La primera ministra de Bangladesh huye a India en medio del caos
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Sheikh Hasina, primera ministra de Bangladesh desde 2009, ha dimitido de su cargo y abandonado el país hacia lo que parece ser la India en medio de una crisis sin precedentes, ha desatado una nueva oleada de violencia y caos que se suma a las que vienen sacudiendo al país en las últimas semanas.
Ahora, tanto el país como la comunidad internacional están atentos al desarrollo de los acontecimientos y a la posible formación de un nuevo gobierno capaz de restaurar la estabilidad y satisfacer las demandas de los manifestantes. Sin embargo, la crisis en Bangladesh, que ya ha cobrado la vida de aproximadamente 300 personas, no muestra signos de remitir en el corto plazo.
La situación ha venido derivando en apagones de internet y la imposición de toques de queda por parte del gobierno que han paralizado la producción textil, resultando en pérdidas significativas de pedidos y un aumento en los costos de transporte desde el país, afectando a su posición como uno de los mayores productores textiles del mundo.
Estas interrupciones están afectando a la industria global de la moda, con estimaciones de pérdidas de hasta 4 mil millones de dólares y una posible reevaluación de las estrategias de abastecimiento por parte de marcas internacionales hacia otras áreas productoras, lo que amenaza fuertemente al país, teniendo en cuenta que una gran parte de su economía se basa en esto.
Dimisión y huída de Hasina
"Ella y su hermana abandonaron Ganabhaban [el palacio de la primera ministra] para dirigirse a un lugar más seguro", ha declarado a la agencia AFP que prefiere mantener el anonimato, añadiendo que Hasina, "quería grabar un discurso, pero no pudo hacerlo".
Al hacerse pública su dimisión, de la que ha informado una fuente del ejército bangadeshí, miles de personas han asaltado su residencia oficial. Otros grupos de manifestantes han incendiado también oficinas de la Liga Awami, partido de la ex primera ministra Sheikh Hasina, y otros edificios oficiales en una situación calificada de "anárquica" por los bomberos, tras la huida de la mandataria y la declaración del gobierno interino.
El origen de las protestas
Las protestas que han desencadenado este tumulto están centradas en un controvertido cupo del 30 por ciento en el empleo público, reservado para los descendientes de los veteranos de la guerra de independencia. Los estudiantes y otros sectores de la sociedad han criticado este cupo, argumentando que favorece desproporcionadamente a los simpatizantes del partido gobernante y crea una forma de discriminación institucionalizada.
En 2018, el gobierno había cancelado este cupo en respuesta a las masivas protestas estudiantiles. Sin embargo, a finales de junio de este año, el Tribunal Supremo de Bangladesh ordenó su restablecimiento, lo que avivó aún más las llamas del descontento. A medida que las manifestaciones se intensificaban, el 21 de julio el tribunal redujo el cupo al 5 por ciento, pero la decisión no ha logrado calmar a los manifestantes, que siguen exigiendo justicia por las víctimas y una rendición de cuentas adecuada.
Situación actual y respuesta del Gobierno
Las protestas han cobrado un precio devastador, con al menos 300 muertos desde que el Movimiento Estudiantil Contra la Discriminación salió a las calles. La situación en la capital es especialmente tensa, con cientos de miles de manifestantes desafiando el toque de queda impuesto recientemente. Las fuerzas de seguridad se enfrentan a una situación cada vez más complicada mientras intentan controlar la agitación.
El jefe del Ejército, Waker-Uz-Zaman, busca ahora crear un gobierno interino en medio del caos. En un intento por calmar la situación, ha instado a los estudiantes a regresar a sus hogares y ha señalado que una declaración de emergencia podría no ser necesaria si la situación mejora.