Festival de Cannes: La Palma de Oro al look que rompe el dress code es para…

La alfombra roja del Festival de Cannes 2022 se ha convertido en todo un escaparate internacional para las marcas de moda. Pero, ¿es así realmente la moda?

Ya que el jurado de la 75ª edición del Festival de Cannes concedió la Palma de Oro a la película Triángulo de tristeza, que se burla abiertamente del sistema -el mundo de la moda, los influencers, las apariencias, los ricos...- no es de extrañar que esta se convierta en una película relevante este año. Nosotros, la industria de la moda, no vamos a privarnos de fijarnos en el código de vestimenta de un evento que atrae la atención a nivel internacional. Enviando a todo el mundo la imagen de una... ¡moda hipergénero! En efecto, mientras que las celebridades femeninas desfilaron con trajes más impresionantes que los de las demás, que iban de lo extremadamente sexy (Roberto Cavalli, por nombrar sólo una marca), hasta las crinolinas con volantes o carnavalescas (Frédérique Bel en Yanina Couture), las celebridades masculinas se limitaron a trajes negros oscuros con camisas blancas y pajaritas.

Por supuesto, parece que la obligación de llevar este accesorio de moda se ha relajado. O, al menos, algunas personas se están liberando de ella. Así, la pajarita va dejando paso a las corbatas (Vincent Lindon, presidente del jurado, Vincent Cassel o Vigo Mortessen en Dior Hommes), o incluso a la ausencia de corbata (Jean Dujardin, Benoit Magimel) y el cuello redondo negro (Felix Moati / Dior Hommes). Algunos profesionales del cine incluso se permiten un poco más de fantasía (algo de lo que son ejemplo los looks total white de William Abadie como Bruno Cucinelli y el modelo Baptiste Giabiconi como Dior Hommes). Pero qué espectáculo tan angustioso es ver a los actores, algunos de los cuales han calentado decididamente el motor de los más recalcitrantes en las pantallas de cine, confinados en un vestuario que se mantiene fijo en conceptos de género ya eliminados.

¿Tienen cabida los trajes masculinos más originales?

Gente de la moda, saludemos a Théodore Pellerin, un joven actor canadiense que subió la escalinata con Isabelle Carré, sin camiseta, como desfile final. Honremos a las actrices que, conscientemente o no, se ponen al nivel de los caballeros eligiendo llevar un traje "masculino": Joanna Kulig, actriz polaca con un look total white de Dior, Shirine Boutella enjoyada en Messika o Julia Roberts con un frac de Louis Vuitton.

Celebremos también a Romain Brau, actor de la película "Les Crevettes Pailletées...", vestido con una camisa de encaje y un traje verde almendra de Gucci, o al artista Bilal Assani, con un top Stockman de semicuero. Estas dos figuras de la transexualidad cruzan la línea roja y ofrecen una recreación/(r)evolución a la pelota vampírica que se juega frente a un conjunto de fotógrafos de la agencia.

Y hablemos de las agencias de noticias. Las fotos de la históricamente glamurosa subida de la escalera están libres de derechos para las redes sociales (Instagram, Facebook, TikTok...). Por el contrario, los medios de comunicación tradicionales (especializados o no) les pagan. ¿No es éste un proceso totalmente anticuado e injusto que privilegia a los influyentes, asegura a los ricos y condena a la prensa independiente (es decir, más pobre)? Ah, pero de eso trata la película "Triángulo de tristeza". Se traduce "sin filtro", como este artículo. En definitiva, la Palma de Oro, y por extensión el Festival de Cannes, se inscriben en la tendencia de la necesidad de sacudir las reglas del género para cuestionar ciertas realizaciones. Nos vemos en 2023.

Este artículo fue publicado originalmente en FashionUnited.FR, y posteriormente traducido del francés al español y editado por Alicia Reyes Sarmiento.