La otra cara de la industria de la mezclilla

CDMX - La industria de la mezclilla ha pasado por varias encarnaciones en las últimas décadas y en la actualidad se encuentra de nuevo está experimentando una gran transformación.

El humilde jean ha recorrido un largo camino desde que fue patentado por Levi Strauss en 1873, pero hoy en día el negocio del denim Premium es uno que ha madurado, creciendo un humilde 1 por ciento anual desde 2011.

Antes de que la mezclilla se convirtiera en una categoría de moda propia, el jean era considerado como prenda de trabajo y streetwear, una simple necesidad básica y un elemento de indumentaria para todos los días. Luego vino la explosión de pantalones vaqueros en diseño, y las colecciones de pasarela inspiradas y presentadas únicamente por mezclilla, lo que vio a las marcas ofreciendo novedades y productos a medida a cambio de altos precios.

La mezclilla asequible cambió el mercado de los jeans

Pero ahora, las cosas dieron un giro cuando marcas de moda rápida empezaron a ofrecer denim de mejor calidad a precios más bajos, como Uniqlo, Zara y H&M. Si suficientes cadenas están vendiendo jeans a 25 dólares en volúmenes increíblemente altos, hay un punto donde el mercado alcanza el punto de saturación.

Cuando algo se produce en masa y se hace bien, afecta a todo el segmento minorista, sin mencionar la presión sobre las marcas de denim "reales" y las pequeñas empresas que deben competir contra los mayores minoristas de todo el mundo.

Algunas marcas, como Acne, la marca sueca contemporánea que comenzó su vida como un negocio de denim, comenzó pequeña, pero se convirtieron en grandes jugadores de la moda mundial. Lo que inició con sólo 100 pares de pantalones vaqueros en 1997, se transformó en enormes pasarelas y colecciones al por mayor. En algún lugar a lo largo del camino, Acne, perdió su toque distintivo que lo caracterizaba cuando se dedicaba a la producción de jeans.

La compañía ahora está esperando volver a sus raíces, ya partir de abril es bajará su oferta de mezclilla a apenas tres estilos para hombres y mujeres. Despojados de demasiado artificio, los vaqueros tendrán nuevas opciones de lavado y detalles, con un enfoque especial en los remates de denim, como remaches, botones, costura, etc.

La economía cambió la calidad de la mezclilla

Pero no es sólo la autenticidad lo que afectó el mercado del denim. También fue la economía. Cuando las compañías de la tela consideraron una oportunidad de vender los materiales más baratos cambiaron la receta del algodón índigo para que pudiera mezclarse con fibras sintéticas.

Las oportunidades nuevas para la producción de pantalones vaqueros del mercado masivo vieron a los fabricantes reemplazar el algodón caro con spandex y poliéster. Las compañías del vestido batallaron para encontrar fibras más económicas del precio original para la creación de su mezclilla, abasteciendo para cubrir la demanda de los pantalones vaqueros baratos de la calle.

Donde una vez Italia y América fueron los principales productores, la producción de mezclilla para las masas ha cambiado el curso de la fabricación de jeans, trasladando la elaboración a China, Turquía, Brasil, India, Bangladesh y Vietnam. Esto significa que las acerías nacionales y los artesanos locales están siendo tasados y las marcas están subcontratando a países más baratos para maximizar sus ventas.

Europa, en comparación, tiene una base de producción relativamente pequeña. Pero un aumento en la demanda de productos auténticos y artesanías han traído de vuelta una demanda de etiquetas más pequeñas y productos auténticos, incluso si estas empresas se consideran nichos.

Mientras que el apetito por la moda rápida y jeans asequibles no es probable que desaparezcan en el corto plazo, la mezclilla ha tenido más cambios de moda y superado más retos económicos que la mayoría de las categorías.

Sólo un producto tan versátil podría reclamar tal éxito.

Crédito de Fotos: Levi Strauss Facebook, Acne Studios Facebook

Traducido y Editado por Gabriela Maldoando