Ruslan Baginskiy, diseñador ucraniano: “Hoy no es momento de hablar de moda”
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Mientras el ejercito ruso intensifica su ofensiva militar contra Ucrania y contra su población civil, la tibieza sigue dominando en el ánimo de un buen grupo de gobiernos de las distintas partes del mundo en sus contestaciones hacia los actos que está acometiendo el Gobierno presidido por Vladimir Putin en suelo del país eslavo. Entre ellos, igualmente un grupo de países europeos cuyos líderes se resisten a responder con toda la contundencia que merecerían actos de esta naturaleza.
En esta línea, y adoptando claramente un perfil bajo que contrasta frente al escogido por los principales líderes políticos de la Unión Europea, se encontrarían el Ejecutivo de Hungría del primer ministro Viktor Orbán, cuyo ministro de Asuntos exteriores, Péter Szijjártó, anunciaba este mismo lunes que su Gobierno no permitirá a través de su territorio el paso de equipamiento militar letal a Ucrania, en un intento por no situar el país en el punto de mira de Vladimir Putin, así como el Ejecutivo español presidido por Pedro Sánchez. Quien, al contrario de la postura tomada por la amplia mayoría de los veintisiete países que conforman a día de hoy la Unión Europea, ha decidido situar a España en el reducido grupo de países que no enviarán armas letales a Ucrania, junto a Irlanda, Austria, Malta, Chipre, Bulgaria, Eslovenia y Croacia. Decisión que justificaba a lo largo de una entrevista concedida a RTVE, apuntando a que su Gobierno mostrará su apoyo a Ucrania participando de las tres vías de acción que ya ha puesto en marcha la Unión Europea, mediante la “ayuda humanitaria a través de Polonia y Moldavia, la remisión de material defensivo —cascos y chalecos— y la activación del fondo de mecanismo para la paz, de 500 millones de euros, para suministrar material ofensivo”.
Una cierta impasibilidad de la que hacen de este modo buena gala, que solamente puede entenderse al ser adoptada desde el calor de la tranquilidad, y confiamos en que no desde el de la indolencia, que ofrece el encontrarse lejos de la batalla y no estar siendo objeto de una contienda militar en tu país, sobre tus calles y tu hogar, en pleno siglo XXI. Un horror difícilmente de imaginar por todo aquel que no lo haya vivido, pero frente al que nos convidan a tratar de asimilar, y sobre todo a combatir, voces como las de Ruslan Baginskiy. Diseñador de sombreros ucraniano reconocido a escala global, director creativo de su firma de modas homónima y cuyas creaciones han lucido personajes tan conocidos como Bella y Gigi Hadid, Chiara Ferragni, Miley Cyrus o Madonna.
Ruslan Baginskiy, un sombrerero ucraniano contra el ejército ruso
Posicionándose abiertamente en contra de los crueles ataques de los que está siendo objeto su país, una Ucrania en la que sigue asentado y en la que mantiene la sede de su casa de sombreros, Ruslan Baginskiy ha decidido transformar tanto sus redes sociales como la de su firma homónima, donde suma más de 230 mil seguidores, en auténticas plataformas desde las que dar la batalla en la guerra por la desinformación. Una contienda que se está librando de manera paralela a la librada en el campo de batalla, para la que desde la Unión Europea se ha decidido responder vetando las retransmisiones de los medios oficiosos Russia Today y de Sputnik —decisión que ha decidido igualmente adoptar Google bloqueando sus canales en Europa en YouTube—, y de la que Baginskiy lleva participando desde el inicio de esta guerra, en la medida de sus posibilidades.
Con la mirada puesta en tratar de explicar al mundo lo que está sucediendo en el país y en lograr un mayor compromiso de las sociedades y de los gobiernos democráticos, el diseñador ucraniano ha venido publicando a lo largo de estos días una serie de cartas a través de su cuenta personal y de la de su firma en Instagram. Misivas a las que es de esperar que siga sumándose nuevas declaraciones con el transcurso de la guerra, y con las que hace un llamamiento a seguir apoyando a Ucrania y a sus conciudadanos frente a la invasión perpetrada por la Rusia de Putin.
Una lucha en defensa de la libertad
Coincidiendo con el inicio de la contienda, Baginskiy explicaba cómo “ayer escribí una larga carta a todos mis amigos de la rededor del mundo”, en la que “iba hablar sobre la verdadera historia de mi país, no sobre la interpretación delirante transmitida y reescrita por Putin”, y con la que “quería pedirle a toda la gente de Rusia que usaran su voz, que gritaran, que hablaran de lo surrealista que es todo lo que está ocurriendo”. “Quería compartir nuestros planes”, de una carta que “hoy ya no tiene sentido”. “Hoy me despertaron las explosiones. Llamé a mi madre. Leí las noticias. Le pedimos a los miembros de nuestro equipo que se quedaran en casa y que se mantuvieran a salvo. Y entonces dije: Que te jodan. No tienes nada por lo que luchar, excepto tus ambiciones enfermizas’”, apuntaba a lo largo de unas palabras dirigidas al presidente ruso.
