De Gap y Levi’s a Gucci: la moda sale en defensa del derecho al aborto
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Tras la polémica decisión del Tribunal Supremo de los Estados Unidos que ha conducido a la supresión, de facto, del derecho al aborto en el país para que este, dejando ya de ser un derecho garantizado a nivel federal, pase a regirse de manera estatal en función de las diferentes legislaciones de sus diferentes estados, no han sido pocas las voces que se han alzado para criticar lo que valoran como la última herencia envenenada del expresidente republicano Donald Trump. Quien, en virtud de sus facultades como presidente, a lo largo de sus cuatro años al frente del país llegó a nombrar a los tres magistrados conservadores que habrían terminado por inclinar la balanza a favor de su derogación, incendiando la mecha de una oleada de indignación y de protestas que recorre de extremo a extremo la nación desde el pasado viernes, y frente a la que no han dudado en responder las grandes compañías, tanto nacionales como internacionales, de la moda.
En un acto que el actual presidente de los Estados Unidos, el demócrata Joe Biden, no dudaba en calificar de hecho que pone en peligro la salud y la vida de las mujeres estadounidense, el pasado viernes, 24 de junio de 2022, el Tribunal Supremo del país terminaba anunciando el fallo del caso Dobbs contra Jackson Women's Health Organization. Una sentencia aprobada por 6 votos a favor y 3 en contra, y en cuyas deliberaciones además se procedió a realizar una valoración sobre la doctrina defendida por el mismo Tribunal tras el caso Roe vs. Wade. Litigio con una sentencia en firme de 1973, que la actual corte de jueces del Tribunal ha pasado ahora, cerca de 50 años después, a enmendar, acordando, por 5 votos a favor y 4 en contra, que el aborto no es un derecho constitucional, que la Constitución del país no hace ninguna referencia al aborto y ninguno de sus artículos protege implícitamente este derecho, y que por tanto la doctrina Roe vs. Wade debe quedar anulada, y el que los diferentes Estados cuentan con poder para prohibir o regular el aborto.
Con su decisión, y en lo que no ha dejado de hacerse visible desde que se confirmara públicamente, se termina por ahondar aún más en el enfrentamiento que actualmente se vive políticamente en el país entre demócratas y republicanos. Consecuencia de lo que supone, tal y como remarcaba el propio Biden, un hecho sin precedentes al ser la primera vez en su historia que el alto tribunal se atreve a negar un derecho previamente reconocido, y que además ya son muchos los que apuntan a que no será más que la primera muestra de la serie de medidas ultraconservadoras que comenzarán a auspiciarse desde las salas del Tribunal Supremo. Apuntando ya a este respecto hacia el colectivo LGBTIQA+, y hacia una posible derogación de los derechos de los miembros de esta comunidad que se consiguieron, en el marco del Caso Obergefell contra Hodges con sentencia de 2015, con el reconocimiento y la protección a nivel federal del matrimonio de parejas del mismo sexo.
“Hoy, la Corte Suprema de los Estados Unidos expresamente le ha quitado al pueblo estadounidense un derecho constitucional que ya le había reconocido”, declaraba el presidente Joe Biden. “No fue que lo limitaron. Sencillamente se lo quitaron” y “nunca se había hecho eso con un derecho tan importante para tantos estadounidenses”, siendo “tres magistrados nombrados por un mismo presidente, Donald Trump, los que están tras la decisión de hoy de trastocar la balanza de la justicia y eliminar un derecho fundamental para las mujeres de este país”. “No se equivoquen”, añadía Biden, “esta decisión representa la consagración de un esfuerzo deliberado durante décadas para alterar el equilibrio de nuestra ley”, presentándose como “la materialización de una ideología extrema y, en mi opinión, un trágico error de la Corte Suprema”. Un Tribunal que “ha hecho lo que nunca antes había hecho: eliminar expresamente un derecho constitucional que ya antes había sido reconocido y que es tan fundamental para tantos estadounidenses”, y que “tendrá consecuencias reales e inmediatas”, puesto que “las leyes estatales que prohíben el aborto hoy automáticamente entrarán en vigor, poniendo en peligro la salud de millones de mujeres, en algunos casos sin excepciones”.
Para terminar de poner en contexto este nuevo giro sin precedentes en la legislación del país, Biden trataba de ilustrar lo acontecido subrayando en este sentido el que algunas de estas normas “son tan extremas que las mujeres podrían ser sancionadas por proteger su salud”. “Son tan extremas que mujeres y niñas se verán obligadas a llevar dentro de sí al hijo de su violador”, “que los médicos serán penalizados por cumplir con su deber de cuidado”, que pueden provocar el que “una mujer joven” se vea “obligada a llevar el hijo del incesto”. Sin olvidar el que además, y como “demasiadas veces”, “las mujeres pobres” serán “las más afectadas”. “La Corte en su decisión hizo referencia a leyes estatales que penalizan el aborto que se remontan a los 1800”, y con su decisión, “literalmente, hizo retroceder 150 años a los Estados Unidos”.
