Mariola Marcet de Upcyclick: “Muchas empresas necesitan introducirse en la economía circular”
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Valencia- La situación medioambiental en la que nos encontramos o el colapso de un edificio en Savar (Bangladés) en 2013, por decir solo algún ejemplo, puso de manifiesto la caducidad de la moda tal como la conocemos. Poco a poco —quizás más “poco a poco” de lo que nos gustaría—, las grandes multinacionales han ido incorporando líneas de moda sostenible o eco, han incluido puntos de recogida de ropa en sus tiendas e incluso han lanzado colecciones cápsula con tejidos a partir de botellas PET recicladas, como es el caso de Esprit.
Un contexto hostil o, al menos, un futuro desconocido que ha servido como caldo de cultivo para que startups crearan métodos alternativos para consumir o confeccionar moda. En 2017, por ejemplo, nació Upcylclick, que ganó ese mismo año la distinción de “startup de mayor impacto social en el programa de Social Nest”. Desde Valencia, su fundadora Mariola Marcet da servicio tanto a particulares como a empresas para iniciarles en el upcycling. Como ella misma nos cuenta, es un concepto que “viene de la palabra inglesa recycling, pero se le añade el prefijo ‘up’ porque se mejoran las condiciones del producto y se le da un valor añadido”.
En su portfolio de clientes encontramos firmas como C&A, Bruna, Greenpeace, Poppyns, Capitán Denim y Madame Dynamite. Hoy, hablamos con esta consultora para conocer las recomendaciones prácticas para que las marcas de ropa puedan iniciarse en esto de la economía circular y llevar prácticas más éticas y sostenibles.
¿Cómo te entraste en el mundo del upcycling?
Un día abrí el armario y estaba a rebosar de ropa, pero no tenía nada que ponerme. Tenía hasta prendas con la etiqueta que no me había puesto nunca, pero me había cansado de tanto verlas en el armario. Y pensé que habría mucha gente a la que le pasaría lo mismo que a mí, fue entonces cuando decidí organizar intercambios de ropa a los que llame “De armario a armario”. Empecé a hacerlo como hobby, paralelamente a mi trabajo, a finales de 2009.
¿Y cómo surgió Upcyclick?
Cuando tuve a mi primer hijo, empecé a trabajar media jornada, pero aun así no me daba tiempo a seguir con los intercambios. Como no quería dejarlo y quería probar si dedicándole el 100% de mi tiempo podía ser rentable, dejé mi trabajo en el estudio donde trabajaba e hice un programa de aceleración de proyectos sociales en la fundación Social Nest. De ahí, surgió Upcyclick, como evolución de “De armario a armario”. Los intercambios los sigo haciendo, pero una vez al año, ¡no me da tiempo para más!
Desde que fundaras la empresa en 2017, ¿cómo dirías que ha evolucionado?
La empresa ha evolucionado más hacia la parte offline. Aunque la idea inicial era que fuese una plataforma puramente online —y lo sigue siendo— nos dimos cuenta de que también era necesaria la parte offline, ya que la customización era algo nuevo y desconocido para muchas personas. En la actualidad estamos más centradas en los talleres de customización. También nos dirigimos a las empresas, que al principio no lo contemplábamos. Muchas necesitan ir introduciéndose en la economía circular y desde Upcyclick les ayudamos.
¿Y cómo ayudáis al usuario a aprovechar mejor su ropa?
Para los particulares ofrecemos la customización de sus propias prendas. Puede ser desde algo sencillo que no modifique la forma de las prendas, como tachuelas, pintura, pasamanería... Pero también realizamos customizaciones más elaboradas que cambian la prenda por completo (cortar, coser, añadir tela, cambiar proporciones…). Siempre desde el punto de vista de la moda, actualizando la prenda y ofreciendo asesoramiento.
¿Y para las propias marcas?
Proponemos dos servicios. Por un lado, utilizar sus prendas de stock para hacer una colección nueva. De esa manera no tienen que volver a producir, ahorrándole mucho a ellos y lo que es más importante, al planeta. Las prendas de stock en vez de devaluarse adquieren valor, se convierten en únicas. Por ejemplo, la colección que hicimos con Bruna. Y por otro lado, utilizar lo que serían sus sobrantes de producción en materia prima. Por ejemplo, para la marca de zapatos Madame Dynamite realizamos las bolsas para meter sus zapatos a partir de bolsas de pan que estaban sin utilizar en una fábrica y la etiqueta de la bolsa la hicimos con los excedentes de piel de la fabricación de sus zapatos.
¿Cuáles son esos consejos que dais a las empresas para iniciarse en el reciclaje creativo?
El primer consejo sería que nos contactaran para estudiar su caso en concreto, pero en general hay dos muy importantes: recuperar prendas de colecciones pasadas y crear una colección cápsula nueva; y utilizar los excedentes de fabricación (retales) para hacer accesorios o crear prendas nuevas.
La visión de la marca: Bruna
¿En qué consistía la colaboración? En “la readaptación y customización de prendas de otras colecciones pasadas pero realizando cambios en su patrón y confección para darles a todas las piezas una inspiración años 60”, explica María Alguacil, fundadora de Bruna. “Queríamos darle una segunda vida a las prendas, una segunda oportunidad. En la actualidad la sociedad se ha acostumbrado de manera desmedida al fast fashion, al usar y tirar”, añade.
Para Bruna es un sí definitivo al upcycling porque “aporta una responsabilidad social como empresa de moda muy importante, transmitiendo unos valores de consciencia de la situación y capacidad de producción acordes a la demanda actual y a la forma de comprar que tenemos en actualidad, tratando de proyectar a la larga un consumo mucho más sensato, maduro y coherente con el planeta.
Tal como nos cuenta María, de esta colaboración se lleva “la capacidad de reinvención”, que es “tan ilimitada como nuestra imaginación”. Además de ser consciente de que “es posible darle salida de una forma mucho más ética, rápida y eficiente a los excedentes de otras temporadas sin suponer un perjuicio añadido para el medio ambiente produciendo constantemente nuevas unidades”.
Imágenes: Cortesía de Upcyclick y Bruna
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