Gisela Cid, fundadora de Ônne: “Monté mi marca con solo 4.000 euros y en 4 días vendí mi primera colección”
cargando...
Valencia- Gisela Cid es la joven emprendedora que está detrás de una de las firmas que más ha dado que hablar este verano: Ônne. Nacida en Argentina, llegó a Valencia con 12 años y como ella misma se define siempre ha sido “una buscavidas”. Con solo 19 años ya desarrolló ese espíritu emprendedor que tanto la caracteriza y, aunque estudió diseño de interiores, pronto empezó a mostrar interés por su verdadera pasión, la moda. “Me abrí un blog de moda, en esa época en la que estaban en pleno auge e iba como invitada a la fashion week. Allí conocí a una fotógrafa y empecé a trabajar con ella como estilista, pero de manera totalmente amateur. Para mí era un juego, un pasatiempo. No sabía que podía hacer de ello una profesión”, nos comenta. Hablamos con Gisela para descubrir cuál es el secreto que se esconde tras esta marca de ropa de baño y de deporte que ha cautivado a algunas de las influencers y celebrities más relevantes de nuestro país.
¿Cuál es la historia que hay tras detrás de tu marca?
Después de trabajar varios años como estilista, me di cuenta que esa profesión ya no me llenaba, ni me ilusionaba como antes. Soy una persona muy inquieta y llegó un momento en el que vi que el estilismo se me quedaba corto y empecé a participar en otros ámbitos como las redes sociales, imagen de marca o branding, consultoría… Además, en 2016 tuve un problema laboral que supuso un punto de inflexión para mí y decidí irme con mi gran amiga María Turiel (@meryturiel) a Bali.
Por aquel entonces no había tanta oferta de bikinis y bañadores como la puede haber ahora, no encontraba ningún modelo que me encajara. Yo quería bañadores como los que habían llevado mi madre o mis tías, de corte noventero y muy favorecedores, de tiro alto… Así que creo que esa idea que ya rondaba por mi cabeza se fraguó todavía más en ese viaje catártico que vivimos las dos y que tanto supuso para ambas. Definitivamente supuso un antes y un después.
¿Qué ocurrió después de tomar esa decisión?
Nada más volver de Bali, me puse a trabajar en la creación de mi propia marca y me puse a buscar los tejidos y proveedores para mis diseños. Yo quería utilizar un tejido muy concreto, parecido al canalé, para mis bikinis; el problema era que solo existía en algodón y yo lo quería de lycra. Así que finalmente me fui a Los Ángeles y allí encontré los fabricantes que buscaba, así que compré bastante tejido y me vine con él a Valencia. Después busqué un taller y una patronista para poder confeccionar mis diseños. Seis meses después, en mayo de 2017, lancé Ônne. Todo en un tiempo récord, pero con una imagen muy profesional gracias a la red de contactos y amigos que había creado en mis tiempos de estilista.
¿Y cómo describirías la salida al mercado de Ônne?
Llegó un momento que nos planteamos retrasar la salida a junio, pero no tenía sentido, tenía que ser en mayo. Así que, aunque nuestra colección no era muy amplia, me dije que había que salir con lo que teníamos. Y así lo hicimos. Lanzamos una pequeña selección de tres tops, tres braguitas y un bañador en tres colores (blanco, negro y nude) y con solo tres tallas. En total trescientas unidades. Todo muy básico y neutro como a mí me gusta. Y la verdad es que fue un éxito. Las influencers Mery Turiel, Teresa Seco y Cristina Calatrava me ayudaron en este lanzamiento y cada una de ellas realizó un sorteo en sus redes. En cuatro días lo vendí todo.
Por aquel entonces no había casi competencia en España. No había una marca como la mía y menos online. Era fácil ver diseños similares en Australia o Los Ángeles, pero no aquí. Monté mi marca con 4.000 euros. Sin un equipo detrás, yo llevaba todo: la atención al cliente, las redes sociales, el diseño… El primer año facturé más de 100.000 euros y reinvertí todas las ganancias en la producción. Y así pude ir reponiendo los modelos poco a poco.
¿Y en qué situación te encuentras ahora?
Este año hemos contado con un inversor y una inyección de capital gracias a mi amigo Alex Moreno, fundador de Hawkers, así que hemos podido crear un equipo en torno a Ônne. Hasta entonces no hacíamos publicidad, ni ninguna acción pagada de marketing digital... Todas las colaboraciones con influencers, por ejemplo, han sido y son gratuitas, porque realmente les gustan mis diseños.