En este mismo sentido, continuaba Baginskiy en su primer mensaje, “nosotros tenemos algo por lo que luchar. Este es nuestro país. Esta es nuestra casa. Ucrania me ayudó a convertirme en la persona que soy hoy. Ucrania me ayudó a construir mi negocio. Mis amigos viven aquí. Mi familia, mi equipo, la persona a la que amo. Nunca nos rendiremos, merecemos la paz, merecemos un futuro. Tú, por otro lado, mereces estar en prisión”.
No obstante, “no estoy aquí para deciros lo que está pasando, todos habéis visto las noticias”, proseguía el diseñador ucraniano. “Todos los titulares de hoy estarán dedicados a la guerra. Una guerra en Europa, en 2022”. Pero “estoy aquí para deciros que creemos en el ejército ucraniano. No apoyamos la guerra, pero hoy nuestra paz, nuestra gente, nuestras familias, necesita protección”. Por esa razón, “la marca Baginsky ha donado 1.550.000 UAH —unos cerca de 46.000 euros al cambio actual— a la Fundación benéfica ‘Save life’”, y “solo podemos esperar en que puedas seguir nuestro ejemplo”. “No tengas miedo. Esta es nuestra casa. Y esta parte de la historia nunca será reescrita”.
Ni Milán, ni París
Siguiendo a esa primera carta, el diseñador ucraniano trataba de transmitir en un segundo mensaje la situación que seguía reinando en Ucrania a penas 24 horas después de los primeros bombardeos, buscando el presionar para que la comunidad internacional adoptase las medidas de urgencia y las sanciones, que finalmente comenzaban a materializarse a lo largo de este pasado fin de semana. Un llamamiento que realizaba al tiempo que denunciaba el que el mundo de la moda no estuviera mostrándose todo lo comprometido que se cabría esperar frente a una situación tan excepcional como la que se está viviendo en el país eslavo.
“Europa se fue a dormir. Mañana te maquillarás, te tomarás tu café y después probablemente mirarás las principales noticias. Algunos de vosotros viajaréis a Milán o París. ¡Es hora de la Semana de la Moda! Kim en Prada! Julia Fox en Diesel! Wow?!”. Frente a esta aparente frivolidad, “Kiev no dormirá esta noche. Kharkiv no dormirá esta noche. Sumy no dormirá esta noche. Estamos muy agradecidos por el apoyo, pero la guerra en Ucrania no ha terminado. Y tenemos miedo de lo que pasará durante la noche”. “Un día volveremos también a París. Pero hoy no es el momento de que publiques tus outfits. Y las fiestas. Y los desfiles de moda. O cualquier otra cosa”. “Esta es una guerra en el centro de Europa. En 2022. Y estamos solos en este guerra. Y es mi llamada a la acción”. “El mundo necesita reaccionar”, proclamaba el diseñador, al tiempo que reclamaba sanciones, apoyo e información.
Creando conciencia a través de las redes sociales
Tratando posteriormente de explicar la posición que adoptarían tanto él como su firma a lo largo de esta contienda, Baginskiy explicaba a continuación cómo “hoy no es momento de hablar de moda”. “Como habrás notado, la marca Ruslan Baginskiy se ha formateado en los 2 últimos días. Volveremos a trabajar pronto”, pero “la guerra ha entrado en nuestro país y en nuestras vidas”. “Creemos en nuestra victoria y creemos en nuestro país. Nuestra misión hoy es hablar fuerte, crear conciencia, difundir la información, y utilizar todos nuestros recursos y contactos”, apuntaba el diseñador ucraniano, para a punto y seguido hacer un llamamiento a “medios de comunicación, prensa, influencers, socios comerciales, blogueros, modelos, fotógrafos” y demás, para que hablen y den visibilidad al conflicto y traten de ejercer presión en defensa de Ucrania y de su población. “Contamos contigo. Nos has apoyado antes, y te pedimos y contamos con que nos apoyes hoy. Apoya a Ucrania. Juntos ganaremos”.
Participando de la guerra contra la desinformación
A medida que se intensificaban los mensajes lanzados desde el Kremlin con los que se trataba de justificar una invasión que no dudaba en calificar de operación de defensa contra los ataques perpetrados por el Gobierno de Ucrania contra la población prorusa de la región del Donbass, proclamas que parecen haber caído en saco roto a ojos de occidente, Baginskiy salía para defender su papel como activista en contra de la desinformación. Un rol con el que tratará de hacer justicia a la acciones emprendidas por uno de los miembros de su equipo, de nombre Artem, que se ha pasado a alistarse en las líneas del ejército ucraniano.
