Las alpargatas seducen a las grandes firmas de lujo
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La alpargata viste ahora los pies más vanguardistas. Este zapato que nació en el siglo XVIII en la región de Aragón ha pasado de venderse en mercados a tiendas de lujo donde los modelos se venden a precio de oro. Inicialmente, es un zapato de trabajo que llevaban los mineros y los obreros de la construcción. En los años 1950, se usaba un par blanco para el domingo y otro negro para trabajar.
Actualmente, casi todas las casas de lujo ofrecen alpargatas: Christian Louboutin las ha creado con una laca de esmalte rojo aplicada a sus suelas de cuerda por 695 euros, 395 euros por las de Saint Laurent con clavos, 420 euros el par de alpargatas turquesas de Celine o en versión bordada de Dior por 590 euros. Para los más exigentes, Ralph Lauren ha sacado un modelo de cocodrilo “fabricado en España y cosido a mano” por unos 1.900 euros.
“El precio no es un problema porque los consumidores invierten en un estilo, un estatus, una afirmación de lo que tienen. Entonces llevan una marca que señala que tienen dinero” analiza Kevin Guildford, profesor en Diseño del Zapato en la universidad de Montfort de Leicester (Reino Unido).
Gran parte de la producción viene de Asia
Pero qué margen sacan las grandes firmas? “la alpargata está de moda y hay que responder a la demanda: algunos pares están fabricados en España, en Francia y en el sur de Italia, pero solo Asia puede proveer grandes volúmenes a precios bajos”, indica el analista. Bangladesh es el principal productor de yute, una hierba cuyas fibras sirven a trenzar las suelas. China también produce alpargatas a buen precio para Europa. En las grandes firmas, el país de fabricación casi no se menciona: Gucci anuncia “materiales Made in Italy” o “zapatos hechos en España” y Fendi y Valentino marcan un “Made in Italy”.
Gran parte de la producción de alpargatas proviene del pueblo francés de Mauleón, situado en el país vasco. La Federación Francesa del zapato observa que 4 millones de pares serán vendidos en Francia este año, un 5 por ciento más que el año pasado. La producción francesa se estima en un poco más de un millón de unidades.