Los 5 mensajes principales que nos ha dejado Future of Fashion, el congreso de moda sostenible en Valencia
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Valencia - Por segunda vez consecutiva, la capital del Turia se ha convertido en un laboratorio de ideas, reflexiones y conversaciones en torno a la sostenibilidad en la moda. “¿Una empresa puede ser activista?” “¿Es tarde para empezar a cambiar las cosas?” “¿Qué puedo hacer como consumidor?” Esta y muchas otras preguntas son las que se han lanzado —e intentado resolver— durante la segunda edición de Future of Fashion, el encuentro internacional celebrado en CaixaForum y promovido por la Fundació del Disseny de la Comunitat Valenciana que se ha celebrado este lunes 13 y martes 14 de noviembre.
Su primera edición estuvo enmarcada en la programación de València Capital Mundial del Diseño de 2022 y, ahora, un año después, ha seguido cogiendo impulso con ponentes internacionales de la talla de Natalia Culebras, responsable del departamento de sostenibilidad en Dior Men, o Lily Cole, modelo, activista climática y autora del libro Who Cares Wins: Reasons for Optimism in a Changing World (que se traduciría del inglés como El que no arriesga, no gana: razones para ser optimista en un mundo en cambio). Desde FashionUnited repasamos los mejores momentos de este congreso.
El arte como fuerza de expresión y activismo
El momento más esperado de la jornada de ayer fue la conversación entre la modelo británica Lily Cole y Enrica Ponzellini, consultora de moda asentada en Castellón tras décadas de experiencia en Vogue Italia y Prada.
Bajo el título "Lo que aprendí como agente de cambio en la moda", Cole habló sobre el poder del arte para “expresar cosas que, en ocasiones, la sociedad tiene miedo a decir” en voz alta. Desde el arte, la literatura y, por supuesto, la moda como fuerza creativa. Así recordaba, por ejemplo, las lecciones de vida de su íntima amiga, y recientemente fallecida, la diseñadora Vivienne Westwood. “Su espíritu era muy refrescante. Siempre estaba en busca de la verdad” y catalizando esas ganas de cambiar las cosas “a través de proyectos de activismo creativo”. Recordaba así el vestido plateado que lució en la ceremonia de los Oscars de 2016, diseñado por la abanderada del punk y confeccionado a base de botellas de plástico recicladas.
Ante la pregunta de Ponzellini, la concienciación medioambiental siempre surgió de manera natural para ella. Gran parte se lo debe a su madre, que desde pequeña le alentó a cuidar del planeta y ser responsable con sus actos cotidianos, pero también como vegetariana, para la inglesa fue una postura genuina, más que una declaración de intenciones. Su carrera profesional en la industria empezó muy pronto, con quince años, y no tardó en diferenciarse de otras modelos que, por entonces, “no solían expresar en voz alta sus opiniones para no cargar con la etiqueta de ‘difíciles’”, señalaba Enrica Ponzellini. Sin embargo, la también actriz nunca tuvo miedo a esa definición y siempre se negó a llevar pieles, entre otras acciones. “Como vegetariana me parecía lo más coherente, no me habría sentido cómoda”, concluía.
“Era 2018, creíamos que llegábamos muy tarde, pero fue una innovación muy bien recibida internamente en la empresa. Casi como una revolución”.
La “injusticia” de la responsabilidad individual
Una de las preocupaciones que más compartió la audiencia de Future of Fashion durante estos dos días ha sido la impotencia e, incluso, el sentimiento de culpabilidad individual. Una cuestión en la que la mayoría de ponentes coincidía con que “estar aquí y querer cambiar las cosas ya es algo positivo”. Natalia Culebras, responsable de sostenibilidad en la línea masculina de Dior, afirmaba que su departamento fue creado en 2018 y la colección de beachwear sostenible entre Dior y Parley for the Oceans vio la luz el pasado año.
