Chanel, a ritmo de tweed
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Poniendo el broche de oro a esta última edición de la Semana de la Moda de París, la casa de modas francesa Chanel era la encargada de abrir ayer, martes 8 de marzo, la última jornada de desfiles con una presentación organizada en el interior del nuevo Grand Palais Éphémère de París.
A lo largo de un desfile en vivo y con público presencial, que no se retransmitió en directo a través del canal online como por el contrario si hicieron algunas otras casas de moda durante esta última edición de la París Fashion Week, la firma de modas francesa paso así a dar a conocer la última colección femenina de su línea de prêt-à-porter para la próxima temporada Otoño/Invierno de 2022/2023. Una propuesta nuevamente diseñada por la francesa Virginie Viard, directora creativa de Chanel desde el fallecimiento de Karl Lagerfeld el pasado 19 de febrero de 2019, que se significó como una apología y un elogio al tweed, en su papel como tejido especialmente significativo para la casa francesa, del que se ha llegado incluso a erigir como sinónimo, dada la estrecha relación que existe entre ambos y la amplia presencia de la que ha gozado entre las colecciones de la casa, ya desde los mismos años en los que esta se encontraba bajo la dirección de su fundadora Coco Chanel.
Un río de tweed, entre las orillas del naturalismo y de la música británica de la década de los 60
Sirviendo así pues de sentido homenaje tanto a la fibra en sí misma, como a la figura de Chanel y al legado y la historia atesoradas por la casa de modas francesa desde su fundación en 1910, el tweed se convertía de esta suerte en el protagonista absoluto de una colección confeccionada en su práctica totalidad únicamente a partir de este tejido. Un protagonismo que se llevó hasta su máxima expresión, reconvirtiendo la pasarela instalada en el interior del Grand Palais Éphémère, instalación efímera instalada en el conocido Campo de Marte de la capital del Sena, a los pies de la Torre Eiffel, con objeto de poder dar en su interior cabida a todos aquellos eventos y exposiciones que tradicionalmente venía albergando el Grand Palais durante el tiempo en el que duren sus trabajos de rehabilitación, en un “río de tweed” sobre el que fueron desfilando las modelos con las últimas creaciones de Viard.
Para dar forma a la propuesta, la diseñadora francesa compuso una paleta cromática inspirada en las mismas tonalidades florales que ya inspiraran a la propia Chanel durante sus primeros años de experimentación con este tejido, hasta entonces muy propio del armario masculino, y que sería la propia Coco Chanel quien, en palabras de Viard, se encargaría de “feminizar”. Dando como resultado un abanico cromático que navega entre rosas y lavandas, para sumergirse en la profundidad de los negros, la intensidad de los rojos o el calor de naranjas y ocres. Tonos que se encargan de dotar de su caracter alegre y en conexión con el mundo natural, a una colección compuesta por vestidos, pantalones, abrigos, conjuntos de pantalón o falda y chaqueta, o incluso medias, todo elaborado con tweed.
“Dedicar toda la colección al tweed es un tributo”, subraya la propia Virginie Viard a través de unas declaraciones difundidas desde la propia casa de modas. A este respecto, “seguimos los pasos de Gabrielle Chanel a lo largo del río Tweed, para imaginar tweeds en los colores de este paisaje”, como “el de un abrigo largo rosa jaspeado de azul y morado, o un traje burdeos con un delicado brillo dorado”. Siendo precisamente además esto “lo que hacía Gabrielle Chanel en sus paseos por la campiña escocesa”, en los que “juntaba helechos y ramos de flores para inspirar a los artesanos locales en los tonos que quería”.
Además de este bucólico recuerdo, en la historia de la relación de Chanel con el tweed también se encuentran los años de su relación con el Duque de Westminster, y de esas chaquetas suyas de las que bien supo apropiarse. “No hay nada más sexy que usar la ropa de la persona que amas”, añade Viard, y “por supuesto, estoy fascinada por este gesto siempre contemporáneo”, siendo así como “es Chanel quien vuelve femenino el tweed”. Un tejido con el que “me encanta trabajar” destaca la diseñadora francesa, que dice que “no podría vivir sin él en Chanel”, y cuyos nuevos aires y ritmos se ha encargado de imprimir mediante referencias a “la Inglaterra de la década de 1960”, inspirándose para ello Viard en “las coloridas portadas de los discos” de los grupos de música británicos de aquella década que terminarían dominando la escena musical internacional, y entre los que surgieron fenómenos como The Beatles, The Rolling Stones, The Dave Clark Five, The Who, The Animals o Tom Jones.