“Nuestros chicos —nuestras tropas, nuestro ejército, nuestros voluntarios, nuestro presidente— luchan valientemente en las trincheras, protegiendo nuestras ciudades. Es por ellos que nosotros estamos luchando otra guerra, la guerra de la información, y esta también debemos ganarla”. Para ello, “edúcate tu mismo”, defiende el diseñador ucraniano, puesto que “cada palabra que sale de la boca de Putin es una mentira”. “Está diciendo que las tropas rusas están luchando por el pueblo y por su patria, pero Ucrania no comenzó esta guerra. Ni hace 8 años, ni hace 3 días. Hay bombas volando sobre Karkiv, un edificio residencial ha sido destruido en Kiev, una iglesia incendiada en Sumy. No en Moscú. Abre tus ojos. Nos estamos protegiendo a nosotros mismos y a nuestros hogares”.
“Putin dice que los ciudadanos ucranianos no están en riesgo, que está atacando instalaciones militares. Dile esto a todos los que han perdido sus hogares”, más los fallecidos civiles que se han sumado a la lista de bajas en estas últimas horas de la contienda. “Mientras Rusia arresta a cientos de manifestantes contra la guerra, mientras Rusia envía a muchachos de 18 años a luchar en la guerra, aquí estamos en Kiev mezclando cócteles Molotov y nuestros muchachos hacen cola para alistarse”.
A este respecto, “nuestro miembro del equipo, Artem, se ha alistado y ahora está luchando por su ciudad. ¡Estamos orgullosos de ti Artem! ¡Contigo venceremos! ¿De quién están orgullosos los rusos?”, se pregunta el diseñador ucraniano. “Exigimos que las tropas rusas abandonen Ucrania y sus ciudades. Hacemos un llamamiento al mundo entero para que defienda Ucrania a nuestro lado. Hacemos un llamamiento al mundo para que aísle a Rusia por completo. Tu país podría ser el próximo”.
Retirada de la insignia verificada en Instagram para influencers rusos
Siguiendo en esta contienda contra la desinformación, en una carta más reciente Baginskiy ha demandado a Instagram que participe de la lucha, reclamando, ya no la cancelación de las cuentas, pero sí el de la enseña azul de cuenta “verificada” de la que gozan un nutrido grupo de influencers rusos. Principalmente periodistas con vínculos con el Gobierno ruso, a los que el diseñador ucraniano denuncia por mostrarse abiertamente en apoyo de esta guerra, apunta abiertamente a las cuentas “verificadas” de tina_kandelaki, nikolaibaskov, malinovskaya_tv, zimamoscow, amiran495, alla_dovlatova, manucharov, sarik_andreasyan y krasovkin. Perfiles todas ellos en activo en los que se muestran, entre otros, mensajes de apoyo a las tropas del ejercito ruso.
“Instagram, puedes detener la propaganda rusa. Cancela la insignia verificada de influencers que apoyan la guerra”, reclama el diseñador ucraniano. “Hoy, Instagram es la red social más poderosa del mundo, y, lamentablemente, a veces se convierte en una herramienta de propaganda. Nos duele ver a estos influencers con millones de seguidores apoyando la guerra. Demandamos poner fin a la guerra. Demandamos detener la difusión de noticias falsas. Demandamos que los propagandistas no sean vistos como una autoridad”.
“Rusia ataca a Ucrania. Ucrania está siendo bombardeada. La población civil está muriendo. Esta es toda la verdad”, defiende Baginskiy. Es por ello que “Ucrania necesita ayuda”, frente a unos influencers rusos que “mienten a los rusos”. “Ellos deben conocer la verdad”, e “Instagram, puedes ayudar. Ese es tu deber. Apoya a Ucrania”.
Llamamiento a los 144 millones de ciudadanos rusos
Precisamente en un intento por llegar a la población rusa, el diseñador ucraniano publicaba, hace escasamente 22 horas, una última misiva en la que trataba de concienciar a los ciudadanos rusos del enorme poder del que disponen a la hora de ejercer de manera interna una oposición firme frente a la política militar de su presidente.
“Dices que no haces la guerra”, que “esta es la decisión de tu presidente”, que “no puedes cambiar nada”, pero “ahora dime, ¿quién no puede influir sino 144 millones de ciudadanos rusos?, proclama Baginskiy. “Necesitas saber la verdad. Rusia no quiere ‘salvarnos’. No necesitamos ser salvados”. Además, “no protegen a los rusos. No necesitas estar protegidos de nosotros. ¿Puedes ver los cohetes sobre Moscú?”, porque “podemos verlos desde nuestras ventanas en Kiev, Kherson, Sumy, Chernihiv, y en docenas de otras ciudades ucranianas. Toda Ucrania protege su libertad, ¿y qué hace su presidente con los rusos? Compruébalo en ovdinfo.org”. “Somos un país independiente y estamos construyendo nuestro propio futuro”, y “tú puedes hacer lo mismo”. “Sal a las calles. Protesta. El mundo necesita ver que realmente no quieres la guerra”.
Actualización: Apenas 24 horas después de la publicación de este artículo, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, cambió la postura de su Ejecutivo accediendo a que España facilite material militar ofensivo al Gobierno ucraniano.