De Gap a Levi’s: la moda estadounidense sale en defensa de sus trabajadoras
Como respuesta al giro conservador dado por el alto tribunal de los Estados Unidos, y en una actitud que usualmente no era la que adoptaban, ni adoptan, frente a cuestiones que pueden llegar a resultar polémicas entre sus comunidades, ya son innumerables las casas, las firmas y las multinacionales de la moda que públicamente han salido a censurar la decisión de la Corte Suprema y de los magistrados. Una postura que ha venido apoyada por las declaraciones en la misma línea hechas a título personal por diseñadores de la talla de Rick Owens o Alessandro Michele —director creativo de Gucci—, y, en el caso especialmente de compañías con intereses y equipos en los Estados Unidos, de declaraciones desde las que apuntan a que seguirán tratando de velar por la seguridad reproductiva de las mujeres que forman parte de sus plantillas, mediante ayudas y acciones de apoyo directas.
Poniendo primeramente nuestra atención en ese conjunto de marcas originarias de los Estados Unidos, públicamente han pasado a posicionarse en contra de la decisión del Tribunal y a favor del derecho de las mujeres a decidir sobre el aborto compañías de la talla de Victoria’s Secret, Ralph Lauren, Capri Holdings —propietaria de Versace, Jimmy Choo y Michael Kors—, la deportiva Dick’s Sporting Goods, Levi’s o Gap. Compañía esta desde la que no han dudado en hacer pública una declaración oficial desde la que ponen de manifiesto el conjunto de ayudas que ponen, y continuarán, poniendo al alcance de sus empleadas.
“En Gap sabemos que una fuerza labora sólida comienza por la salud y el bienestar de todos nuestros empleados, los cuales son un 76 por ciento mujeres”. Así pues, “en un encuentro reciente para empleados, compartimos con nuestros equipos la amplia gama de beneficios para la salud mental y para la planificación familiar que ofrecemos, porque sabemos que es importante apoyar a nuestros empleados, independientemente de cómo o cuándo decidan formar una familia”. A este respecto, añadían, tratando de ofrecer un bálsamo frente a tanta incertidumbre, “algunas de estas ventajas incluyen la cobertura para adopción, la maternidad subrogada, los tratamientos de fertilidad, la licencia por maternidad, los anticonceptivos y el aborto”. “Cualquier empleado cubierto por los panes UnitedHealthcare de Gap puede acceder a nuestros beneficios en cualquier estado, ya sea en el que residan o al que viajen, ahora o en el futuro”, añadían desde Gap. “Estamos comprometidos a apoyar a todos los empleados a través de estas importantes decisiones de su vida, sin importar dónde vivan o el camino que tomen”.
“Avanzar en la igualdad de género y empoderar a las mujeres son parte esencial de los valores de Capri”, añadían por su parte desde la dueña de Michael Kors, Versace y Jimmy Choo a lo largo de unas declaraciones recogidas por el medio de comunicación estadounidense Wwd. “Más del 75 por ciento de nuestra plantilla en Estados Unidos son mujeres”, y “a la luz de la reciente anulación de la sentencia Roe vs. Wade, hemos ampliado nuestros beneficios de derechos reproductivos en los Estados Unidos, para ayudar a las mujeres a obtener servicios de aborto que no estén disponibles en sus estados de origen”. “Estamos orgulloso de dar este importante paso en apoyo de nuestras empleadas”, sostienen desde Capri Holdings.
“Nos oponemos firmemente a cualquier acción que perjudique la salud y el bienestar de nuestros empleados, lo que significa oponernos a cualquier decisión que restrinja el acceso a toda la oferta de servicios para la salud reproductiva, incluido el aborto”, añadían por su parte desde Levi’s. “La protección de los derechos reproductivos es un tema crítico que afecta a nuestra plantilla, a nuestra economía y al progreso hacia la igualdad racial y de género”. “Dado lo que está en juego, los líderes empresariales deben hacer oír su voz y actuar para proteger la salud y el bienestar de nuestros trabajadores”, motivos por los que desde Levi’s “continuaremos asegurándonos de que nuestros empleados puedan obtener la atención que necesitan, independientemente de dónde vivan y apoyando a las organizaciones de salud reproductiva”.
De la claridad de Ferragamo a la contundencia de Gucci
Poniendo ya la atención en el plano internacional, casas y grupos como Salvatore Ferragamo, Hugo Boss, Gucci o Kering, holding internacional francés propietario de la propia Gucci, así como de otras destacadas casas de moda como Balenciaga o Yves Saint Laurent, son por su parte tan solo algunas de las multinacionales de la moda que públicamente han salido igualmente a tomar posiciones defensivas frente a lo acontecido con la derogación del aborto en los Estados Unidos. Unas posturas que están empezando a defender, respaldas por las de creativos como el estadounidense Rick Owens, quien declaraba sentir una “gran decepción” tras el acuerdo del Tribunal Supremo, o de un Alessandro Michele que definía como una “vergüenza” lo acontecido.
