El legging, la nueva prenda estrella
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Calzedonia ha anunciado la deslocalización de una parte de su producción en el norte de Etiopia. La empresa ha invertido 15 millones de dólares (13 millones de euros) en estas nuevas instalaciones y producirá leggings, trajes de baño y calcetines para hombres, mujeres y niños y prevé exportarlos hacia Europa por un valor estimado de 787.000 dólares, equivalente a 684.743 euros mensuales.
En veinte años, la moda deportiva ha pasado a ser de ocio a la vida diaria llegando a realizar ventas multimillonarias. El legging, reservado al principio a la práctica del yoga y del aerobic, se ha vuelto muy sofisticado. Las marcas han apostado por la comodidad, la tecnología y el diseño. La práctica del yoga se ha desarrollado muchísimo en estos últimos años y el legging se ha instalado progresivamente en la calle llegando a destronar el denim. Un estudio reciente en los Estados Unidos muestra que, desde el 2014, las adolescentes prefieren comprar leggings en lugar de tejanos. El año pasado, Bloomberg indicaba que las ventas de leggings y los shorts de deporte para mujer habían, por primera vez, superado a las del denim.
Un fenómeno cultural de masa que amenaza al sector denim
Más allá de su práctica milenaria importada de la India a los Estados Unidos a finales de la década de los 60, el yoga se ha convertido en un fenómeno cultural masivo. Si a principios del siglo XXI, los pantalones yoguis buscaban una alternativa de alta gama a los leggings de algodón, su popularidad ha hecho que las grandes marcas inviertan en nuevos tejidos y nuevas tecnologías. La compañía canadiense pionera, Lululemon, presentó en sus inicios en 2005, un tejido hecho de un alto porcentaje de microfibras de nylon en lugar de la mezcla de poliéster habitual. Diez años más tarde, la marca estaba desarrollando una gama de telas con propiedades específicas como la absorción de humedad o el uso de partículas de plata adheridas a las fibras para evitar que las bacterias se reproduzcan. Adidas y Nike siguieron un patrón similar con materiales que regulan la temperatura y absorben el sudor.
La popularidad de estos pantalones extremadamente cómodos ha llevado a una fuerte competencia en la industria de la moda y a todos los precios. De 9 a 30 euros en Zara o H&M, 130 euros en Lululemon o hasta 890 euros en Givenchy. Al cubrir todo el mercado, los leggings amenazan al sector de la mezclilla y marcas como Levi's tienen que adaptarse, especialmente al crear productos de mezclilla con forma elástica como jeggings, sin perder su esencia.
El athleisure como actitud
Más de 48,000 millones de dólares se gastan cada año en la moda deportiva en los Estados Unidos y 2018 ha sido un año excelente, especialmente para la venta de leggings. Para la empresa de moda Lyst, los leggings representan cada mes uno de los productos estrella de la red, con 430.000 búsquedas en Google en todo el mundo, mientras que para Asos, sus ventas han aumentado en un 95 por ciento en comparación con 2017.
Para Pascal Monfort, quien dirige la firma de investigación REC, el athleisure ha explotado durante los últimos cinco años: "En 2010, la industria de la moda comenzó a tomar en serio la ropa deportiva. Las marcas de moda y lujo finalmente han decidido abrazar la tendencia de una manera radical.
"Los leggings, a medio camino entre pantis y jeans, son una pieza versátil que se puede mezclar con chaquetas, camisas o debajo de una falda, por ejemplo". Señaló Lisa Aiken, directora de moda de Net-a-porter en una entrevista.
Finalmente, el culto al cuerpo y el nuevo empoderamiento femenino han hecho que las ventas de leggings despeguen, especialmente con las top models como Gigi Hadid, Kendall Jenner o Karlie Kloss, o estrellas deportivas como Serena Williams que se han convertido en referentes de moda por sus cuerpos "perfectos".
Foto: Campaña Lululemon Black Friday 2018