BCEFW: Conectando a la comunidad para impulsar el talento centroeuropeo a nivel global
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La industria de la moda está viviendo un momento de transformación. Con la demanda de las grandes marcas de lujo en descenso –como reflejan las recientes caídas en las cifras de gigantes como Kering y LVMH–, el mercado parece estar cada vez más abierto a nuevas propuestas. Y la Budapest Central European Fashion Week (BCEFW) está lista para ocupar ese lugar.
Esta temporada, la semana de la moda, que celebró su 15º aniversario, tuvo lugar del 10 al 16 de febrero, con un programa de eventos y exposiciones a lo largo de la semana y desfiles concentrados en los últimos tres días. El calendario, compuesto por 50 actividades dirigidas al sector, responde a los cuatro pilares fundamentales de su organizador, la Hungarian Fashion & Design Agency (HFDA): acercar los diseñadores húngaros al consumidor local, internacionalizar sus nombres, formar a la industria y fortalecer la red de producción del país para impulsar su disponibilidad a nivel global. En este último punto, Hungría ya ocupa una posición destacada, al ser un destino clave en la cadena de producción de numerosas marcas de lujo, lo que refleja el nivel de artesanía disponible en la región. El objetivo es que, a través de BCEFW, este talento emerja y gane reconocimiento en la escena internacional.
Budapest no es la única ciudad emergente que busca posicionarse en el mapa de la moda. Semanas de la moda como las de Oslo, Riga o Barcelona también compiten por el prestigio ya alcanzado por Copenhague o Berlín, que en su día dieron visibilidad a diseñadores prometedores y ahora se han convertido en escaparates de talentos consolidados. Sin embargo, la posición geográfica de Hungría le otorga una función distinta: servir de plataforma para toda Europa Central, una región en la que muchos diseñadores de zonas menos conectadas buscan visibilidad. Para lograrlo, BCEFW ha reforzado su colaboración con colectivos de moda de países vecinos, como Serbia, Eslovaquia, Rumanía y la República Checa. Esta iniciativa, nacida durante la pandemia, permite a estos países presentar una selección de diseñadores en BCEFW, bien en desfiles colectivos durante la primera jornada o en formatos más extensos en los días previos.
Petra Kubikova: "Quiero hacer moda local para la gente local…"
La diseñadora eslovaca Petra Kubikova es un ejemplo de cómo estas colaboraciones dan frutos. Kubikova ha recurrido en varias ocasiones a BCEFW para presentar sus colecciones, donde ha encontrado una base fiel de clientes húngaros. Desde su participación en las primeras ediciones, la diseñadora ha valorado la profesionalidad del evento, que abarca desde la organización del calendario hasta la calidad de los modelos, así como su coste, más accesible que el de otras semanas de la moda de mayor envergadura. Además, mantenerse cerca de su país le permite formar parte del calendario internacional sin alejarse de su clientela, algo que encaja a la perfección con su modelo de producción bajo pedido. "Quiero hacer moda local para la gente local. Cuando hablamos de sostenibilidad, no tiene sentido producir grandes cantidades de ropa que luego viajan en avión o barco", explicó.
Las alianzas funcionan en ambas direcciones. Las firmas húngaras también reciben invitaciones para presentar sus colecciones en las semanas de la moda de estos países, como sucede con la marca Kata Szegedi. Esta temporada, el dúo fundador, formado por Kata Szegedi y su amigo Daniel Benus, optó por una presentación estática en BCEFW, mientras que su próximo desfile tendrá lugar en Bucharest Fashion Week, un evento que ha ganado atención a pesar de contar con solo dos ediciones. Aunque Szegedi ha expandido su presencia internacional participando en semanas de la moda como las de Nueva York o Milán, mantiene una fuerte conexión con Budapest, donde el sentido de comunidad impregna su trabajo. Para sus presentaciones, suele colaborar con amigos de otros sectores culturales; en su colección FW25, por ejemplo, las fotografías de Jelen Ádám sirvieron como telón de fondo.
Szegedi es una de las diseñadoras más consolidadas de Hungría que sigue apostando por presentar en la capital, donde el segundo día del evento se reserva precisamente para estas marcas, con el objetivo de apoyar a la industria local y conectar con sus clientes en persona. "Budapest se está convirtiendo en un punto neurálgico de la moda. Nos encanta la ciudad. Diseñamos para personas urbanas, así que nos interesa todo lo que rodea a la vida en una gran ciudad. Tenemos muchos clientes aquí, pero también recibimos pedidos internacionales", comentó la diseñadora, asegurando que el crecimiento global de la marca no implica renunciar a su esencia cercana.
