Saint Laurent y la feminización “chic” de la masculinidad
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Al margen de todo calendario y programa oficial vinculado a las celebraciones de cualquier Semana de la Moda internacional, y siguiendo con esta decisión al mismo ánimo —más laxo que inflexible— que anunciase la propia casa de modas el pasado mes de abril de 2020, Yves Saint Laurent presentaba este viernes 15 de julio su última colección de moda masculina. Una propuesta ideada de cara a la próxima temporada Primavera/Verano de 2023, que ha llegado firmada nuevamente por el diseñador italiano Anthony Vaccarello, director creativo de Saint Laurent desde el mes de abril de 2016.
Presentada de este modo desde la base impuesta por la propia casa de modas, parte del portafolio comercial del holding internacional francés Kering, de tratar de adelantar sus colecciones atendiendo única y exclusivamente a sus propios ritmos creativos, acción con la que tienta de mostrarse así libre de las imposiciones que puede llegar a suponer el deber de ajustarse a los tiempos de los calendarios internacionales, la colección veía la luz en forma de un místico y onírico desfile celebrado sobre las cálidas arenas del desierto de Agafay.
Se trata este de paraje inhóspito situado a unos treinta kilómetros de la “ciudad roja” de Marrakech, y un ambiente que se elevaba como fuente misma de inspiración de la propia colección, mostrándose como un hilo conductor que ha servido para la ideación de las mismas prendas, a la vez que como nexo de unión de la propuesta con un Marruecos y con una Marrakech que gozan de un significado especialmente evocador e íntimo dentro de lo que fue la propia vida del fundador de la Maison francesa. Un fondo, una forma y un significado, que de este modo y más allá del propio Vaccarello, y del extraordinario virtuosismo del que ha sabido hacer gala el italiano en la concepción de esta última colección para la casa, no dudaron en abrirse igualmente a celebrar figuras especialmente vinculadas a la firma francesa, como una Catherine Deneuve, un Mark Tuan o un Felix Mallard, tan solo algunos de los rostros invitados a la celebración del desfile.
“Desde el momento en que Yves Saint Laurent descubrió Marrakech en 1966, la ciudad se convirtió en el refugio íntimo del diseñador” y “donde disfrutó de un ritmo de vida más tranquilo y relajado, en contraste con su apretada agenda de trabajo parisina”, entran a detallarnos desde la propia firma de modas francesa, a través de un comunicado. De este modo, “eminente significado personal que Marrakech tubo para el fundador de la casa”, se muestra como un “telón de fondo evocador” para esta colección masculina. Una propuesta que como descubriremos se eleva como una colección “completamente progresista”. “Si alguna vez hubo una línea entre lo que constituye un guardarropas ‘masculino’ y lo que hace que la ropa sea ‘femenina’”, sentencian desde la casa de modas francesa, esa frontera “es aquí elegantemente disuelta”.
De cuellos romanos a vertiginosos escotes y lazadas
Estableciéndose, además de lo apuntado, como la continuación en clave masculina de la colección femenina diseñada por Vaccarelo para la temporada Otoño/Invierno de 2022, nos encontramos ante una elegantísima propuesta armada sobre una rica variedad de texturas y de finos materiales, dominada por una paleta cromática de un profundo negro noche. Color que encontraremos como el protagonista absoluto de una colección, solamente ligeramente manchada por tenues acentos en blancos, en marrones arenas y en pinceladas de violetas profundos.
Partiendo así de ese negro como tonalidad preeminente, la casa francesa presentó una colección desde la que Vaccarelo no duda en entrar a reinterpretar el elegante traje esmoquin que Yves Saint Laurent se encargó de poner al alcance de la mujer. Un viaje que ahora retoma el diseñador italiano, pero con el fin no de devolver a la pieza a sus anteriores años de esplendor como prenda exclusivamente masculina, sino para, tomando y partiendo de ese esmoquin ya feminizado, idear un nuevo modelo pensado para el nuevo hombre contemporáneo.
Como resultado de este brillante ejercicio, dentro de esta colección masculina para la temporada Primavera/Verano de 2023 se suceden diferentes propuestas de conjuntos y de piezas inspiradas en las líneas esmoquin. Prendas entre las que encontraremos desde distintas variedades de chaquetas desde las que se entran a jugar con hombros, espaldas y cuellos, hasta blusas y camisas que, inspiradas en esa misma feminidad que impregna toda la colección, se presentan con detalles de lazadas o con vertiginosos escotes y fruncidos.
Todo ello, mientras una combinación de tejidos fluidos y semitransparentes contribuyen a enfatizar las formas de esta nueva silueta femenizada para el hombre, que Vaccarelo alarga hasta el extremo recurriendo a la imposición de unas cinturas altas que se terminan por marcar mediante cinturones y talles ajustados. Y eso, al tiempo que la provocación termina por incendiarse con la aparición de un cuello romano, el característico de las camisas de los sacerdotes, pero eso sí sin alzacuellos, y se presentan prendas especialmente llamativas como un tradicional caftán, aquí revisitado en clave “chic” y aspecto semitransparente.
Una escenografía como homenaje a la obra “The Sheltering Sky” de Paul Bowles
Además de honrar al propio legado y a la propia historia de la casa, y a la de su fundador, con esta escenografía, ideada por el mismo Vaccarelo en colaboración con la escenógrafa y artista británica Es Devlin, este oasis neofuturista que actuó de distópico paraje para la presentación de la colección, se ha inspirado en la novela “The Sheltering Sky” del estadounidense Paul Bowles. Una obra publicada en 1949, llevada al cine en 1990 por Bernardo Bertoucci, que le sirvió a Vaccarelo para concebir ese oasis y ese anillo circular en torno a los que gravitó el desfile, y que representan simbólicamente la yuxtaposición de la esperanza y el misterio, como metáfora de la bella complejidad de la vida.
En palabras del propio Bowles, nos invitan a reflexionar desde Saint Laurent, “pensamos en la vida como un pozo inagotable”, pero “sin embargo, todo sucede un cierto número de veces, y un número muy pequeño, en realidad”. “¿Cuántas veces más recordarás cierta tarde de tu infancia, alguna tarde que es tan profundamente parte de tu ser que ni siquiera puedes concebir tu vida sin ella? Tal vez cuatro o cinco veces más”. “Quizás ni siquiera eso”, prosigue Bowles. Y “¿cuántas veces más verás salir la luna llena? Quizás veinte. Y, sin embargo, todo parece ilimitado”.