Bottega Veneta vuelve a la perfumería

La maison de lujo Bottega Veneta marca su regreso al universo de la perfumería, una movida estratégica que refleja una tendencia creciente entre las firmas de moda de diversificar sus fuentes de ingresos y fortalecer su presencia en el mercado global.

La firma lanzó su primera fragancia en 2011, pero dejó discretamente su producción alrededor de una década después. Ahora, vuelve con una nueva colección de perfumes de inspirados en Venecia (ciudad natal de Bottega Veneta) y en el Intrecciato, el icónico tejido de cuero trenzado de la casa.

El envase refleja la estética del vidrio soplado a mano, con burbujas de aire únicas en cada botella, haciendo referencia a la tradición del soplado de vidrio de Murano. Además, el frasco se apoya sobre una base de mármol verde, el mismo que decora las boutiques de la marca.

Bottega Veneta registró en el primer semestre de 2024 un crecimiento del +3 por ciento en su facturación, alcanzando los 836 millones de euros. Logrando sortear la tendencia a la baja de Kering que ese mismo primer semestre lanzó un nuevo “profit warning” tras hundir beneficios un -50 por ciento.

Por lo que esta reinvención llega en un momento crucial para el grupo Kering, que parece apostar en el negocio de los perfumes como una respuesta estratégica para mitigar las fluctuaciones en otros segmentos del negocio, aprovechando los márgenes elevados y la demanda constante del mercado de fragancias de lujo.

Diversificarse o morir

Invertir en perfumería ofrece múltiples ventajas para las empresas de moda. No solo permite diversificar las fuentes de ingresos, sino que también extiende la identidad de la marca más allá de la vestimenta, fortaleciendo el reconocimiento y la lealtad del cliente.

A diferencia de la moda, que está sujeta a tendencias estacionales, las fragancias pueden tener una vida útil más prolongada en el mercado si se gestionan adecuadamente. Además, el mercado global de la perfumería ofrece oportunidades para alcanzar nuevos segmentos de consumidores, consolidando la presencia de la marca en diferentes regiones.

Los ejemplos de éxito en esta estrategia son abundantes. Chanel, por ejemplo, con su icónica Chanel No. 5, ha logrado convertirse en una de las fragancias más reconocidas y vendidas a nivel mundial, contribuyendo significativamente a los ingresos de la marca.