Oda a los dioses olímpicos: la nueva colección de Alexia Ulibarri

México - Con un desfile completamente saturado de invitados, Alexia Ulibarri presentó su colección Olympia durante el segundo día de Mercedes-Benz Fashion Week Mexico.

La colección de otoño invierno 22/23 se presentó en el piso cuarenta del hotel Sofitel en la Ciudad de México. Con el sol a punto de ponerse, las modelos desfilaron junto a la ventana en donde se apreciaba una vista panorámica de Paseo de la Reforma. El espacio cubierto con luz natural además de los reflectores, se llenó con los tonos dorados que denotan el fin de la tarde, ofreciendo al evento una magia especial.

Como el nombre de la colección sugiere, Ulibarri se inspiró en la mitología griega y en el mundo de los dioses en el Olimpo. Esta entrega cuenta parte de la historia personal de la diseñadora, quien tiene raíces griegas y mexicanas.

El concepto de Olympia se ve tanto en los cortes de las piezas, con prendas envolventes y vestidos largos, como en los detalles de las mismas. Por ejemplo, los bordados hechos a mano a base de cristales e hilo de seda representan a Zeus en forma de cisne en la tierra, o bien algunas piezas llevan un pegaso impreso. Las alas que representan la libertad de esta figura mítica también se ven replicadas en la forma de algunas de las prendas, como en las mangas de forma alada y los plisados que dan volumen.

Olimpo contemporáneo

Así como desfilaron algunas playeras cómodas y de estilo urbano con estampados como “Pegasus is Greek” o “Visita a Creta”, la colección de Ulibarri también tuvo llamativos diseños con complicadas aplicaciones. Telas brillosas, lentejuelas, charol, transparencias, tul en capas, flecos, drapeados, plisados y corsés recorrieron la pasarela que terminó con las notas de la canción de Abba, “Chiquitita”. El desfile además, se realizó con un repertorio de modelos mucho más diverso que en ocasiones anteriores en cuanto a personas de distintos géneros y tallas.

Dentro de las piezas destacan los vestidos asimétricos con cuellos en V y tirantes espagueti; los vestidos, faldas y blusas con transparencias extensivas; las faldas largas y en capas; y los tops acinturados con forma de corsé. Para la parte superior, la diseñadora jugó con llamativos volúmenes en mangas y escotes pronunciados. Por su parte, en los diseños inferiores, como faldas y pantalones, la asimetría fue clave, con largos en diagonal o bien recortes circulares que dejan ver la piel de las piernas en diferentes partes del pantalón.

La mezcla de texturas en cada pieza fue un elemento destacado. Por ejemplo, en un mismo vestido convivieron una tela mate, con otra cubierta en lentejuelas y un tercio realizado en tul con plisados y acomodado en capas. En cuanto a la gama de colores, sobresalieron los tonos morados, azules y rosas, así como el dorado y un poco de naranja.