“Era 2018, creíamos que llegábamos muy tarde, pero fue una innovación muy bien recibida internamente en la empresa. Casi como una revolución”, comentaba. Culebras, que debutó en 2007 en la pasarela EGO de la antigua pasarela Cibeles de Madrid, remarcaba la importancia de "los pequeños pasos" y ser conscientes de que "no vamos a cambiar el mundo de una manera inmediata y que no se puede empezar siendo 100 por cien sostenibles”, pero que por algún lado hay que empezar. “Hay que ser honestos, relajarse un poco y no tener esa ansiedad por ser perfectos", añadía.
La palabra “ansiedad” también fue repetida en numerosas ocasiones durante la mesa redonda de "Activismo y empresa: ¿una combinación posible?". En ella, Mimi Martínez, portavoz de Fashion Revolution España, compartía con el público que había pasado hace años por una ecodepresión. Y entre muchos mensajes poderosos, la catalana defendía que "aprender a coser es el verdadero marketing de guerrilla” o que “remendar es un acto de pura resistencia". Y que, por supuesto, hay que consumir de una manera consciente y pensar que "tu dinero es un voto". A esta angustia también se unía Lily Cole diciendo que “las expectativas de nosotros como individuos” son muy altas y que tener “la responsabilidad de solucionar el problema es injusto”.
“Aprender a coser es el verdadero marketing de guerrilla. Remendar es un acto de pura resistencia”.
La importancia de la transparencia y la trazabilidad en los tejidos y materias primas
También ha habido tiempo para los talleres prácticos de la mano de proyectos nacionales como Pyratex o Recovo. “Mi idea era crear una marca que ofreciera tejidos funcionales en armonía con la naturaleza. Cuando entré en este mundo no sabía nada de la industria, pero sí que el 85 por ciento de microplásticos que flotan en el océano provienen de la industria textil”, apuntaba Regina Polanco, fundadora de la marca que desarrolla tejidos sostenibles. Y es que hay cosas que nunca cambian, y en materia de sostenibilidad, la información es poder. Ese es uno de los valores que defiende el marketplace Recovo, creado para fomentar la reutilización de residuos y excedentes textiles inutilizados. Desde su plataforma, destinada tanto a grandes empresas como a creadores emergentes, informan al profesional de los litros de agua invertidos, las emisiones de CO2 o el uso de ácidos ahorrados en la confección de cada tejido.
“Llevamos unos veinte años hablando de sostenibilidad en moda, y parece que ha habido un cambio de tendencia. Ahora muchas marcas adoptan esta conversación como oportunidad y desarrollan propuestas que están demostrando un verdadero cambio cultural”.
La sostenibilidad: de ser una preocupación de outsiders a ser una conversación mainstream
“Llevamos unos veinte años hablando de sostenibilidad en moda, y parece que ha habido un cambio de tendencia: antes era una conversación muy nicho, incluso ‘poco sexy’”, afirmaba Lily Cole durante el cierre del congreso. “Pero ahora muchas marcas adoptan esta conversación como oportunidad y desarrollan propuestas que están demostrando un verdadero cambio cultural”, añadía.
Algo parecido comentaba María Fernanda Hernández Franco, responsable de sostenibilidad de LuisaViaRoma en su conferencia "Hacia un lujo consciente". Este proyecto familiar, que nació como una pequeña tienda en la Florencia de 1929, se ha acabado convirtiendo en uno de los principales operadores internacionales del mercado digital del lujo con 53 millones de usuarios únicos y unos ingresos de 268 millones de euros generados en 2021. Dos años antes, en 2019, Hernández lideró el lanzamiento de LVRSustainable, una sección artículos y marcas sostenibles que “sigue en continuo crecimiento, duplicando los datos del año anterior”. En una entrevista con FashionUnited, María Fernanda destacaba la personalidad y experiencia de usuario de se interesa por esta sección, "invierte más tiempo, lee y no se suele ir sin comprar". En su trabajo de curaduría para seleccionar firmas que realmente puedan tildarse como sostenibles, remarca que lo más importante ha sido "educar y sensibilizar a nuestros buyers a través de trainings específicos para que sepan qué buscar a nivel de sostenibilidad y que puede ser realmente interesante para nosotros y nuestro cliente”, concluye.