En vuestras comunicaciones decís que la marca nace “con vocación de perdurabilidad”, ¿significa eso que no seguís el calendario marcado por la industria de la moda?
Nuestro modelo de colecciones se aleja de la temporalidad tradicional de la industria. Periódicamente lanzamos colecciones cápsula que vamos renovando continuamente, guiándonos por el feedback de nuestras seguidoras. Esto nos permite adaptarnos totalmente a los anhelos de nuestras clientas. En cualquier caso, los diseños de la marca nacen con vocación de perdurar en el tiempo y alejados de tendencias muy marcadas que caducan rápidamente.
¿Cuál es vuestra posición o discurso en el tema de la diversidad corporal?
Uno de los motivos que me llevó a diseñar fue precisamente ese, la falta de alternativas que encontraba en el sector baño. Mi objetivo con Ônne es que todas las mujeres con independencia de su morfología y su estilo se sientan cómodas y en la versión más sexy de sí mismas llevando nuestras prendas de baño. Creemos en la diversidad y nuestros patrones se adaptan a todas las siluetas, además, en nuestras campañas intentamos trabajar con todo tipo de mujeres, con diferente color de piel, edad y morfología.
¿Cuál crees que es la razón o las razones por las que Ônne ha tenido tanto éxito?
Nuestros diseños están pensados para todo tipo de mujer; sencillos, en colores que favorecen y con patrones que se adaptan a cualquier cuerpo. Tratamos de ofrecer estilos contemporáneos y todoterreno que resulten apetecibles sin descuidar la funcionalidad y la comodidad de las prendas. Creo que en el mundo de la moda de baño había un hueco por cubrir. Es verdad que hay muchísima oferta, pero no tanta cuando se buscan piezas bonitas, accesibles y de calidad.
Actualmente cuentas con 3 líneas de activewear, ¿es el ejemplo de que diversificar funciona?
Para mí era imprescindible diversificar. Evidentemente para hacer frente a la estacionalidad que existe en el negocio de la moda de baño, pero también por la necesidad de explorar nuevos horizontes creativos. El activewear surgió de forma totalmente natural y orgánica, veía la misma necesidad por cubrir que me lanzó a crear una marca de moda de baño (la falta de una oferta de calidad) y, también, podíamos beneficiarnos del know-how, que habíamos desarrollado con el desarrollo de tejidos en el universo del swimwear.
En todo caso, aún siento que queda mucho por desarrollar y que hay muy buenas ideas en gestación. Una de ellas es la de hacer también ropa interior.
¿Es verdad que una de vuestras colecciones cápsulas de activewaer se agotó en 48 horas?
Así es, se agotó en menos de dos días. Fue una sorpresa tremenda y una alegría todavía mayor. Era una tirada más pequeña que las que solíamos producir en la moda de baño, pero nuestro objetivo era que ese stock nos durase unos sesenta días, no dejaba de ser una colección de básicos y el pedido era importante.
¿Cuántas prendas producís de cada look?
No seguimos una producción cerrada, las cantidades varían en función del modelo, del diseño, del color o del feedback de nuestras clientas, entre muchos otros factores. Lo bueno de ir renovando constantemente las colecciones es que podemos ser flexibles y desarrollar previsiones certeras.
El tejido Rib se ha convertido en una de vuestras señas de identidad, ¿lo utilizáis también en la línea deportiva?
El motivo que impulsó la creación de Ônne fue hacer piezas de baño con un tejido en canalé que emulaba el algodón. Se trata de un tejido resistente y duradero, todoterreno, que se adapta muy bien al cuerpo. Además, es uno de los elementos favoritos de nuestras clientas y por eso lo utilizamos también en activewear, además, es favorecedor, disimula imperfecciones y se seca rápido.
¿Tenéis presencia en otros países?
España era hasta hace nada nuestro principal mercado. Desde junio de este año hemos empezado un proceso de internalización que nos ha hecho desembarcar en países como Italia, Francia, México o Colombia. Queremos desarrollar un crecimiento sólido y creo que estamos trabajando en la buena dirección.
Y por último, ¿algún dato significativo que compartir con los lectores de FashionUnited?
Prefiero reservarme cifras absolutas, pero sí te diré que en algunos de los meses de este verano hemos experimentado un crecimiento de un 400% sobre la facturación del mismo periodo el año pasado. Estamos muy satisfechos por ello, pero sobre todo por ver que la reacción tan positiva de nuestras clientas se mantiene inquebrantable.
Imágenes: Cortesía de Ônne