Primavera/Verano 2026: una temporada de ajustes, no de revoluciones
Durante meses, la industria de la moda ha estado especulando, debatiendo y buscando pistas sobre la que se convertiría en una de las semanas de la moda más significativas de la década. Tras una oleada de nombramientos de nuevos directores creativos, todo el mundo esperaba ese momento de revelación, el que señala un claro cambio de rumbo. ¿Sería una revolución total? ¿Veríamos un cambio sísmico en el tono y el estilo ahora que la moda entra en una nueva era? Pues no del todo. Hubo evolución, sí, pero también mucha rotación. La moda sigue siendo un juego de las sillas, en el que un pequeño círculo de diseñadores migra de una casa a otra cuando los contratos expiran o las ventas se estancan. No es pesimismo, es la realidad. En el mercado actual, pocos directores creativos se convierten en vitalicios. Dior, por ejemplo, probablemente no será la última parada de Jonathan Anderson.
Es un recordatorio de que la base de clientes de muchas de las grandes casas está en juego esta temporada. La mujer Dior que amaba la sastrería elegante puede que no sintonice con la visión de Anderson, que parece más autorreferencial y menos centrada en ropa hecha para el ritmo del día a día. Esa misma clienta podría ahora mirar hacia Balenciaga, donde Pierpaolo Piccioli eliminó los códigos del streetwear introducidos por Demna y reintrodujo un nuevo decreto de elegancia y naturalidad, con una sastrería como forma de refinamiento en lugar de rebelión.
Gucci
En Gucci, donde el propio Demna llegó para revivir una visión vacilante, había una clara sensación de presión comercial. La casa necesita artículos de éxito que vendan unidades, y Demna lo sabe. Hizo borrón y cuenta nueva, se apoyó en los arquetipos del cliente moderno de Gucci y, a su manera irónica, reavivó la conversación en torno a la marca, ese tipo de revuelo que impulsa el interés y, con suerte, las ventas. Que se mantenga a largo plazo es otra historia. Kering se ha apresurado a entregar los nuevos productos a las tiendas, con la esperanza de que impulse las ventas para finales de año.
Dior
En Dior, uno de los debuts de moda femenina más esperados de la temporada, el ambiente fue mixto una vez que se disipó el fulgor del desfile. Anderson contaba con la buena voluntad del público, pero el consenso general fue que los accesorios fueron la categoría más fuerte. Los sombreros, rápidamente convertidos en meme como si fueran de “Piratas del Caribe”, dominaron las conversaciones en internet, mientras que la ropa dividió opiniones. Túnicas metidas en pantalones culotte, lazos rebuscados por todas partes... mucho encanto para las editoriales, pero quizá menos para el día a día. El debut masculino tuvo una naturalidad más cool; el femenino pareció más recargado. Aun así, los zapatos y los bolsos demostraron su potencial comercial y, en el mercado actual, eso cuenta para un buen resultado final.
Bottega Veneta
En Bottega Veneta, Louise Trotter, una de las pocas mujeres al frente de una gran casa de lujo, presentó un debut sobresaliente. Su enfoque en la técnica y la artesanía devolvió a la marca a lo que mejor sabe hacer: el cuero, los tejidos y la construcción. Aunque las prendas de abrigo parecían más otoñales que primaverales, había una belleza y una fuerza reales en las piezas que nos recordaron la gran habilidad que se necesita para crear ropa y accesorios de calidad.
Chanel
Esa misma atención a la artesanía y al detalle se vio en Chanel, donde Matthieu Blazy, recién llegado de Bottega, debutó con una ovación. Tras la marcha de Virginie Viard en 2024, las colecciones habían estado a cargo del equipo de diseño interno, y Blazy consiguió llevarla a un nuevo capítulo sin alienar a su clientela principal. Todo parecía más ligero: los cuadros de lana se convirtieron en trajes imprescindibles, los tweeds perdieron su formalidad y el clásico acolchado dio paso a formas desestructuradas y fluidas. Una colaboración con Charvet unió el pasado con el presente, demostrando el instinto de Blazy para el equilibrio y la evolución sin rupturas.
Jil Sander
En Jil Sander, Simone Bellotti nos recordó por qué el minimalismo sigue importando. Su colección fue un ejercicio de refinamiento: eliminar el ruido, enfatizar la silueta y mantener la tensión suficiente para evitar la esterilidad. En una temporada llena de “concepto”, su franqueza resultó refrescante y silenciosamente poderosa.
Versace
También en Milán, Dario Vitale logró algo que pocos esperaban: hizo que Versace volviera a ser cool. No es poca cosa para una marca que hasta este mes era propiedad de un operador de mercado medio que no siempre ha entendido los matices del lujo. El nuevo Versace era sexi, seguro de sí mismo y autoconsciente: un éxito de nostalgia traducido para el ahora. Tenía energía, y en un mercado donde la energía equivale a conversión, eso es oro.
Jean Paul Gaultier
Menos convincente fue la primera colección de Duran Lantink para Jean Paul Gaultier. Impacto, piel, espectáculo... sí, cumplió con los requisitos. Pero a pesar de toda la provocación, había pocas pruebas de que hubiera sustancia debajo. Gaultier fue en su día un maestro sastre que sabía fusionar la irreverencia con la precisión; aquí, la balanza se inclinó demasiado hacia lo primero. Atención, sí. Ropa, no tanto.
De cara al futuro, la temporada parece más una recalibración que una revolución. Los accesorios vuelven a ser el salvavidas comercial; son los que determinarán si estas colecciones tienen éxito más allá de la pasarela. La lealtad de los clientes es más fluida que nunca y, a medida que los diseñadores se mueven entre las casas, también lo hacen sus seguidores. El reto ahora no es solo debutar bien, sino mantener el impulso, traducir los aplausos en sell-through y el storytelling en una identidad a largo plazo.
En un mercado del lujo incierto, donde el crecimiento se ha ralentizado y los grandes grupos se enfrentan a la presión de demostrar que los nombramientos creativos pueden ofrecer un retorno financiero, esa puede ser la verdadera historia de la temporada Primavera/Verano 2026: no quién cambió la moda, sino quién consiguió mantener su atención.
Este artículo fue originalmente publicado en otro idioma dentro de la red internacional de FashionUnited y después traducido al español usando una herramienta de inteligencia artificial.
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