“Hoy, la Corte Suprema de los Estados Unidos ha lanzado un ataque devastador contra la libertad de las mujeres. ¡Qué vergüenza!”, expresaba el creativo romano desde su cuenta personal en Instragam, en un mensaje que acompañaba de una fotografía de una de las piezas de su colección Crucero 2020 para Gucci, en cuya espalda podía leerse el mensaje “My Body My Choice” (Mi cuerpo, mi elección).
Mientras tanto, y a nivel ya más corporativo, desde Salvatore Ferragamo se posicionaban públicamente con un tan escueto como certero “Let Women Choose” (Deja que las mujeres elijan). Un mensaje que han difundido desde sus distintas redes sociales, en compañía de hashtags con los que apuntaban a Roe Vs. Wade, al derecho al aborto y a la derogación de Roe Vs. Wade. Desde Hugo Boss por su parte hacían lo propio, lanzando pública una breve declaración oficial desde la que apuntaban a que “apoyamos a todas las mujeres a las que se les impide tomar sus propias decisiones sobre su cuerpo, su vida y su futuro”, definiendo como “la autonomía individual” como “un derecho humano que debe ser protegido”. Mientras que nos encontramos ya con Gucci y con su matriz Kering, como dos de las compañías que más claramente han tratado de hacer ver públicamente su postura frente a la derogación del derecho al aborto en los Estados Unidos.
“Cuando Gucci fundó ‘Chime for Change’ en 2013”, una iniciativa desde la que desde entonces han tratado de luchar por la igualdad de género, la casa “se comprometió a luchar a escala mundial para promover la igualdad”. “Casi diez años después, la Firma no ha dejado de luchar por esta causa, a pesar de los nuevos desafíos que han surgido en el camino”, declaran desde la propia casa de modas a través de un comunicado.
A este respecto, “en este momento crítico para los derechos reproductivos en Estados Unidos la lucha por la igualdad de género nunca ha sido más crucial”. “Gucci se mantiene firme en su creencia de la libertad de expresión, la libertad de identidad y la libertad de elección, mensajes que han impulsado durante mucho tiempo el liderazgo y la visión del presidente y director ejecutivo de Gucci, Marco Bizzarri, y del Director Creativo Alessandro Michele”. “Defender estos principios significa defender la idea de que el acceso a la atención de salud reproductiva es un derecho humano fundamental”, en una postura que “desde 2013, mediante su campaña ‘Chime for Change’, Gucci se enorgullece de haber apoyado directamente”, mediante “proyectos centrados en la salud sexual, reproductiva y materna en más de 30 países de todo el mundo junto a socios mundiales de primera línea, entre ellos la Planned Parenthood Federation”, en lo que se encontraría decidida la casa de modas a seguir apoyando, en respuesta a sus compromisos éticos y valores.
Una posición esta que terminaban certeramente resumiendo desde Kering, multinacional de la moda francesa especializada en el sector del lujo, que públicamente “se opone a todas las formas de violencia contra las mujeres”. “Apoyamos la libertad de las mujeres para tomar sus propias decisiones sobre sus cuerpos y sus vidas”, sentencian, al cierre de una breve declaración oficial emitida hace escasamente dos días tras el anuncio del fallo del Tribunal Supremo de los Estados Unidos.
“Estos proyectos”, desarrollados por Gucci en colaboración con un heterogéneo grupo de asociaciones, “junto incluido el suministro de talleres de salud reproductiva para mujeres, formación para médicos para apoyar el uso del DIU, ecografías durante el embarazo, recursos de planificación familiar para mujeres rurales e intervenciones para prevenir la transmisión del VIH de madre a hijo, así como campañas que exigen mayores fondos y políticas para ampliar la atención de salud reproductiva y los derechos para todos”, añaden desde la casa de moda italiana. “Gucci sigue apoyando a socios mundiales sin ánimo de lucro que permiten el acceso a la salud reproductiva y protegen los derechos humanos, especialmente para los más vulnerables”, y “como parte de este compromiso, a partir de ahora, Gucci proporcionará el reembolso de los gastos de viaje a cualquier trabajador o trabajadora de la Firma en EE.UU. que necesite atención médica no disponible en su estado de origen”.
Así, “Gucci se compromete a asegurarse de que sus empleados de Estados Unidos cuenten con el apoyo, la protección y los recursos necesarios en consecuencia de las futuras medidas que puedan restringir el acceso a la atención médica crítica”. Todo ello al tiempo que la “firma también igualará las donaciones de empleados de Gucci America a Planned Parenthood”, sumándolas a las que ya ha realizado a través de su campaña ‘Chime for Change’ para proyectos de salud sexual y reproductiva en países como República Dominicana, Francia, Alemania, Haití, Japón, Perú, Singapur y España. Iniciativas mediante las que la firma trata de reforzar sus compromisos en materia de inclusión, “la cual implica crear un sentido de pertenencia y garantizar que cada persona sea valorada y tratada equitativamente y tenga libertad para ser quien quiera ser”.