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Estas marcas argentinas promueven la moda sostenible

Por Christin Parcerisa

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Moda

La industria de la moda es la segunda que más contamina el planeta, justo después de la industria del petróleo. El impacto ambiental que tiene se refleja en la contaminación del agua a través de residuos tóxicos, el exceso de uso de agua en la producción de fibras y ropa y en la cantidad de basura que genera, tanto en su producción como en el número de prendas desechadas.

Se pueden llegar a utilizar hasta 200 toneladas de agua fresca por cada tonelada de tela que se tiñe, se llegan a necesitar hasta 20,000 litros de agua para producir 1kg de algodón, se iberal alrededor de 1,900 microfibras al mar cada vez que se lava una prenda de tela sintética, como poliéster o nylon, y una familia en promedio llega a tirar 30 kg de ropa al año, ya que sólo el 15 por ciento de la ropa que ya no se utiliza es reciclada o donada. Estos son solo unos ejemplos del impacto de la moda, sin contar con que es una de las industrias que ha tenido varios problemas laborales.

Como compradores de ropa hay muchas cosas que podemos hacer. Para empezar, es importante comenzar a leer las etiquetas. Hacer una compra informada puede tener un gran impacto a la larga. Entre las cosas a tomar en cuenta, es elegir prendas realizadas en países con regulaciones más exigentes para las fábricas, elegir fibras orgánicas y fibras naturales que no requieren químicos para su producción, darle oportunidad a las prendas de fibras recicladas u optar por fibras que no necesitan tanta agua, como el lino. De igual manera, hay que ser más conscientes acerca del consumo, de manera que se compre menos y, en cambio, se reparen las prendas, o se recicle más.

Del lado de los productores, cada vez más marcas apuestan por la sostenibilidad, creando prendas con materiales orgánicos y siendo partidarios del comercio justo y el impulso a las comunidades locales.

A continuación, algunas de las marcas que están haciendo la diferencia en Argentina:

Stay True

La marca fundada por Martín Alonso se dedica a realizar prendas con algodón biodinámico, que consiste en un algodón sustentable que además se basa en la promoción del comercio justo. Este textil se trabaja desde la semilla, utilizando únicamente semillas nativas - no se hace uso de semillas modificadas genéticamente - y desde la siembra, hasta la recolección se evita la intervención de elementos externos que alteren la naturaleza, incluso la recolección se hace de forma manual. Entre las cosas que cuidan es que no se utilicen agroquímicos. El calendario lunar es clave para producción de este algodón, ya que se basan en éste para plantar o limpiar la maleza.

Para su producción, se trabaja bajo un concepto de cooperativa con comunidades originarias Qon. Desde el nacimiento de Stay True en 2014 ya se trabaja con varias familias Qom que tienen 18 hectáreas de cultivo de algodón. Este es el único proyecto de producción de este tipo de algodón en Argentina y el resultado es una marca de ropa y estilo de vida tanto para hombres como para mujeres. Las prendas finales, además de estar realizadas con materiales orgánicos, también se crean con materiales reciclados.

El diseño es sencillo y urbano, con varias prendas que incluyen mensajes que buscan hacer conciencia sobre el cuidado del medio ambiente. Además, el 10 por ciento de las ganancias las donan a distintas organizaciones sociales, en especial a comedores infantiles y causas que promueven la educación.

Mona swimwear

La fundadora de esta firma de trajes de baño, Andrea Picasso, se inspiró en su pasión por el mar para crear una marca que no solo llevara a las personas entre las olas, sino que a la vez ayudara a limpiar el fondo del océano.

Mona se basa en la creación de trajes de baño y ropa de playa realizados con materiales reciclados que son recuperados del mar, como redes de pesca o botellas de plástico. La startup trabaja con buzos en todas partes del mundo que recogen los desechos plásticos del mar y los envían a su fábrica para que pasen por un proceso de depuración y reciclado. El nylon recuperado entonces se convierte en una fibra de nylon vírgen que después se transforma en tela para los trajes de baño.

El plástico puede tardar hasta 100 años en degradarse y los desperdicios que se quedan en el océano son un riesgo para los animales que habitan en este ecosistema, quienes en ocasiones se quedan atorados entre la basura o la ingieren.

Animaná

La fundadora de la marca, Adriana Marina, es una de las mujeres que más ha impulsado la moda sostenible en Argentina. Su marca, que significa “un lugar en el cielo” en lengua Kakán, es una invitación para reconectarse con los orígenes, la naturaleza y la sabiduría ancestral. Incluso el logo que se conforma del sol y la luna, habla sobre la conexión entre los elementos de la naturaleza.

Animaná tiene como foco el respeto de los pueblos originarios, los animales y la naturaleza. Esto lo demuestra a través de sus productos, que están tejidos o bordados a mano, con técnicas ancestrales de los Andes. Las fibras que utilizan son naturales, provenientes de alpacas, llamas, vicuñas y guanacos que viven libremente en la Patagonia y los Andes. Para ello, trabajan con comunidades de alpaqueros locales que mantienen vivas las tradiciones andinas. En cuanto a colores, se apegan al color natural de las fibras o bien las tiñen con tintes naturales que extraen de flores y plantas de los Andes.

Para la marca es clave trabajar con comunidades locales y artesanos que buscan mantener vivos sus oficios que datan de décadas atrás. Entre ellos, el 85 por ciento de los tejedores son mujeres, por lo que para la fundadora es muy importante tener un impacto positivo en ellas, de manera que puedan tener ingresos estables que lleguen a sus familias para su manutención, acceso a servicios de salud y disminución de la migración de los jóvenes.

Photo Credit: Facebook de las marcas

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