El británico Matty Bovan firma un doblete y se hace con el Woolmark Prize y el Karl Lagerfeld Award a la innovación de 2021

Madrid – Ya tenemos ganador de esta última edición del premio internacional Woolmark Prize de 2021. Uno de los principales, y con más larga historia, galardones de cuantos rodean a la industria de la moda y del textil, que en esta ocasión ha ido a parar a manos del diseñador británico Matty Bovan. Quién, firmando un doblete cuasi histórico, ha logrado no solamente alzarse como vencedor del premio internacional Woolmark Prize, sino también como el ganador del premio a la innovación Karl Lagerfeld de esta presente, y atípica, edición. Un hecho con el que logra grabar su nombre junto al del igualmente británico Edward Crutchley, el único diseñador hasta la fecha que había logrado tal hazaña después de lograr hacerse con sendos galardones durante la pasada edición de 2019 del premio.

La designación de Bovan como ganador pleno del certamen ha corrido a cargo de un jurado de expertos integrado por un plantel de destacadas figuras vinculadas a la industria de la moda y del textil. Entre cuyos miembros se encontraban desde Carine Roitfeld, antigua redactora en jefe de la revista Vogue en su edición francesa y actual editora en jefe de Harper’s Bazaar, además de colaboradora habitual de marcas como Chanel, Karl Lagerfeld, Versace, Gucci o Calvin Klein; así como otros nombres conocidos del sector como los de Ib Kamara, Shaway Yeh, Sinéad Burke, Tasha Liu, Tim Blanks, Julie Davies o el del diseñador estadounidense Thom Browne. Quienes no dudaron en alabar la astucia de los diseños de Bovan, ensalzándolos al nivel del de otros ya legendarios diseñadores, como la mismísima Vivienne Westwood o John Galliano.

“Lo que más me ha impresionado de Matty es su capacidad para alzarse como digno ganador de ambos premios, algo que creo que realmente merece por su innovación y su creatividad”, apuntaba Roitfeld a través de unas declaraciones difundidas desde la propia organización del certamen. “Es pura moda, me hace soñar y me recuerda diría que a una joven Vivienne Westwood o a un John Galliano, y necesitamos desesperadamente de un diseñador así en el mundo de la moda de hoy”.

“Cuando veo tu colección, observo que realmente las cosas siguen avanzando y que existe un hambre real de querer mostrar a la gente cosas que no han visto antes, y eso es algo realmente necesario en un momento como el actual, además de muy inspirador”, se encargaba de remarcarle al propio Bovan el diseñador Thom Browne. “La forma en la que has usado la lana parece demostrar que no ha sido ningún desafío, pudiste sacarle realmente provecho al material. Así que gracias por esa gran inspiración y por la vitalidad con la que has sabido dotar a tu colección”.

Una colección colorida con diseños de jacquard creados con el mínimo desperdicio de materia prima

Como bien queda demostrado a través de las declaraciones vertidas tanto por Roitfeld como por Browne, el jurado quedó francamente impresionado por la colección de piezas mostrada por Bovan. Una “Oda al mar” bajo el nombre de colección “Odyssey”, inspirada en los viajes y en el escapismo, en su forma más figurativa, con la que el diseñador viene a hablar de navegar a través de un evento traumático, con la esperanza puesta en lograr surcar las aguas hasta el otro lado y poder alcanzar la brillante luz de la otra orilla, más allá de la tempestad. Un mensaje inspirador al que el diseñador, con sede en la localidad inglesa de York, supo dar forma a través de un conjunto de materiales y técnicas con las que venía a hablar de cuestiones tan de la actualidad como lo son la producción en proximidad y las prácticas más sostenibles y circulares.

El resultado de todo ello, se vio finalmente reflejado en una sucesión de prendas que llamaron poderosamente la atención del jurado por el colorido de la propuesta y sus impresionantes diseños de jacquard en lana de Merino. Unos patrones intrincados de una gran pericia, frente a los que el jurado quedó asombrado, y para cuyos modelos Bovan se valió de asociaciones con distintos proveedores, artesanos y fabricantes locales. De un cúmulo de distintas colaboraciones, como la que lograba firmar con la compañía textil británica AW Hainsworth. Empresa con más de 235 años de historia, que ponía a disposición del diseñador un nuevo servicio, que ya ha implementando como parte de su modelo de negocio, que le permite comercializar tiradas cortas de patrones de jacquard, de manera totalmente personalizada, disminuyendo de este modo la generación de desperdicios y la proliferación de partidas muertas. Aspectos gracias a los que Bovan conseguía subrayar el carácter como sostenible y circular de la colección.

“Es un gran honor haber podido ganar estos premios, y estoy muy excitado ante la idea de ver hasta dónde me terminarán conduciendo”, apuntaba el propio diseñador británico. “Ya estaba muy emocionado por lo que suponía vivir esta experiencia y por formar parte de la plataforma del Woolmark Prize”, añadía Bovan. “Ser parte del International Woolmark Prize realmente ha ayudado a elevar mi marca y a aumentar mi conciencia y mi idea de cómo debo operar como empresa y como firma. Ha sido increíble y me ha encantado vivir cada minuto”.