escrito por Don-Alvin Adegeest, traducido y editado por Julieta Murillo

Imagen:Saint Laurent