Historias de backstage: Agatha Ruiz de la Prada y Moisés Nieto

De alguna manera, el backstage es un testigo mudo y omnipresente de todo lo que se esconde tras la magia de un desfile de moda. Un cúmulo de nervios, estrés e imprevistos de última hora que también forman parte del espectáculo y de la propia industria. Ya sea en París, Milán o Nueva York, las vivencias e historias que surgen entre bambalinas son comunes en cualquier semana de la moda.

Pues todos los diseñadores han sido partícipes de ese estrés de los segundos previos a la pasarela. ¿Qué se dice a las modelos antes de desfilar? ¿Cuál es el problema más común entre los bastidores? Las firmas Ágatha Ruiz de la Prada y Moisés Nieto dan respuesta a estas y más preguntas, días después de presentar su colección Primavera/Verano 2017 en Mercedes Benz Fashion Week.

“Normalmente dejamos todo muy bien atado para que no surja ningún imprevisto aunque siempre hay una modelo a la que le molesta el zapato o se le sale un mechón y hay que volver a apurar el peinado”, explica Moisés Nieto. Aunque según él, “siempre hay estrés y nerviosismo”, confía en su gran equipo para que todo sea perfecto. Por su parte, desde Ágatha Ruiz de la Prada comentan que les “gusta pasar los últimos momentos de agobio disfrutando un poco, porque las cartas ya están sobre la mesa”. Fiel a su filosofía de marca, la diversión nunca falta, ni siquiera en los instantes de tensión. “Jugamos con los accesorios, nos hacemos fotos... Estas situaciones se acaban convirtiendo en los mejores recuerdos del día”, añaden.

“En el fitting damos las pautas. Les decimos cómo queremos que desfilen, la expresión que deben poner, la actitud a la hora de andar… Pero sobre todo lo que no deben hacer.”.

Ante la cuestión de cuál es el mayor reto al que se enfrentan en el backstage, el diseñador ubetense afirma que en esta ocasión “lo más complicado ha sido vestir a las modelos con las prendas de 3D diseñadas por Comme des machines, debido a que son diseños más delicados y tenemos poco tiempo entre cambio y cambio”. No obstante, el director creativo dice que el espectador no se percata de estos pequeños percances. “Si una cremallera no sube, se pone un imperdible; ponemos un alfiler en el último momento a un cinturón, siempre hay trucos que forman parte también del desfile”, apunta Nieto. Desde Ágatha Ruiz de la Prada también dicen que “muchas veces tenemos que volver a planchar prendas delicadas porque al hacer el fitting final se arrugan un poco, y todo tiene que ser perfecto. Esto quita tiempo, pero las vestidoras saben cómo salvar este tipo de obstáculos”.

La importancia del acting de las modelos

A la hora de desfilar, aunque cada modelo tiene su propio sello de identidad, las marcas son las que establecen las bases del acting. “En el fitting damos las pautas. Les decimos cómo queremos que desfilen, la expresión que deben poner, la actitud a la hora de andar… Pero sobre todo lo que no deben hacer. En mi caso no quiero que paren al final de la pasarela porque creo que es un concepto muy arcaico y que no sonrían”, se sincera Moisés. Una postura muy opuesta a la de Ágatha Ruiz de la Prada, “les decimos que caminen tranquilas y que intenten salvar cualquier obstáculo con gracia y humor. En nuestro desfile, al ser más desenfadado y divertido, suelen estar menos preocupadas, porque está permitido bailar, saludarse en los cambios... Es todo mucho más distendido que un desfile corriente”, señalan desde la marca.

Un cúmulo de trabajo y preparativos necesarios para mostrar su mejor de cara a la recta final. “Estoy bastante contento con el resultado. En esta colección he estado muy tranquilo porque sabía que iba a salir todo muy bien y la lectura es muy positiva”, sostiene optimista Nieto. En cuanto a su posterior comercialización, el diseñador ubetense “sé que va a funcionar muy bien en nuestras tiendas de Japón. Es una línea para un público muy especial”. Mientras que desde Ágatha Ruiz de la Prada tienen la sensación de que “el público se divirtió mucho con el desfile. Todos conocían las canciones que sonaban y creo que disfrutaron de una manera distinta a la que se disfruta de un desfile convencional”.

Fotos: Jose Señorán