Dior, en clave “college”
cargando...
Entre las últimas propuestas en moda que se han dado a conocer en esta recta final del año, la casa francesa Dior, una de las principales firmas de moda del holding internacional francés LVMH, ha presentado su colección femenina para la próxima temporada de Otoño de 2022. Una propuesta diseñada por Maria Grazia Chiuri, directora creativa de la línea femenina de Dior desde el pasado mes de julio de 2016, con la que la diseñadora italiana viene a celebrar la ascendencia femenina de la que cuenta la célebre casa de modas fundada por el modista Christian Dior.
Valiéndose así pues una vez más del propio legado de la casa, y enfocándose en aquellos aspectos que le valen para ponerlo en su justo contexto y en evidenciar la tremenda modernidad de la que siempre ha sabido hacer buena gala la firma desde su fundación, Chiuri ha construido esta última colección sirviéndose de la inspiración que le ha brindado el libro “Miss Dior: A Story of Courage and Couture”. Volumen de la escritora Justine Picardie, publicado este pasado septiembre de 2021 por la editorial Faber&Faber, con el que su autora entra a plasmar la que fuera la apasionante y agitada vida de la mujer que se mantuvo tras la figura del célebre modista, ejerciendo sobre él una notable influencia que hasta ahora se había mantenido prácticamente como imperceptible y desconocida para el gran público. Hablamos no sino de Ginette Dior, más conocida como Catherine Dior. Hermana menor del diseñador, aguerrida miembro de la resistencia francesa durante la ocupación alemana de la Segunda Guerra Mundial, y mujer a la que el modista terminaría dedicando una de sus creaciones más aclamadas y conocidas: un perfume “Miss Dior” cuya esencia original veía la luz en 1947, y cuyo nombre hace referencia precisamente a Catherine Dior, también conocida como Miss Dior.
Homenaje a Catherine Dior y a todas aquellas mujeres que incendiaron el imaginario creativo del modista
Partiendo de este modo con Catherine Dior como figura central, Chiuri ha terminado por construir una suerte de comunidad femenina en torno a los propios orígenes de la Maison, centrando su atención en los igualmente papeles decisivos que terminaron jugando en el imaginario del modista y en su trayectoria otro buen número de mujeres, como Mizza Bricard, musa del diseñador, o Marguerite Carré, una de sus colaboradoras más cercanas. Una constelación de figuras femeninas que terminaron contribuyendo de manera contundentemente positiva al buen éxito del modista en sus planes por alumbrar un nuevo lenguaje para la moda de la postguerra, y a cuyas decisivas acciones ahora la diseñadora italiana ha buscado dar merecido reconocimiento.
Se trata de “una red de mujeres” que actuó como una “auténtica fuerza creativa en el universo de Dior”, explican desde la propia firma de modas a través de un comunicado. Un conjunto de mujeres que “contribuyeron al éxito de Monsieur Dior”, subrayan, razón esta por la que Maria Grazia Chuiri se ha decidido ahora por “homenajear” sus figuras e historias.
Cuadros escoceses y faldas plisadas: reinterpretando el uniforme de colegio
Con este propósito, la diseñadora italiana ha creado una colección armada sobre el principio de “comunidad”. Aspecto este que ha buscado reforzar mediante la reinterpretación en clave heráldica del nombre y del emblema de la casa de modas. Una acción que ha dado como resultado el diseño de una suerte de escudo de armas que porta por lema el mensaje “L’union fait la force” (La unión hace la fuerza); proclama con la que diseñadora y la casa francesa reafirman tanto los valores a favor de la artesanía que tratan de proteger con sus métodos únicos de confección, como ese principio colaborativo por el que se ha venido rigiendo Chiuri desde que tomase las riendas creativas de la línea femenina de la Maison.
A partir de este principal motivo y escudo, que podremos ver representado sobre diferentes prendas de indumentaria y complementos de la colección, la diseñadora italiana termina poniendo en justo contexto ese término de “comunidad”, trayéndolo a la actual época contemporánea. Acción con la que acaba por dar forma a lo que parece mostrarse como un conjunto de estudiantes que comparten un mismo colegio o forman parte de una misma hermandad. Una atmósfera que da pie a que Chiuri pueda entrar a reinterpretar el arquetipo del “uniforme” de colegio. Una indumentaria que la diseñadora transgrede en su justa medida, para presentárnosla dotada de un insultante carácter irreverente y bañada de influencias punk y venidas de distintas tribus urbanas.
Como resultado, nos encontramos con una colección dominada por una fuerte estética “college”, en la que las características de las prendas de los uniformes estudiantiles para chico y para chica se fusionan. Mientras que en lo referente a los diseños y estampados, predominan los cuadros escoceses en combinación cromática de amarillo, gris y negro, con una permanente reinterpretación de las características faldas plisadas de los uniformes femeninos. Unos elementos más estereotipados, que van dando paso a medida que evoluciona la colección a unas propuestas más sobrias y versátiles, construidas sobre una combinación de tonalidades neutras a base de beis, blancos, grises y negros. Una contenida paleta cromática, que veremos como Chiuri es capaz de dotar de un gran dinamismo y atractivo visual, gracias a su magistral uso de unos nuevos materiales técnicos que entra a combinar con bordados, con prendas de punto y con tejidos propios de la indumentaria masculina. Todo ello al mismo tiempo que no duda en entrar a reinterpretar, una vez más, piezas icónicas del legado histórico de la marca, como su emblemática chaqueta “Bar”.