La diseñadora Dora Zsigmond, fundadora de la marca Zsigmond, comparte esta visión comunitaria, extendiéndola también a las relaciones con los proveedores de materiales históricos y poco comunes que dan vida a sus colecciones. Su trabajo refleja su compromiso con la preservación del patrimonio rural húngaro, una temática que conoce en profundidad y que ha asesorado en diversas exposiciones. Esta conexión con la tradición quedó patente en su desfile FW25, titulado "Dark Horse", donde las modelos, vestidas con prendas inspiradas en los forajidos del siglo XVIII y XIX, recorrieron la pasarela con el aire indómito de estos personajes históricos.
Conectar a las nuevas generaciones con este legado es otro de los objetivos de Zsigmond, pues considera que el desconocimiento de la cultura popular húngara es cada vez más evidente entre la juventud. Según Kristztina Tar, directora de marca, este interés trasciende fronteras, ya que muchos clientes de Nueva York o Tokio identifican paralelismos con sus propias culturas. Este sentido de pertenencia ha permitido a la firma construir una comunidad internacional que, pese a la limitada infraestructura del país en comparación con otras capitales de la moda, sigue en expansión. Una demanda que quedó clara en el desfile, donde el espacio se llenó hasta los topes gracias a las entradas adquiridas con antelación.
Democratizar la moda y abrir puertas a la comunidad local
Involucrar al público en la semana de la moda ha sido, desde siempre, una parte fundamental de BCEFW. A través del Fashion Hub, un programa de eventos abiertos al público que se desarrolla por toda la ciudad, y la venta limitada de entradas para los desfiles, la semana de la moda logra conectar con una audiencia cada vez más interesada en apoyar a su industria local y a las marcas que forman parte de ella, muchas de las cuales ya conocen como clientes. Así lo explica Zsófia Jakab, directora ejecutiva de HFDA, quien reservó el último día del evento exclusivamente para diseñadores húngaros. Según Jakab, "[los consumidores húngaros] quieren apoyar [a los diseñadores locales] en la medida de sus posibilidades, por lo que es esencial que estos creadores sean reconocidos en Hungría. [La semana de la moda] les brinda la oportunidad de acercarse más a sus consumidores".
Fortalecer este apoyo hacia la industria es una prioridad, especialmente en el contexto actual, que ha demostrado ser especialmente complejo para los diseñadores emergentes. Para hacer frente a estas dificultades, la HFDA ofrece mentoría, asesoramiento y una plataforma a aquellas marcas capaces de demostrar su potencial. Una de las beneficiarias de este apoyo es la joven diseñadora Victoria Wang, quien presentó su colección en la última parte del desfile del New Talent Collective, el evento que cerró la primera jornada de BCEFW. Con tan solo cinco looks, caracterizados por delicados plisados y cortes femeninos inspirados en el grupo étnico chino Mignon, Wang logró transmitir de forma clara la esencia de su marca.
Para diseñadores como Wang, uno de los principales retos es establecer relaciones sólidas con fabricantes y proveedores locales. Actualmente, las tiendas de telas siguen siendo su principal fuente de materiales. Esta problemática es común entre los nuevos talentos a nivel global, ya que muchos fabricantes exigen capacidades de producción a gran escala, algo que las marcas emergentes aún no pueden garantizar. En Hungría, por ejemplo, algunos proveedores trabajan para firmas de lujo reconocidas internacionalmente, como Dolce&Gabbana. Jakab es consciente de esta dinámica y, a través de la cuarta área de trabajo de la agencia, enfocada en el desarrollo de la capacidad manufacturera local, espera revertir la situación con el impulso de iniciativas como BCEFW.
