Jacquemus, desde Capri: orígenes y arquitectura
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Madrid – La casa de moda de lujo de autor francesa Jacquemus, del diseñador Simon Porte Jacquemus, presentaba este 10 de junio, desde la idílica isla italiana de Capri, su colección de hombre y mujer para la temporada Otoño/Invierno 2024/2025. Una propuesta que el mismo diseñador ha abordado a modo de una colección de “cierre de ciclo”, y desde la que ha querido salir a responder a ese inusitado gusto por la arquitectura que ya terminó por alimentar su febril imaginario en el momento en el que se propuso embarcarse en el lanzamiento de su propia casa de modas.
Tratando de arrojar algo de luz sobre estas distintas pulsiones que han terminado por confluir, hasta terminar de dar forma a esta última colección del diseñador de moda francesa, bajo el nombre de “La Casa”, la propuesta, en primer lugar, se descubre como una colección conmemorativa desde la que el diseñador arranca con las celebraciones por el 15º aniversario de la fundación de su firma. Una Jacquemus que arrancaba su andadura allá por el año 2009, desde París, ciudad en la que actualmente la casa sigue manteniendo su sede, como casa de moda independiente desde la que se da empleo y trabajo a un grupo de profesionales integrado por más de 300 trabajadores. Nada desdeñable para una firma de moda, y menos aún para una firma independiente, en lo que constataría el buen trabajo y el buen tino que ha demostrado el diseñador francés para, dentro de un universo como el de la moda, especialmente competitivo y en el que resulta ciertamente complejo llegar a crecer y llegar a arañar parte del mercado que se reparten los grandes grupos multinacionales, tanto del lujo como del prêt-à-porter, alcanzar a construir un proyecto de casa con un imaginario y una identidad propias.
Es precisamente este valor como propuesta conmemorativa por el 15º aniversario de la fundación de la firma, dedicada a la memoria de la fallecida madre del diseñador, el que ha conducido a Jacquemus a, para la hora de abordarla, volver a recorrer sus pasos y retroceder hasta el mismo momento de su creación. Hasta un año 2009 en el que, como el mismo diseñador no ha dudado en confesar ahora, era la enigmática Casa Malaparte, de 1937, que pende sobre un recodo de los acantilados de Capri, y que se descubre como una de las obras de arquitectura más icónicas e influyentes del movimiento moderno, adelanto incluso del movimiento posmoderno que no llegaría a inaugurar Louis Kahn desde sus Trenton Bath House hasta 1955, la que se situaba como principal obsesión para sus aspiraciones creativas. Una influencia frente a la que ahora finalmente ha querido rendir dignos honores, desde una colección dedicada por entero, y que gravita por entero, en torno a la combinación de clasicismo y vanguardia que sigue marcando su perfil sobre los dentados acantilados de Capri.
“El desfile marca un momento de cierre de circulo”, y es que “para Simon, la Casa Malaparte cautivó su imaginario hace 15 años, cuando lanzó su marca”, nos detallan desde la dirección de la misma firma de moda francesa a través de un comunicado. “A día de hoy, la perseverancia en la artesanía, la precisión en el diseño, la atención a los materiales, y el desarrollo de la silueta” de los diseños de la casa, son muestra y reflejo de “esa definición” creativa del universo Jacquemus, firma que así pues sería imposible de terminar de entender sin abordar esta marcada huella que la Casa Malaparte terminó en su día, y continúa a día de hoy, ejerciendo dentro del imaginario del diseñador francés. Creativo que no dudaba en calificar como de “un honor indescriptible hecho realidad”, el haber podido terminar, ya no solamente dedicándole por entero una colección a esta emblemática obra de la historia de la arquitectura, sino el además haberla podido presentar desde esa subyugante terraza que, son sus escaleras en abanico y su parasol en forma de vela, se mantiene como uno de los símbolos más reconocibles de la isla de Capri.
Escotes barco y líneas fluidas y arquitectónicas
Ahondando ya en las características más propias de la colección, en cuanto a diseño se refiere, bajo el nombre de “La Casa”, en clara alusión nuevamente a esta Casa Malaparte, la propuesta se presenta asentada sobre una paleta cromática especialmente luminosa y vibrante, más aún para ser una propuesta para una temporada de Otoño/Invierno. Una familia de tonalidades todas ellas inspiradas en el mismo universo de la Casa Malaparte y de la isla de Capri sobre la que se asienta, y en respuesta integrada por tonos arena, blancos y grises piedra, que crecen en profundidad de la mano de intensos azules océano, sutiles azules cielo, cálidos amarillos, electrizantes rojos y elegantes y oscuros negros. Contando, junto a estas tonalidades, como estratégicas notas de color, primero, una tan decidida como certera pincelada en verde bosque, en referencia al verde que cubre los bosques mediterráneos que se ofrecen al mar desde los acantilados de Capri; y segundo, una suma de estampados en cebra y en estampado en efecto cerámica. Elementos todos ellos inspirados en la Casa Malaparte, pero a su vez en la película de culto francesa “Le Mépris” (1963) de Jean-Luc Godard, protagonizada por Brigitte Bardot y por Michel Piccoli, y grabada desde la misma villa de Capri.
Más allá de estas notas de color, en cuanto a patrones y hechuras, desde sus líneas más generales, y como no podía ser de otro modo, la colección se muestra como una sucesión de diseños de marcadas líneas arquitectónicas, inspiradas nuevamente en las formas de la Casa Malaparte de Capri. Unas influencias que termina de cristalizar en forma de diseños que se muestran al tiempo tan fluidos y etéreos como la inspiración de vela que se erige sobre la cubierta de la villa, como rotundos y severas resultan ser las líneas de la Casa Malaparte sobre las laderas de Capri, en lo que curiosamente termina por contribuir a su perfecta asimilación con el entorno. Mismas sensaciones que son las que parece haber logrado generar, de manera hay que apuntar que ciertamente brillante, Jacquemus desde esta colección “La Casa”.
De manera ya algo más detallada, como elementos y estilismos clave de esta propuesta, se nos presentan las chaquetas estructuradas de líneas orgánicas y voluminosas, los escote barco, las camisetas sin mangas de tirantes, los estampados cebra, el denim de un intenso azul océano, o los pantalones de líneas holgadas y con pinzas, tanto en largo como en corto, en una altura “midi”. Mismo largo en el que se han concedido la mayoría de los vestidos para mujer, y de entre los que se destacan las piezas rotundas de línea evasé, mientras que los vuelos y los detalles más atrevidos que inundan de detalles vertiginosos el resto de las prendas se descubren como una revisitación de los tradicionales tocados para protegerse del sol, ahora reinterpretados en forma de seductores escotes y vuelos desde tops y vestidos. Partes estas esenciales de esta colección, que se termina de completar con una igualmente cuidada familia de complementos, de entre los que se destacan la presentación de los nuevos bolsos “La Spiaggia” y “Le Bombola” de la firma de moda francesa, junto a nuevos modelos de bailarinas, mocasines y de cinturones.
“Las refrescantes siluetas señalan hacia una dualidad, de la que las formas arquitectónicas emergen con una absoluta ligereza y sensualidad”, detallan desde la firma de moda francesa sobre esta colección, armada a base de “geometrías minimalistas” y de “drapeados griegos”, reinterpretados de la manera más “radical” y “lo más puramente posible”. Todo, desde el contexto de una colección en la que “las referencias a la casa de Curzio Malaparte y a ‘Le Mépris’ de Godard, conectan sutilmente la colección con el entorno, desde las baldosas con motivos artísticos hasta el intenso azul de Capri”.