Superando prejuicios de clase y reformulando arquetipos de género: Louis Vuitton presenta su nueva colección masculina SS22
cargando...
Madrid – Siguiendo con los desfiles más destacados que están teniendo lugar bajo el paraguas de esta presente edición de la Semana de la moda Masculina de París, ayer llegaba la hora de Louis Vuitton. Desde donde daban a conocer su propuesta de moda hombre para la próxima temporada Primavera/Verano de 2022, valiéndose de una presentación digital en la que se combinaban los formatos de desfile y de fashion film. Una suerte de película bajo el nombre de “Amen Break”, que podía seguirse a través de los distintas canales oficiales de la firma y de la plataforma oficial desarrollada por la Fédération de la Haute Couture et de la Mode francesa, entidad responsable por velar por la vitalidad y la visibilidad de la moda francesa, así como encargada de la organización de las Semanas de la Moda y de la Alta Costura de París.
Diseñada por el creativo estadounidense Virgil Abloh, director creativo de la línea masculina de Louis Vuitton desde el pasado marzo de 2018, momento en el que entró a ocupar la posición hasta entonces a cargo del diseñador británico Kim Jones —que por su parte saltaba a la dirección creativa de Dior Homme—, con esta nueva propuesta la casa francesa, y por encima de ella el diseñador norteamericano, entran a destacar el actual contexto social y cultural en el que ahora mismo nos encontramos. Una colección que por tanto viene a subrayar unas cuestiones tan candentes como ya aceptadas como los nuevos pilares que servirán para la construcción de los modelos morales, sociales y políticos de las nuevas generaciones. Un discurso que así pues encontraremos armado sobre valores como la inclusión, la diversidad de género y todo lo vinculado a los procesos de recontextualización de arquetipos y subculturas y comunidades sociales al que hemos venido asistiendo a lo largo de estos últimos años, con el que de algún modo Abloh viene a señalar todo el abanico de problemáticas que ya se han superado, y sobre las que pasará a partir de ahora a construir las reflexiones que deberán venir alumbrando nuestra nueva etapa a nivel sociedad.
“Decisión, género, diversidad”, “eso ya han dejado de ser temas candentes”, para pasar a convertirse en algo que “ya se ha establecido”, explicaba el propio diseñador con motivo de la presentación de la colección a lo largo de unas declaraciones recogidas por medios como wwd. “Ahora estoy diseñando una ropa masculina que muestra lo liberadora que puede llegar a ser”, destacando de este modo su decisión de incluir entre las piezas de la colección piezas como unas faldas, pero que no vienen aquí a hablarnos de cuestiones de género, sino de esa libertad tan necesaria en este 2021. “Lo siguiente en la moda no está dentro de la moda”, trataba de sintetizar el creativo, “está en la gente, está en el ambiente social, está en las calles, está en lo sociopolítico”. Unos nichos sobre los que parece decidido a bucear en busca de la inspiración de sus próximas colecciones, siguiendo de este modo a esos movimientos sociales como el Black Lives Matter o a favor de los derechos del colectivo trans que dominado la agenda social a lo largo de este último año.
Desde faldas a una nueva colaboración con Nike
En lo que desde la propia casa de modas no habrían dudado en describir como una partida de ajedrez, en alusión tanto al patrón icónico de la firma como a la portada del álbum “Liquid Swords” del rapero GZA, junto a Lupe Fiasco, Saul Williams, Shabaka Hutchings o el actor de Los Miserables, Issa Perica, presentes en el fashion film de presentación de la colección, la firma de modas nos plantea una simbólica batalla entre los estilos más formales, herencia de la casa, y los nuevos modelos urbanos. Una combinación de cuya suma obtendríamos ese sello inconfundible del estilo Abloh, que se nos muestra aquí como una suerte de yin-yang en el que el uno no puede existir sin el otro, comprometiendo con su falta la integridad de ese renovado aire que el estadounidense ha sabido imprimir sobre las colecciones de Vuitton.
“No escojo entre el uno ni el otro”, apunta Abloh, “mi firma son ambos”, y de ahí que ese yin-yang se muestre como un “símbolo que encaja perfectamente con mi estilo”. Una confrontación por tanto entre sastrería y ropa deportiva, de la que no sale vencedor alguno, y que encontraremos materializada a través de arriesgados conjuntos de chaquetas y pantalones de chándal, faldas, sudaderas, piezas y trajes de inspiración japonesa cortados como si de prendas de sastrería se tratasen, y de un amplio abanico de complementos, entre los que encontramos mochilas, gorros, sombreros y una amplia variedad de capuchas. Destacándose de entre ellos una de las sorpresas que la firma había mantenido a bien recaudo hasta el momento mismo de la presentación de esta colección: una nueva colaboración entre Louis Vuitton y Nike de la que, por ahora, solo se han presentado una nueva versión de su modelo de zapatillas Air Force 1. Diseño que todavía no se ha lanzado a la venta, y que por ahora desde ninguna de ambas compañías ha entrado a detallar de si se trata de una pieza única o parte de una cápsula mucho más completa.
“Como un motivo recurrente de la colección”, destacan desde Louis Vuitton, la estética propia de la cultura rave, a través de esa proliferación de elementos como esos chándales que se sitúan como prendas clave de la colección, viene a servir de ejemplo de esos elementos de acervo intercultural “que se encuentran en la base de muchas de las subculturas de las que bebe la moda actual”. Así, una pieza tan icónica como esos chándales “cargados de ideas preconcebidas” de carácter social, pasan “ yuxtaponerse con trajes a medida”, como resultado de un ejercicio con el que “Virgil Abloh activa y a la vez neutraliza todos esos prejuicios inconscientes conectados a ambos extremos de esos elementos básicos” de la moda actual. Un juego del que sin duda sale vencedor el creativo estadounidense, del mismo modo en que lo hace tras la incorporación de esas faldas a la colección, con las que entra a abordar una reformulación de los arquetipos de género vinculados a determinadas prendas, con el mero objetivo, en suma, de alumbrar “una forma de vestir puramente humana” y exenta de cualquier prejuicio, ya sean estos de naturaleza económica, racial o de género.
Una historia inspirada en la vida del rapero Lupe Fiasco
Al margen de estas acepciones e interpretaciones con el ámbito de la moda y del diseño, el corto “Amen Break” se muestra como una interpretación en abstracto de la vida del rapero estadounidense Lupe Fiasco. Cuyo padre logró generar un importante impacto entre jóvenes generaciones del sur de Chicago durante la década de los años 70 y 80, presentándoles las artes marciales como una alternativa frente a esas bandas juveniles que atestaban los suburbios de la ciudad durante aquellas décadas.
Valiéndose así de la historia de Fiasco, “Amen Break” nos muestra a un padre y a un hijo unidos por una pérdida, que tratan de cruzar a través de un mundo onírico con el único fin de poder entregar un mensaje al otro lado. Un viaje con el que Abloh, valiéndose de esa influencia que el padre de Fiasco terminó ejerciendo en su comunidad, trata de explorar todo y cuando queda vinculado a ese mismo concepto de “transmisión”: desde al acto por sí solo, hasta a la manera en la que esa acción puede terminar generando unas olas que se transmitan de generación en generación a lo largo de los años, impactando a su paso en miles y miles de personas.