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El “Made in Saint-Tropez” que da el caché a las sandalias

Por Anne-Sophie Castro

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Moda

El sur de Francia, la Costa Azul, las fragancias veraniegas y el cuero curtido por el sol… Verdadero símbolo de vacaciones a la francesa, Saint-Tropez sigue siendo un lugar de tendencias. Meca de la jet-set internacional y de la clientela adicta a la moda, (casi) todos han sucumbido a las míticas sandalias “Made in Saint-Tropez”. Demos un recorrido por las firmas de este pueblo costero.

El discreto 90º aniversario de Rondini

Este año, Rondini celebra su 90º aniversario. Institución nacida en el 1927 en Saint-Tropez, se transmite desde hace tres generaciones, vende 13.000 pares de sandalias cada año (todas hechas a mano) y con unos 30 modelos que van de 130 a más de 300 euros por las sandalias de cocodrilo, según una reciente publicación de L’Express.

Dominique Rondini, el fundador italiano venía a instalarse en San Rafael en los años 20, expulsado de su tierra por Mussolini. Sin embargo, uno de sus amigos le aconsejó mudarse a Saint-Tropez, asegurándole que allí iba a poder calzar a mucha gente. Cuando abrió su taller en 1927, a la puerta colgaba un cartel que decía “ Rondini botero, calzados a medida y todo tipo de reparaciones”. Un mensaje claro que atraía a la gente local. A partir de allí, Rondini decidió fabricar la típica sandalia Tropézienne, famoso espartano hecho con bandas de piel montadas sobre una suela fina. No fue idea suya, sino la de un tal Gustavo Robert, tejedor de arte antiguo y de civilización griega que la dibujó años antes.

Georges Pompidou, Georges Brassens, Colette, Brassaï ou Juliette Gréco formaban parte de su clientela...salvo Brigitte Bardot que «siempre andaba descalza ».

Hoy, la tienda se sitúa en la calle Georges Clémenceau y sigue recibiendo a toda la elite mundial, en total discreción, y sin demasiada publicidad, excepto en la cuenta Instagram de la bloguera francesa Garance Doré que lleva con orgullo sus sandalias Rondini de vacaciones.

K Jacques exporta el 70 por ciento de su producción a nivel mundial

K Jacques abría las puertas de su pequeña tienda-taller en el número 39 de la calle Allard en Saint-Tropez en 1933. Los fundadores de la marca, Jacques Keklikian y su mujer Elise, refugiados armenios, fallecidos en 1989 y 1997 respectivamente, tuvieron la ingeniosa idea de fabricar sandalias de cuero. Jacques, manitas, dibujaba el contorno de los pies de sus amigos y clientes en un trozo de cartón y por la noche cortaba en el cuero la suela de sus zapatos.

Elise llevaba su creatividad y su savoir-faire de costurera al trabajo de su marido. Con 24 años, Jacques empezaba a darse a conocer y frecuentaba a artistas, pintores, escritores, cineastas y actores franceses y extranjeros como Brigitte Bardot, Madeleine Renaud, Françoise Giroud, Joan Collins, Cocteau, Picasso, Colette, Paul Géraldy o Oliver Hardy que, en cada verano, se juntaban en Saint-Tropez.

La pareja tuvo dos hijos y una hija: Georges, Bernard y Liliane. Hoy en día ellos llevan el negocio familiar. Liliane se encarga de acoger a los clientes y da nombres históricos a los modelos de K Jacques: Homero, Picón, Epicuro, Gandhi, Bikini… Georges es el creativo de la casa y Bernard se encarga de la gestión y de la expansión de la empresa. “Actualmente, con una cifra de negocios de 5,7 millones de euros en 2016, cerca del 70 por ciento exportado al extranjero la firma vive una buena época gracias a una estrategia simple, pensada para el largo plazo. No queremos inundar el mercado, sabemos quiénes son nuestros clientes. Nuestro objetivo es hacer un producto atemporal y que dure”, decía hace unos días a L’Express.

En la actualidad K Jacques es sinónimo de moda y lujo, de elegancia, innovación y bienestar. “39, rue Allard; 28 rue Seillon; Villa “Lou Niou” (el nido en provenzal) y desde el 2009, Route des Plages donde han trasladado su taller y sus oficinas: una nueva dirección no borra la antigua, pero confirma la presencia y la calidad de K Jacques en Saint-Tropez”, detalla el sitio web de la firma.

En cifras, cada par necesita unos 60 minutos de fabricación a mano, 46 operaciones diferentes ejecutadas por los 30 artesanos, 123 elementos montados para los modelos más complejos y 60 pequeños clavos.

K Jacques exporta sus productos en los cinco continentes y dispone de dos agentes comerciales en Nueva York y Milán para desarrollar los más de 250 puntos de venta en el mundo y su sitio de ventas online.

Entre 1990 y 2000, la firma ha colaborado con Karl Lagerfield, Corinne Cobson, Atsuro Tayama, Kenzo, Mario Chanet, Chacok, Kookaï, Courrèges, Stephanel, Balenciaga, Dorothée Bis, Plein Sud, Lolita Lempika, Helmut Lang, Georges Rech, Givenchy,Paule Ka o Isabelle Marant, entre otros.

Por otro lado, K.Jacques crea colecciones en « co-branding » con Duro Olowu, Golden Goose, Vanessa Bruno, James Perse Los Angeles y Opening Ceremony.

« Les Tropéziennes par M.Belarbi» : la leyenda de las sandalias atemporales

Saint-Tropez vio nacer, a principio de los 80, Les Tropéziennes par M.Belarbi, inspirada por la moda hippy de los 70.

Los adeptos de esta moda tenían la costumbre de juntarse en la tienda de M.Belarbi, en Saint-Tropez, antes de que decida recentrar su actividad en la concepción y la producción de sandalias a principios de los 80.

Entre los best-sellers de la marca se encuentra la bota india creada en 1982 y declinada en 23 colores, el modelo retro-chic para mujer « 3004 » creado en 1987 y adaptado para hombres y niños un año más tarde.

Las sandalias de M. Belarbi, inspiradas en la riqueza de su pueblo y hechas con materiales completamente naturales, han conquistado un amplio público de apasionados en el todo el mundo. Se distinguen por sus líneas vintage y seductoras. “Los cueros son iridiscentes, trenzados, a veces cortados y cosidos. Representan la calidad de estos zapatos atemporales”, indica la firma.

Exportada a más de 40 países, “Les Tropéziennes par M. Belarbi” se han vuelto, en 35 años, imprescindibles en el armario de toda mujer que busca “evadirse”.

A principios de los 90, «Les Tropéziennes par M. Belarbi” contaban con cuatro tiendas en Saint-Tropez, una en Megève, una en Courchevel y siete franquicias repartidas entre Francia y otros países del mundo.

Desde el 2007, la firma ha lanzado dos nuevos modelos de piel: la sandalia « Hit » y la « Erizo », como best-sellers de una segunda vida.

Fotos : Saint-Tropez (imagen de Rondini). Rondini, les tropéziennes Box taupe. K.Jacques modelo Pitón. Les Tropéziennes nueva colección en naranja.

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