Christian Lacroix, veinte años de su casa de costura

El modisto Christian Lacroix celebra este año veinte años de creación que condujeron a este espíritu libre y curioso a ejercer sus talentos en campos variados, también lejos del campo de la costura. "Me gusta estar allí dónde no se me espera", declara Christian Lacroix. El diseñador a veces fue encasillado con un estereotipo folklórico, pero su trayectoria muestra un universo más complejo.Sin embargo, a pesar de la abundancia de los encajes y de los bordados, del negro, del oro, del rojo, los colores vibrantes de su guardarropa a las inspiraciones hispanistas y las reseñas históricas, Christian Lacroix niega el folklore y la anécdota.

"Querría ir siempre hacia más abstracción, menos ilustración, más pureza y madurez. Menos anécdota, y modos para la moda", explica en un libro, "¿quién está allí?"

Su primera colección de alta costura, presentada el 26 de julio de 1987, aparece como un homenaje en sus orígenes. Su frondosidad barroca resuelve con gusto de la época y cautiva al público. Es el resultado de una trayectoria forjada de encuentros que trajeron a la costura un estilo provincial. La que luego se convirtió en su mujer le anima a hacer dibujos de moda y el agregado de prensa Juan-Santiago Picart que le abre en 1978 las puertas de Hermès. En 1987, crea su propia casa, con el apoyo de Bernard Arnault, entonces Director General de Christian Dior. En la estela de la alta costura, el prêt-à-porter ve la luz en 1988, luego una línea de accesorios.

En 2005, LVMH le vende una parte al grupo americano Falic, un gigante de la distribución del duty free y Christian Lacroix queda director artístico. Varias líneas son suprimidas un año más tarde. En noviembre de este año se abre una exposición en el Museo de la moda y de los tejidos en París, concebida en colaboración estrecha con Christian Lacroix. El diseñador resume así su visión de la costura: "es posiblemente ir a lo más puro. (...) Es emparejar el sueño a la realidad. Crear una emoción, hasta hacer llorar."