MFW: Un colombiano seduce en la pasarela de Milán
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Caro, unbogotano de 34 años de edad, y Sasso, de 36 años - que provienen de las artes plásticas y fueron calificados hasta hace poco como "promesas de la moda" por Vogue Italia, por sus diseños cargados de color y gráfica -, debutaron oficialmente en Milán con una colección propia. La firma presentó una colección de treinta "looks" femeninos y seis masculinos que respetan su estilo, conocido ya a través de grandes tiendas en China, Japón, Rusia.
Leitmotiv: "promesas de la moda"
La colección de los dos diseñadores, que residen en Bolonia (norte de Italia), donde estudiaron, está marcada por el tratamiento de los materiales y los estampados divertidos, algunos con el trazo de la tira cómica. Las extravagantes creaciones, algo cargadas y con un toque de barroco,, llevan numerosos gráficos, entre ellos arcoiris, palmas, 'smiles', flecos, rayones, casi como si fueran pinturas contemporáneas o murales. Las faldas largas de seda en colores cálidos narran los viajes imaginarios de los dos diseñadores, así como las faldas y camisetas cortas. Las bermudas con boleros, los curiosos estampados de flores con al centro un conectador de iphone, los trajes largos con sus coloridos dibujos, constituyen una forma de arte aplicada a la moda, realizada a través de un complejo proceso fotográfico y digital.Para su debut oficial en el mundo de la moda, los dos diseñadores se inspiraron en el caos de las grandes ciudades y en la iconografía del siglo XXI: iphone, cables, nubes, etc. La fantasía de Caro, que estudió Bella Artes, y la creatividad de Sasso, formado en historia del arte en el Dams de Bolonia, transforman telas, sedas y cuero en trajes contemporáneos con un lenguaje propio e irrepetible. Promovidos por la Cámara Nacional de la Moda de Milán, tras haber ganado un concurso, la firma produce todo en esa próspera región del norte de Italia, donde aún se pueden encontrar pequeños pero sofisticados talleres de artesanos para elaboran sus piezas.
Las ideas de sus prendas surgen en viajes, exposiciones, recuerdos que los creadores montan en una suerte de "mosaico" o "patchwork" de imágenes, que primero trabajan a mano y luego pasan al computador. "En las últimas temporadas nuestro estilo ha evolucionado, se orienta hacia una dimensión tridimensional de las telas", explicaron a la AFP. "Quisimos trabajar más sobre las formas y los volúmenes para valorizar nuestros estampados. Tenemos un estilo más rebuscado e influenciado por numerosas contaminaciones", explicaron los diseñadores, quienes colaboran con otras marcas para financiarse.
Leitmotiv se ha convertido en una marca para la clase medio alta, colabora con firmas italianas como Furla y Borsalino, que aprecian su inventiva. En tres años, la marca aumentó sus ventas del 20 al 30 por ciento por temporada, multiplicó su red de distribución y cuenta con 130 puntos de venta en todo el mundo. (AFP)