Jakab reconoce que Hungría aún tiene mucho por aprender para impulsar tanto a sus diseñadores como a toda su industria de moda. La demanda de productos locales está creciendo, pero el país aún debe adaptarse a este auge. Además, el panorama minorista presenta retos globales que, en Budapest, se ven amplificados por una infraestructura comercial limitada. La ciudad carece, por ejemplo, de grandes almacenes y cuenta con pocas tiendas de lujo. En su lugar, las principales calles comerciales están dominadas por multinacionales, como Zara, del grupo Inditex. En respuesta a esta situación, las marcas húngaras suelen optar por el formato showroom, que les permite recibir directamente a sus clientes. Jakab, quien tiene experiencia en el sector turístico, explica que, junto con la HFDA, está colaborando con organizaciones relevantes para fortalecer el entorno comercial local, un cambio que espera ver materializado en los próximos años.
Impulsar la industria para potenciar el talento local
Una de las claves del desarrollo de BCEFW ha sido su estrecha colaboración con la Camera Nazionale della Moda Italiana (CNMI) y la creación de su propio Consejo Asesor, un grupo de expertos del sector que desde 2023 brinda apoyo y orientación tanto a la agencia como a los diseñadores. Entre sus miembros destacan Peter Baldaszti, cofundador del Vanguards Group y director general de Nanushka, y Violett Fedorova, editora jefa de Vogue Ucrania, quien asistió a esta última edición del evento.
Fedorova se unió al consejo asesor apenas un año después del inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania, un acontecimiento que, según cuenta, le hizo reflexionar sobre el potencial de la moda como herramienta de comunicación. "La moda no necesita traducción y puede entenderse universalmente. Además, es una forma de diplomacia cultural, ya que las semanas de la moda locales ayudan a reunir, mostrar y desarrollar el talento emergente", explicó a FashionUnited. Actualmente, diseñadores ucranianos ya participan en BCEFW, pero Fedorova también observa un importante potencial comercial en las sinergias entre ambas naciones.
Consultada sobre los retos que enfrentan las marcas de Europa Central al buscar reconocimiento internacional, Fedorova destacó la singularidad de la región: "La competencia es feroz, pero hay que entender que Europa Central es una zona muy interesante, que históricamente se ha desarrollado entre dos imperios. Aquí, Occidente y Oriente se encuentran, creando una mezcla única de tradiciones que no se encuentra en ningún otro lugar del mundo". Por ello, considera fundamental que los diseñadores locales trabajen con mayor intensidad en actualizar su herencia cultural y destacar su tradición artesanal. "En una era en la que la inteligencia artificial avanza a pasos agigantados, el trabajo hecho a mano adquiere un valor aún mayor, y esa es una de las principales fortalezas del diseño en esta región", añadió.
El interés comercial en BCEFW se evidenció en la presencia de compradores internacionales en primera fila. Entre ellos, He Jing, compradora con sede en Francia para diversas boutiques chinas, quien asistió al evento con el objetivo de conocer mejor el mercado de moda de Europa Central y del Este, así como descubrir nuevas marcas para sus clientes. Tras los desfiles, comentó a FashionUnited: "Los diseñadores húngaros suelen integrar una interesante combinación de tradición europea y modernidad en sus patrones y elección de materiales, algo que encaja con las preferencias de los consumidores chinos contemporáneos del segmento premium".
Jing prioriza aquellas marcas con una identidad clara y un potencial comercial sólido. "Valoramos especialmente las firmas que establecen altos estándares en su desarrollo y cuentan con una estrategia definida de expansión internacional. Esto nos proporciona más confianza a la hora de promoverlas y establecer sus precios", explicó. A pesar de que el reconocimiento de marca sigue siendo uno de los mayores retos al introducir diseñadores europeos en China, Jing observa una creciente demanda de firmas independientes en las principales ciudades del país. "Las generaciones jóvenes buscan cada vez más marcas nicho y de autor. Son consumidores formados, con una visión global, que utilizan la moda para expresar su estilo de vida y sus valores", concluyó.
Con la vista puesta en la edición de septiembre, Zsófia Jakab anticipa un programa más amplio, que aprovechará el buen tiempo para incluir más escenarios al aire libre. A largo plazo, su objetivo es consolidar BCEFW como una plataforma internacional para el talento de esta región rica en patrimonio cultural, impulsando su visibilidad mediante una mayor cobertura mediática, la presencia de compradores internacionales y actividades que involucren al público. "Tenemos una gran oportunidad porque ahora mismo las personas buscan algo único, y en esta región contamos con un talento excepcional", aseguró Jakab.
Este artículo fue publicado originalmente en FashionUnited.COM, y posteriormente traducido del inglés al español usando una herramienta de inteligencia artificial.
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