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La lucha entre la creatividad, la comercialización y la fugacidad de la moda en MBFWM

Por Sandra Bódalo Munuera

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Moda

En la tercera jornada de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, las firmas de Andrés Sardá y Maya Hansen aportaron, como de costumbre, el toque más sensual a la pasarela madrileña. La primera, encabezada por la diseñadora Nuria Sardá, es la única marca de lencería que desfila en la capital. Para esta colección de Otoño/Invierno 2016-2017 se han situado en “un hotel de alta montaña donde hay botones, doncellas y clientas adineradas”, comenta la diseñadora catalana. Después de 16 años y 32 ediciones sobre la pasarela, la hija del ingeniero textil Andrés Sardá admite que “siempre queremos ofrecer un espectáculo sofisticado pero hay que tener mucho cuidado ya que, cuando hablamos de ropa interior, la línea entre elegancia y vulgaridad es muy fina”.

Para la colección Rêve de nuit, han apostado por culottes altas, sujetadores joya con juegos de cadenas “para que la clienta pueda elegir accesorios si lo desea”, bodies lenceros y corsés entallados. No obstante, prefieren no seguir las tendencias al pie de la letra. “Intentamos buscar un camino propio y no seguir las tendencias. Aunque vendemos en los principales puntos de venta del mundo, no hacemos grandes campañas de publicidad. Por esa razón, para llamar la atención del público en la tienda, tenemos que destacar por tener una personalidad propia”.

A pesar de que disponen de una tienda online desde hace un año, habrá que esperar seis meses hasta que la línea completa esté a la venta. “Nosotros no contemplamos vender la colección nada más presentarse en la pasarela. Actualmente, la sociedad es inmediata e impaciente y puede acabar quemando la industria o hundiendo las tiendas multimarca”, explica Sardá. Desde que en 1965 empezaran sus primeras exportaciones en Francia, la marca ya ha alcanzado una plena madurez con presencia internacional en toda Europa, Estados Unidos, China… “Nuestros compradores internacionales no han venido al desfile, pero ya está todo vendido”, añade.

Por su parte, la diseñadora Maya Hansen ha presentado Waterglazed, una colección fantástica que describe el cambio de estación del invierno a la primavera. Las tonalidades metalizadas como el oro, el plata o el oro rosado “reflejan los primeros rayos de sol que derriten un paisaje helado”, explica Hansen. A diferencia de la pasada temporada, en esta ocasión “hemos diseñado una colección mucho más lujosa. Además, hemos vuelto a nuestros orígenes y hemos hecho más hincapié al corsé, de una manera más sofisticada”, apunta la diseñadora madrileña.

Al hablar de prêt-à-porter, Maya Hansen admite que “al principio haces lo que te apetece, pero al final tiene que venderse. Te das cuenta de que esto es un negocio”. Para aumentar su exportación y su nivel de venta, han acudido a diversos expertos en la materia. Por ejemplo, la comisaria Muriel Piaser, que ha trabajado con Chanel, Delpozo o Alfredo Villalba, les recomendó “seguir con el corsé porque es nuestra seña de identidad. Sin embargo, como queremos enfocarnos a los países árabes, nos recomendó cambiar el largo de los vestidos y así lo hemos hecho”. Por ello, los vestidos encorsetados pasan de una mini falda o una falda evasé corta a falda lápiz midi y vestidos largos de noche.

La lencería sale al exterior

Primero fueron los crop tops, después los bandeaus y ahora, las más arriesgadas, optan por el “bra outside”, es decir, el sujetador por encima de la camisa, así como por los vestidos lenceros o el “slip dress”. Poco a poco, la lencería femenina se exterioriza para formar parte del guardarropa diario de la mujer. Con motivo de la MBFWM, la firma de lencería por excelencia, Andrés Sardá, y de corsetería, Maya Hansen opinan sobre esta reciente tendencia. “La lencería es muy importante para sentirte bien contigo misma, además de que te ayuda a que la ropa te quede mejor”, explica Nuria Sardá.

Tras temporadas anteriores donde la androginia y la estética deportiva la sofisticación y la femenidad vuelven. “El corsé es una prenda, muy femenina y que moldea la figura. Nuestras creaciones recuerdan a la lencería, pero tienen la comodidad y elasticidad de la ropa diaria”, comenta Maya Hansen. Ver a importantes figuras de la moda, la música o el cine apostando por la lencería en sus estilismos, “es un éxito para los diseñadores que hemos apostado por ello. Jean Paul Gaultier, Thierry Mugler, Lorenzo Caprile… Hemos hecho del corsé nuestra prenda icónica. Al trasladarla a la pasarela, hacemos ver a la gente que es una prenda llevable para el día y la noche. Les quitamos el miedo”, afirma Hansen.

Photos: Ugo Camera/IFEMA


Andres Sarda
Madrid Fashion Week
Maya Hansen
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