La tendencia Chaos Magic protagoniza la nueva colección de Teresa Helbig en la MBFWM

En 2013, la agencia de coolhunting K-Hole acuñó el término normcore —resultado de la unión de “normal” y “hardcore”—, afirmando que la “antimoda” estaba de moda. Desde entonces, la normalidad ha reinado temporada tras temporada a través de jerseys, sudaderas, vaqueros y zapatillas como único fondo de armario. Tanto fue el éxito de este concepto, que en 2014 se convirtió en la palabra relacionada con la moda más buscada en Google. Sin embargo, la empresa de coolhunters ha pronosticado una nueva nueva tendencia para el 2016 llamada Chaos Magic.

En su quinto informe describen una estética completamente contraria a la anterior. El minimalismo es sustituido por la opulencia, el pesimismo por el optimismo y la ausencia de identidad por la búsqueda de una personalidad propia. Ayer, en la tercera jornada de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, Teresa Helbig quiso mostrar su particular versión de esta inminente tendencia. Según la diseñadora catalana, la moda del próximo Otoño/Invierno “será excesiva, extrovertida y excéntrica”.

En su colección Outsiders, rinde homenaje a todas las mujeres que “han confiado en nosotros” durante sus 20 años de trayectoria, explica Helbig. Durante estas dos décadas, clientas de todo tipo han pasado por su atelier y, justamente, son sus diversos perfiles los que dan forma a su nueva colección de prêt-à-couture. En cierto modo, el “Helbig gang” o “las mujeres Helbig” resume el concepto que caracteriza al Chaos Magic: la defensa de la personalidad, la libre elección y la autodeterminación mediante un pensamiento mágico o positivo.

“Hay un momento en el que se refleja cada personalidad. La romántica empedernida, la abuela anarquista, la bibliotecaria…”, bromea la diseñadora. Un mix and match —en el sentido literal de la palabra— en el que flores de cera, lentejuelas, purpurina o chapas en forma de pata de gallo conviven a ritmo San Leon, el grupo que acompañó a las modelos en la pasarela madrileña.

20 años de prêt-à-couture

A diferencia de otras marcas de la semana de la moda que optan por un ready to wear comercial, fácil de vender y producir, en Teresa Helbig siguen apostando por el prêt-à-couture. Una disciplina que cabalga entre el anterior y la alta costura debido al riguroso trabajo que se esconde detrás. “Nuestra filosofía artesanal impide que podamos producir grandes cantidades de una misma prenda”, explica Teresa. En este caso, las flores de cera hechas a mano, los bordados, las lentejuelas cosidas una a una… “requieren otro tipo de confección, muy similar al de la alta costura”, añade.

Por esa razón, su punto de venta principal es su taller situado en un edificio modernista de Barcelona aunque el 20 por ciento de sus clientes provienen del extranjero. Al no disponer de otros puntos de venta internacional, su modus operandi es sencillo: “a veces se desplazan hasta nuestro atelier, mientras que otras, realizamos presentaciones en Nueva York, París o Londres para la clienta final”, nunca para compradores o buyers. Una visión romántica de la moda en la que prima la calidad a la cantidad.

Photos: UgoCamera/IFEMA